El nadador barcelonés Miguel Luque (Granollers, 1976) ha logrado la primera medalla para la delegación española en los Juegos Paralímpicos de Tokio (Japón) al colgarse la plata en la prueba de los 50 metros braza, clase SB3 de discapacitados físicos.
Luque, de 44 años, paró el cronómetro en un tiempo de 49.08, solo por detrás del ruso Roman Zhdanov, que lo hizo en 46.49. La medalla de bronce se la colgó el japonés Takayuki Suzuki.
La marca de Zhdanov supone un nuevo récord del mundo, mejorando el tiempo que hasta ahora ostentaba el italiano Efrem Morelli desde el 15 de septiembre de 2019 con 47.49.
Luque debutó en unos Juegos Paralímpicos en Sidney y más de dos décadas después sigue sumando medallas para el casillero español. Esta vez le tocó ser la primera de nuestra delegación en la primera jornada de la cita paralímpica, subiéndose al podio por séptima vez. En su palmarés suma dos medallas de oro, tres de plata y dos de bronce. Seis de las siete son en su prueba fetiche, los 50 metros braza.
Luque nació con una artrogriposis múltiple congénita que le produjo una malformación y le hace usar silla de ruedas. Además, ha llegado a Tokio tras recuperarse de una etapa complicada, cuando en el Mundial de 2019 le cambiaron de categoría junto a otros nadadores de menor discapacidad y no pudo entrar en el Europeo. De vuelta a su categoría, ha demostrado que puede mantenerse en lo alto.
Por ahora sigue haciendo historia en el deporte paralímpico español y tendrá oportunidad de seguir ampliando su palmarés el sábado 28 de agosto en los 150 metros estilos y el viernes 3 de septiembre en los 50 espalda.
Toni Ponce, segundo metal
Las buenas noticias no acabaron con la plata de Luque y es que le siguió Toni Ponce con otro segundo puesto, en su caso en la final de 200 metros libres, categoría S5.
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