Los Juegos Olímpicos de Invierno ya están aquí. Este viernes a las 13:00 horas comenzará la ceremonia de inauguración que dará el pistoletazo de salida a la mayor cita de los deportes de nieve y hielo del mundo. Pekín 2022 no está exento de polémica, es más, es de las citas que se recuerdan con más inquietudes que superar. China organizada por primera vez en una misma ciudad la cita de verano, que se celebró en 2008, y esta de invierno que espera tener el mismo éxito.
En el Estadio Nacional, conocido como el 'Nido de Pájaro' y ubicado en el Parque Olímpico, se dará el pistoletazo de salida a una cita que se prolongará hasta el día 20 de este mes. Algunas de las sedes, que se dividen en tres zonas, Pekín, Yanqing y Zhangjiakou, ya se utilizaron en los Juegos de 2008 y se han reciclado para acoger nuevos deportes.
El famoso cubo de agua, donde Michael Phelps ganó ocho medallas de oro, se ha transformado en 'El Cubo de Hielo' para acoger el curling. El 'Abanico', que albergaba la gimnasia y el balonmano, ahora es la sede del hockey hielo.
Los Juegos vienen marcados, inevitablemente, por la Covid-19. China, país de origen de la pandemia y que tiene sus fronteras cerradas desde finales de marzo de 2020, se ha blindado frente a la llegada de la familia olímpica desde el extranjero imponiendo fuertes restricciones.
Se ha creado una enorme burbuja para evitar los contagios de la que no podrán salir las más de 60.000 personas que la conforman, entre ellos los 3.000 deportistas, junto a dirigentes, entrenadores, periodistas, 20.000 voluntarios y los trabajadores chinos que se ocupan de su mantenimiento. No habrá público en las gradas, más allá de los compromisos de la propia organización.
Por su parte, España acude con una delegación de 14 deportistas. La figura más destacada es la de un Ander Mirambell que encara sus cuartos Juegos. Junto a él estarán también Laura Barquero, Marco Zandron, Adrián Díaz, Olivia Smart, Adur Etxezarreta, Joaquim Salarich, Nuria Pau, Javier Lliso, Thibault Magnim, Imanol Rojo, Jaume Pueyo, Lucas Eguibar y la estrella Queralt Castellet, que viaja a sus quintos JJOO. Estos dos últimos son las principales balas de medalla, mientras eluden la polémica.
Conflicto político
Sin dudas, esta cita estará marcada por el boicot diplomático que harán países como Estados Unidos. No lo hará España, que acude con el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, y el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta.
Jen Psaki, la portavoz de la Casa Blanca, atribuyó la decisión al "genocidio y los crímenes contra la humanidad que persisten en la región noroccidental china de Xinjiang, así como otros abusos de derechos humanos". Esta última razón viene marcada por la situación de Peng Shuai, que el Comité Olímpico Internacional ha prometido aclarar durante esta cita.
De momento, China no está sola en su batalla ya que existen países como Rusia que no ven adecuado este boicot al estado. Es precisamente el país soviético el que marca el otro conflicto político ya que su tensión con Ucrania ha alcanzado el punto más alto. Las relaciones de Putin con el gobierno chino han hecho que las avanzadas se frenen con el objetivo de no interferir en esta cita olímpica. Aún así, no se descarta que el conflicto se recrudezca ante las decisiones de Estados Unidos.
Miedo al control
El país americano es uno de los que ha impulsado también a sus deportistas que controlen especialmente todos los comentarios políticos que puedan hacer, así como que eviten usar su tecnología ante el temor de que les roben los datos. Yang Shu, subdirector de relaciones internacionales del comité organizador, anunció que cualquier comportamiento de los atletas que vaya en contra del espíritu olímpico o de las leyes chinas estará sujeto a "cierto castigo".
Varios grupos de activistas han mencionado los casos de Peng, el luchador Navid Afkari, quien fue ejecutado en Irán en 2020, y el trato sufrido por los atletas de parte del gobierno autoritario de Bielorrusia durante Tokio 2020 como ejemplos de donde el COI pudo haber hecho más para proteger a los deportistas.
Estas polémicas se han escapado de la capacidad del organismo para evitar que acabasen de forma negativa. Públicamente, el Comité Olímpico Internacional asegura que los atletas podrán expresarse con libertad durante la cita invernal.
El medioambiente
China ha hecho todo lo posible para ser la primera ciudad en organizar uno Juegos Olímpicos de Invierno (2022) y unos de Verano (2008) superando estos problemas, pero también los que la naturaleza le limitaba. La administración ha superado los problemas de contaminación, ha revertido la falta de agua y, por si fuera poco, Pekín ha logrado superar el problema de que no nieve. Los organizadores la crearán de forma artificial.
Esto no es una novedad para la cita olímpica. Sochi, una de las zonas turísticas de Rusia más famosas en verano, usó un 80% de nieve artificial. Pyeongchang, que es una zona árida de Corea del Sur, utilizó un 90%. Sin embargo, Pekín no utilizará ninguna base de nieve natural.
Entre 2018 y 2019 partieron en grandes cargueros desde Italia con cañones de nieve donde tiene su base esta empresa, y hasta noviembre de 2021, por los problemas derivados por la pandemia, no se instalaron en las diferentes sedes. Desde entonces llevan funcionando 24 horas al día para crear 1,2 toneladas cúbicas de nieve sobre la que los deportistas competirán. Para ello, emplearán 185 millones de litros de agua.
Una de las zonas más contaminantes del mundo se teñirá de blanco para acoger durante tres semanas (del viernes 4 de febrero al domingo 20) la cita que todos los amantes de los deportes de invierno esperan. El objetivo es que todas estas polémicas se queden a un lado y solo se hable de lo deportivo.
[Más información: De los Fernández Ochoa al ridículo de 'Juanito' Mühlegg: España en los JJOO de Invierno]
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