Olexandr Abramenko (Ucrania, 1988) se alzó con la medalla de plata de esquí acrobático en la prueba de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022. Ilia Burov (Rusia, 1991) se tuvo que conformar con la medalla de plata. Los dos se llevaron todos los focos por el conflicto que viven sus respectivos países. Y ellos, entre rumores de una posible sanción y atentos a los medios para conocer una posible guerra, decidieron fundirse en un abrazo que ya es histórico.
El 'abrazo de la paz' ha logrado dar la vuelta al mundo. Y es que el gesto coincide con el aumento de la tensión en la frontera entre Ucrania y Rusia. El territorio que lidera Vladimir Putin sigue presionando con una posible invasión mientras Europa y Estados Unidos se preparan para una respuesta inmediata. Una situación que, a la vista de los resultados, no parece haber afectado a los dos deportistas.
El oro acabó en manos del chino Qi Guangpu (1990). Paradójicamente, China era la gran protagonista de estos Juegos por el boicot diplomático impulsado por algunos paises. Pero finalmente, debido al conflicto con Rusia, ni su presea ni el hecho de haber ganado siendo anfitrión le han acabado dando la atención esperada.
Abramenko y Burov son los nombres propios de la prueba. Ninguno se ha pronunciado sobre los hechos. Las redes sociales de los dos tampoco han contado con ninguna novedad llamativa. Más allá de mensajes de celebración y felicitación por sus medallas, han evitado dar más pábulo a su abrazo. Justo lo contrario a lo que he pasado mediáticamente.
Los dos atletas se conocen bien. Y, de hecho, se puede hablar incluso de cierta amistad entre ellos. En 2018 se subieron al podio en los Juegos de Pyeongchang, pues el ucraniano fue oro y el ruso bronce. En aquella ocasión, también con tensión entre ambos países, se produjo otro abrazo envueltos en la bandera de Ucrania.
Este gesto se suma a otras reivindicaciones que se han producido en los Juegos. Vladyslav Heraskevych, sin ir más lejos, mostró un cartel rechazando el conflicto bélico tras competir en skeleton. Su decisión, además, tuvo gran valor porque es el primer ucraniano que disputa esta disciplina.
¿Miedo a sanciones?
La gran incógnita es si este gesto tendrá consecuencias para alguno de los dos deportistas. Especialmente para Abramenko, pues hace unas semanas saltó la noticia de que Ucrania había pedido a sus atletas no tomarse ninguna foto con compañeros rusos. Una estrategia para evitar cualquier acercamiento y con el objetivo de no generar debate ni crispación entre la población ucraniana.
Dicha información, sin embargo, saltó a escena por parte de medios rusos. De ahí que exista la duda de si realmente desde el gobierno ucraniano se pidiera cautela o si simplemente fue una estrategia mediática rusa para meter presión. Según la agencia RT y el canal ruso Match TV, todo quedó en una sugerencia aunque con opción a una sanción futura. Además, también se solicitó que se hablara ucraniano y se evitara el ruso en cualquier comparecencia durante los Juegos de Pekín 2022.
Esta guía de comportamiento por parte de Ucrania no es nueva. Hace unos meses, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Yaroslava Mahuchikh recibió la reprimenda del gobierno de su país por fotografiarse con una compañera rusa. Mahuchikh se llevó el bronce en salto de altura y la rusa María Lasitskene se hizo con el oro. Ambas se fotografiaron con las banderas de sus países y la ucraniana tuvo una reunión posterior con las autoridades por haber generado cierto malestar entre sus conciudadanos.
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