Continúan los constantes vaivenes en el deporte tras el paso adelante dado por el Comité Olímpico Internacional. El organismo decidió que ya era hora de que Rusia y Bielorrusia viesen retirado el veto impuesto por la guerra con Ucrania, el cual impera desde principios de 2022, y eso ha traído sus consecuencias más directas. Y lo hace de manera muy concreta.
Mientras tanto, el mundo del deporte no ha hecho especial caso a las palabras promovidas por el COI, donde pocas federaciones se han movido para cambiar los vetos impuestos en el pasado. Sin embargo, quién si lo ha hecho ha sido el principal afectado, Ucrania, que ha protestado energércamente tras la decisión. Y lo ha hecho con uno de sus mayores representantes en este ámbito, Vadym Guttsait, ministro de Juventud y Deporte.
El ministro ucraniano ha rechazado con dureza esa decisión y ha puesto en el foco un posible boicot de su país a los Juegos Olímpicos de París 2024. Una decisión que afectaría de pleno a la mayor competición deportiva del planeta, que vería como la delegación del territorio presidido por Volodymyr Zelenski no estaría presente en un evento de tal magnitud.
Además, Rusia se ha encontrado con un inesperado aliado que apoya su presencia en los próximos Juegos Olímpicos. Se trata de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que aseguró que "es un momento para los deportistas y que no hay que privarles de competir". Unas palabras que han causado estragos, ya que tuvo la dirigente tuvo que matizarlas.
A través del canal público France 2, Hidalgo recalcó que cree que los deportistas rusos deberían poder competir "bajo una bandera neutral". Es decir, la alcaldesa parisina se mostró partidaria de la idea del COI, que quiere que los representantes del país dirigidos por Putin lo hagan también sin himno durante los Juegos. Y a ello, añadió que tras "todo lo que acabamos de pasar, hay una necesidad de reencontrarse en torno al deporte".
Rebelión de Ucrania
El ministro de Juventud y Deporte de Ucrania ha sido la mayor autoridad que ha levantado la voz tras la reflexión del COI de restringir el veto, aunque anteriormente también hubo palabras previas de su presidente a Macron antes de conocerse la decisión. El representante en este ámbito del país se ha expresado a través de sus redes sociales completamente contrario a lo expuesto hace tan solo unos días
"El Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Nacional de Ucrania decidió iniciar consultas con las federaciones deportivas nacionales sobre un posible boicot a los Juegos Olímpicos de París en 2024 en caso de que se permita la participación de rusos y bielorrusos", declaraba con contundencia en su Facebook.
"Todo lo posible para evitar que los deportistas rusos y bielorrusos participen en competiciones internacionales, incluso bajo una bandera neutral o bajo cualquier condición. ¡No puede haber acuerdos con representantes de países terroristas! ¡Mientras haya una guerra en nuestro país, continuaremos con la política de sanciones contra los atletas rusos y bielorrusos!", agregaba.
Desde Ucrania, ya sea a través de sus palabras o las de Volodymyr Zelensky queda claro que no quieren a ningún atleta ruso en los próximos Juegos Olímpicos de París. Una corriente que pone contra las cuerdas al COI, partidario de lo contrario en una búsqueda de recuperar la normalidad.
"Espero que ahora todas las federaciones, atletas y todo el mundo civilizado presten atención a esto, y no tengamos que recurrir a medidas extremas", era la llamada de Guttsait a los demás países para reclamar el apoyo y así evitar que los deportistas rusos y bielorrusos vean levantado el veto que les condena a su no presencia en este tipo de eventos desde el pasado febrero de 2022. De no conseguirlo, la sombra del boicot a París 2024 empieza a ondear fuertemente.
Sin embargo, días antes, Zelensky también mandó un mensaje a Macron, presidente de Francia. El ucraniano pidió a su homólogo que realizase las correspondientes presiones al COI para que esa medida no se llevase a cabo. "He insistido particularmente en que los deportistas de Rusia no deberían participar en los Juegos Olímpicos de París", eran su contundente mensaje al galo.
Todo ello fue pedido a través de una llamada institucional encuadrada en el marco de la Guerra entre Rusia y Ucrania, ya que se han cumplido casi un año de la misma. A pesar de las presiones de Zelensky, la decisión no depende de Macron, sino que es el COI, presidido por Thomas Bach, el que tiene la última palabra.
[Zelensky exige a Macron que presione al COI para vetar a los atletas rusos en los JJOO de París 2024]
Rusia, a favor de retirarlo
Rusia también aportó su granito de arena previamente desde la posición contraria. Lo hizo curiosamente, a través de su también ministro de Deportes, Oleg Matisin. Un comunicado lanzado en Telegram servía para mostrarse contrario a las exigencias del COI tras el veto.
Lo cierto es que todos aquellos deportistas que quieran representan a Rusia en los Juegos Olímpicos de París o cualquier competición internacional deberán de hacerlo con ciertas restricciones. La primera de ellas es renunciar a la bandera y la segunda se basa en no reproducir los himnos o cualquier distintivo del país.
Además, tendrá que ser sometidos a controles antidopaje para demostrar que no se han beneficiado de ciertas sustancias que mejoren el rendimiento y "no haber apoyado de forma activa la guerra de Ucrania". Unas medidas con las que Rusia ha mostrado estar completamente en desacuerdo y ha considerado de "inaceptables".
Lo único cierto es que la última decisión del COI ha vuelto a reabrir una 'guerra' en el deporte. Por un lado, el organismo busca recuperar la normalidad cuanto antes y por ello quiere dar cabida a los atletas rusos de nuevo y, por otro, Ucrania no ceja en su empeño de mantener completamente cortadas las relaciones con su enemigo. A falta de poco más de un año y medio, el conflicto no parece tener una solución a corto plazo, por lo que tendrán que mediar para una respuesta que convenza a ambos.