Tan solo faltan 205 días para que arranquen los Juegos Olímpicos de París 2024. La cita más importante del mundo del deporte que reunirá a los mejores atletas de la faz de la tierra, allí donde todos lucharán por dar su mejor versión en la capital francesa. A menos de siete meses para que empiece, un nuevo debate se ha abierto.
La última polémica está relacionada con los atletas transexuales. Esto se debe a que todos aquellos que se encuentran intentando su clasificación para París 2024 se han visto afectados por un cambio en la normativa. Este ha llegado con poca antelación y ha hecho que la enorme mayoría de ellos no puedan acudir a los Juegos.
Ahora todos esos atletas trasgénero se han encontrado con un nuevo revés a falta de poco más de siete meses para que arranquen los Juegos Olímpicos de París 2024. Los criterios para que se puedan clasificar se ha endurecido notablemente, por lo que muchos no podrán participar. Se ha dado a conocer que la transición debía haberse completado antes de los 12 años, ya que hacerlo después de esa edad podría dar una ventaja sobre las competidoras cisgénero.
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Las directrices previas del Comité Olímpico Internacional (COI) era que se permitía a cualquier atleta transgénero competir como mujer siempre que sus niveles de testosterona estuvieran por debajo de 10 nanomoles por litro durante al menos 12 meses antes de su primera competición. Ahora la cosa ha cambiado notablemente ya que los requisitos actuales se han cambiado para evitar perjudicar a las mujeres cisgénero.
Esto supone que Laurel Hubbard, que fue la primera atleta transexual en competir en unos Juegos Olímpicos, no podría competir en esta edición. Su presencia en Pekín 2020 fue muy comentada, pero la halterófila neozelandesa no hubiese tenido ninguna oportunidad de estar en París.
Cambios en la regulación
La transexualidad siempre ha sido un tema enormemente controvertido en el mundo del deporte. Mucho se ha especulado sobre las ventajas que obtenían todas aquellas mujeres que habían transicionado a la hora de competir con mujeres cisgénero, lo que propició numerosos cambios en las normativas, como fue el caso de World Athletics o FINA.
El Comité Olímpico Internacional tomó en 2004 la decisión de que los atletas transexuales pudiesen participar en los Juegos Olímpicos. Hace casi dos décadas, el organismo daba la oportunidad de competir a todas aquellas personas que hubiesen transicionado dos años antes. Eso sí, había tres requisitos indispensables: haber finalizado las operaciones quirúrgicas, formalizar el cambio de sexo de manera legal y que las terapias hormonales se hubiesen administrado con tiempo suficiente para minimizar sus ventajas.
En 2015, el COI volvió a endurecer los criterios para que los atletas transexuales pudiesen acudir a los Juegos. En aquella ocasión añadieron una notable variación y es que no era necesario haberse pasado por una operación de cambio de sexo. Eso sí, se centraban principalmente en los niveles de testosterona. Para participar, debían de encontrarse por debajo de los 10 nanomoles por litro durante, al menos, los doce meses previos a la cita.
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Además, también dejaban claro que las atletas femeninas que habían transicionado no podían cambiarse de género durante los cuatro años siguientes. Sin embargo, de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024, el Comité Olímpico Internacional ha decidido endurecer los criterios.
Ahora, los deportistas que quieran participar en la cita que comienza a finales del mes de julio deberán de haber completado su transición antes de los 12 años. Una medida llamada a evitar a las posibles ventajas que tengan los atletas transgénero. Esto supone un duro golpe para prácticamente la totalidad de ellos, ya que la enorme mayoría no cumple este requisito.
Laurel Hubbard, la única
Desde que en 2004 se permitiese participar a los atletas transexuales en los Juegos Olímpicos, solo ha habido una deportista que haya conseguido clasificarse. Ocurrió hace tres años en Pekín 2020. Laurel Hubbard se convirtió en la primera persona en participar.
La halterófila neozelandesa se clasificó para los Juegos tras 35 años habiendo competido como hombre. No tuvo la mejor de las suertes en Pekín, ya que quedó eliminada a las primeras de cambio tras no conseguir superar los tres intentos en arrancada. Aún así, se convirtió en una pionera para el mundo trans.
Hubbard, que ya está retirada desde 2021, no podría competir en París 2024. La enorme restricción planteada para esta nueva edición haría que la neozelandesa no pudiese participar, ya que completó su transición en la edad adulta. Un problema al que se enfrentan muchos deportistas trans, que tampoco podrán optar a una plaza en estos JJOO.