Ya ha llegado la hora. Después de caer a las primeras de cambio en el Mundial frente a Canadá a principios de septiembre, la presencia de la selección española de baloncesto en los Juegos Olímpicos quedó en punto muerto. La razón, debía disputar un Preolímpico para obtener el billete a París.

Ese Preolímpico ya ha empezado y lo ha hecho con victoria de los de Sergio Scariolo frente al Líbano con mucha autoridad. Ahora es el turno de Angola para cerrar un triangular en la que únicamente las dos mejores pasarán a las semifinales. Allí, podrían verse las caras ante Bahamas, Polonia o Finlandia en unas hipotéticas semifinales y final. En definitiva, seis equipos divididos en dos grupos lucharán por un único billete a los Juegos.

No lo tendrá fácil el combinado español, pero sí que contará con el aliento de su gente en todos los partidos. Y es que el Preolímpico de España se celebra en Valencia por lo que tendrá 'factor cancha' en La Fonteta. Sin embargo, jugar en casa supone un arma de doble filo teniendo en cuenta los últimos precedentes.

España, cuando ha actuado como anfitrión, no ha tenido resultados satisfactorios. En la mente de todos está la final perdida ante Rusia en el Eurobasket 2007 o la eliminación frente a Francia en los cuartos de final del Mundial 2014, vengada un año después en las semifinales del Eurobasket 2015 en Lille.

Además, los precedentes para los anfitriones en los Preolímpicos tampoco son demasiado positivos. De los siete que se han disputado hasta ahora, tres para acceder a Río y cuatro a Tokio, sólo en una ocasión (Serbia en 2016) el anfitrión ha conseguido el billete. España tratará de romper con el maleficio.

Sin fallo

A pesar de los rivales, España sigue siendo la máxima favorita para conseguir la plaza a los Juegos Olímpicos. Tiene jugadores de primer nivel y una experiencia de la que carecen el resto de sus rivales. Los de Scariolo tratarán de seguir con la impecable racha de España en una cita olímpica en este siglo XXI.

Después de perderse los Juegos de Atlanta 1996, la selección española no ha fallado e incluso ha ido mejorando con el paso de los torneos. Fue novena en Sídney 2000; séptimo en Atenas 2004; hizo plata en Pekín 2008 y Londres 2012; Bronce en Río 2016 y sexto en Tokio 2020.

Seis participaciones consecutivas en una competición en la que España se ha acostumbrado a ser candidato a todo. Queda tan solo un paso para estar en París, pero será necesaria una gran versión de todos los jugadores.