El balonmano español ha conseguido cinco medallas, todas ellas de bronce, en los Juegos Olímpicos. El último lo logró en Tokio 2020 el equipo masculino, el de los 'Hispanos', que en París vuelve a estar liderado por toda una estrella mundial como es Álex Dujshebaev (Santander, 1992).

A sus 31 años, asume con naturalidad el rol de responsabilidad que le toca en la Selección. España se ha tirado toda una década quedando casi siempre entre los cuatro primeros en las grandes competiciones que ha disputado. La racha se cortó en el Europeo de este año, con un decepcionante puesto 13º que ha desinflado el suflé para estos JJOO. Hay ganas de revancha.

En el vestuario, quizás menos experimentado que en ocasiones pasadas, se 'pican' cuando escuchan que no les ponen entre los favoritos. De puertas para adentro, el equipo tiene la confianza para volver a lograr algo importante después de recuperar sensaciones en el Preolímpico. Su líder, el mayor de los Dujshebaev, deja en esta entrevista para EL ESPAÑOL el alegato que todo español necesita para ilusionarse con los 'Hispanos' una vez más.

Son tus segundos JJOO tras los de Tokio, pero es de suponer que ya estás notando diferencias por aquello de que los últimos fueron en pandemia. ¿Qué dirías que está siendo lo que más sin haber entrado todavía en competición?

Sobre todo es la sensación de tanta gente, tanto movimiento. Especialmente en el comedor. Es lógico que se nota una mayor proporción de gente, de la cantidad de atletas que hay y aparte los medios o gente que tienen otro tipos de pases. Se nota más barullo, más gente, más intensidad en todo. Bueno, es lo que hay. Todo es acostumbrarse.

¿Qué son para ti los JJOO? ¿Cómo los vive un deportista?

Los JJOO son, prácticamente, lo máximo a lo que puede aspirar cada deportista. Te juntas con los mejores, no solo de tu deporte, sino con los mejores deportistas del mundo. Es una sensación única, que todo el mundo vivirla y quiere mostrarse dando lo máximo y lo mejor de sí mismo. Es un orgullo, primero, estar aquí y luego aún más si eres capaz de conseguir una medalla y estar ahí representando a tu país de la manera que te gustaría.

¿Cómo ves al equipo de cara al torneo?

Venimos más de tapados que igual otras veces que la gente tenía muy claro que íbamos a estar en las medallas o partíamos con un poco más de favoritismo. Vamos con pies de plomo. El grupo tiene muchas ganas, pero igual no vamos con tanta experiencia como en Tokio. Hay jugadores más jóvenes que están en sus primeros JJOO y en Tokio se notaba mucho la veteranía del grupo y el haber vivido ya esta experiencia.

Cuando comience la competición, queremos desde el primer día ir a darlo todo. Un buen inicio, estando aquí, se nota mucho en las dinámicas para que todo vaya bien y nos dé mucha confianza al equipo.

Llevas varios años entre los mejores del mundo. ¿Sientes peso sobre tus hombros cuando te dicen eso, y más en torneos así?

Igual ahora todo el mundo sabe la responsabilidad que tiene con el grupo, la importancia de cada uno. Antes otros jugadores tenían que tomar ese rol y los que ahora somos más veteranos teníamos otro peso, que era algo más de cara al juego y no en el día a día.

Ahora, más que peso, es la responsabilidad de transmitir los valores del grupo a los que llevan poco. Saber que muchas veces tú tienes que ser el que dé el paso adelante, ser el ejemplo. Antes podías tener el peso en la cancha, pero como el grupo estaba formado y era más experimentado, todo el mundo sabía lo que tenía que hacer, la dinámica del grupo y los roles de cada uno.

También el balonmano es en España uno de esos deportes que todos tienen en cuenta cuando llegan los JJOO. ¿Vosotros lo veis como una responsabilidad?

En parte sí. Nosotros queremos ser de los equipos que estén en la lucha por las medallas, hacerlo bien, conseguir éxitos para nuestro país. Siempre tenemos un gran apoyo cuando jugamos los Europeos o los Mundiales, pero cuando llegan los Juegos es una dimensión diferente. Todo el mundo está más pendiente de nosotros y recibimos más apoyo. Obviamente, sabemos de la responsabilidad de que tenemos que estar todavía mejor y que cada partido va a ser al máximo. Los Juegos tienen eso de que, dentro de que los grupos son más grandes, los rivales son de primerísimo nivel. Ya solo el hecho de clasificarse es complicado. Somos conscientes de lo importante que va a ser cada partido y el peso que va a tener de cara al resto de la competición.

El Europeo sabemos que acabó negativamente para el equipo. ¿Qué ha cambiado desde entonces y por qué nos tenemos que ilusionar con los 'Hispanos'?

Fue un punto de inflexión, una gran decepción para todos nosotros. No fueron las cosas como nos hubieran gustado, pero eso nos espoleó para luego en el Preolímpico estar mejor de lo que llevábamos jugando y estar en otras clasificaciones, como la del Mundial, a buen nivel. El hecho de haber pasado por ese momento de decepción, a la vez, fue un toque de atención para saber que no podemos bajar el nivel en ningún momento. Nos hizo saber que, si jugamos al máximo nivel, podemos ganar a cualquiera, pero si no lo hacemos, también cualquier equipo nos puede plantear problemas. Siendo conscientes de eso, tenemos que estar siempre a un nivel alto para ganar.

"Pica y duele que no se te vea como una gran selección por haber tenido un torneo malo"

Lo ocurrido en el Europeo parece haber reducido el ruido que hay en torno a España. Como que ya no os ponen entre los favoritos. ¿Eso cómo os lo tomáis vosotros en el vestuario?

Son sensaciones encontradas. Por un lado, te pica y te duele que no se te vea como una gran selección por haber tenido un torneo malo. Es verdad que a la gente la habíamos malacostumbrado, por así decirlo, a que llevábamos prácticamente diez años seguidos entrando en todas las semifinales. Tuvimos un mal torneo, en el que las cosas no salieron desde el principio, y a raíz de eso se generaron una serie de dudas que para nosotros fue un impacto.

Por otro lado, el grupo sabe que en estos momentos igual es hasta mejor que no nos tengan tan en cuenta, siendo nosotros conscientes dentro del vestuario de que vamos a ir con todo.

¿El equipo sí se siente en condiciones de ir a por algo importante?

Eso es. De puertas para afuera, que cada uno nos vea como más o menos favorito. Eso no es un problema. Lo que cuenta es que de puertas para adentro, nosotros confiemos como grupo y seamos capaces de demostrarlo en la cancha como equipo.

Si te dicen de repetir el bronce de Tokio, ¿lo firmarías ahora mismo sin pensarlo?

No. 

¿No te valdría?

No. Yo siempre digo cuando vamos a un campeonato que sólo firmo el oro. El equipo sabe que va a ir con todo, porque no vendríamos al campeonato si no supiésemos que tenemos opciones de ganar. Vamos a ir con todo y luego la competición, en cada punto, te irá poniendo en tu lugar. Veremos cómo acaban las cosas, pero nunca iré a un campeonato pensando en firmar el bronce o la plata. Vamos exclusivamente pensando en la idea de ganar, de ir partido a partido y eso empieza mañana con el primero. Somos así, de ir día a día, pero con el único objetivo de ganar.