Hugo González no tuvo suerte en su primer intento en estos Juegos Olímpicos. El nadador madrileño consiguió meterse en la final de los 100 metros espalda, pero no pudo confirmar la sorpresa y tuvo que conformarse con el sexto puesto (52.73) y un diploma olímpico.

González partía en la final con el peor tiempo de todos y, aunque consiguió mejorarlo, no pudo alcanzar a los mejores en esta disciplina. Los primeros 50 metros penalizaron al madrileño, porque al paso por el viraje ocupaba la octava y última posición.

La reacción en el tramo final fue, no obstante, realmente buena. Sin embargo, en una disciplina tan explosiva y corta como los 100 metros espalda cualquier pequeña desventaja se paga muy cara. Hugo fue capaz de remontar dos posiciones y de llegar hasta la sexta posición, pero se quedó a casi cuatro centésimas de las medallas.

Subcampeón del mundo en los 100 metros espalda este año en Qatar, ahora queda la gran especialidad de Hugo, los 200 metros espalda, donde llega como campeón del mundo. 

La victoria fue a parar a manos del italiano Thomas Ceccon, que paró el cronómetro en 52 segundos exactos. El chino Jiayu Xu tuvo que conformarse con ser plata (52.32), mientras que el bronce fue a parar a manos del estadounidense Ryan Murphy (52.39).

El camino de Hugo hasta esta final no había sido sencillo. En la fase previa consiguió el pase a las semifinales después de ser quinto en su serie y de firmar un tiempo de 53.68. Ya en estas semifinales, el pase a la final lo consiguió casi de manera milagrosa porque tras ser de nuevo quinto de su serie, su tiempo (52.95) le valió para seguir adelante por tan sólo dos centésimas. 

Se quejó de la piscina

Hugo González había sido protagonista en la previa a esta final por sus polémicas declaraciones sobre las condiciones de la piscina. El español criticó la profundidad de La Défense Arena y llegó a decir incluso que no cumple con las normas establecidas por World Aquatics, el ente que dicta las normas de la natación.

"Sabemos que a día de hoy no cumple las reglas de World Aquatics. Cuando construyeron la piscina sí que las cumplía, pero ahora la profundidad son dos metros y medio, y esta mide entre 2,10 y 2,20 metros. Parece que se nota, pero si es más lenta, pues es más lenta para todos y estamos en igualdad de condiciones", aseveró sobre la controversia generada por la profundidad de la piscina.

Pese a esta lentitud de la que hablaba Hugo González, ya se han llegado a batir varios récords olímpicos en estos Juegos durante los primeros días. Ha sido así en los 100 metros mariposa, el 4x100 libres femenino o el que logró ayer la gran estrella Léon Marchand en los 400 metros estilos.