La sonrisa de Simone Biles es la de todo Estados Unidos. Cuando ella sonríe, su país gana y últimamente no dejan de suceder ambos factores. La gimnasta se cuelga el oro en el concurso completo individual tras un ejercicio de suelo impecable. Novena medalla para ella en unos juegos, sexta de oro. No tiene techo la estadounidense. 

Revalida así un título cargado de componente emotivos, ya que no pudo defender en Tokio 2020 -al abandonar la competición- la corona conseguida en Río 2016. La espiral de problemas que le privó de aquella posibilidad queda espantada en París, donde ha espantado del laberinto. 

Salto con potro, barras asimétricas, barra de equilibrio y suelo. Ese fue el orden de las cuatro rotaciones que debía enfrentar y en ese orden las fue coronando todos y cada uno de los aparatos. Una marca más en su historial grandioso, que crece día a día en el Estadio de Bercy, donde ya lleva dos oros y aspira a tres más.

Biles se impuso con una marca de 59,131 puntos y una ventaja de 1,199 sobre la brasileña Rebeca Andrade (57,932), de nuevo subcampeona olímpica, como en Tokio 2020. El bronce fue para la también estadounidense Sunisa Lee, campeona en Tokio, con 54,465 puntos.

Dos días después de conducir a Estados Unidos al oro por equipos, Biles firmó una victoria individual que se le complicó en las barras asimétricas con un error que logró compensar con su elevada ejecución en los dos últimos aparatos.

Simone Biles durante su competición en los Juegos de París. JJOO.

Biles es la tercera gimnasta de toda la historia que gana un segundo título individual absoluto, tras la soviética Larysa Latinina (1956 y 1960) y la checoslovaca Vera Caslavska (1964 y 1968), pero la primera que lo hace en Juegos no consecutivos (2016 y 2024). Entre ambos, se retiró a mitad competición en los de Tokio 2020 debido a una crisis de salud mental.

Ni siquiera logró el doblete la rumana Nadia Comaneci, campeona en 1976 pero subcampeona en 1980. La gran Nadia presenció en el Estadio de Bercy la victoria de Biles, acompañada por el presidente del COI, el alemán Thomas Bach, que entregó las medallas. Simone Biles entra otra dimensión cuyo techo lo marcará ella misma.