El atletismo dio este 1 de agosto su pistoletazo en estos Juegos Olímpicos y lo hizo con noticias inmejorables para el deporte español. Álvaro Martín y María Pérez, corredores de marcha, se elevaron a los altares para sumar dos medallas y romper una sequía de dos décadas sin tocar metal en la prueba de 20 km marcha.
Primero se estrenó Álvaro. El atleta extremeño se colgó el bronce en una prueba muy ardua y exigente en la que se mantuvo de principio a fin en el grupo de los mejores. Casi siempre con opciones de victoria y dejando unas sensaciones muy positivas. En los últimos compases quedó relegado de la lucha por la plata, pero mantuvo a raya al italiano Stano para asegurarse una presea.
Llegó la segunda medalla de España en los Juegos y tan solo unas horas después cayó la tercera, esta vez con María Pérez como protagonista. La atleta granadina era favorita a subir al podio, pero tuvo que dar el do de pecho en una carrera marcada por un ritmo infernal de Jiayu Yang. La chica venció la prueba y María Pérez no pudo alcanzarle a pesar del 'rush' final y finalizó con una más que meritoria plata.
Álvaro Martín y María Pérez cumplieron con creces y lo hicieron en un día que recordó mucho al que les proclamó campeones del mundo hace un año en Hungría (con retrasos y condiciones climatológicas complicadas). "La combinación entre humedad y calor es la peor, la más letal. Es algo habitual y hay que adaptarse. Ya pasó el año pasado en Budapest y todo salió bien. Fue un éxito", apunta Jesús Ángel García Bragado, leyenda de la marcha española, en conversaciones con EL ESPAÑOL.
Vuelta a la gloria
Las de París han sido la sexta y séptima medalla para España en esta modalidad en los Juegos Olímpicos. El último en lograrlo fue Paquillo Fernández, hace 20 años en Atenas.
Álvaro Martín y María Pérez siguen el legado de grandes marchadores españoles que arrancó con la plata de Jordi Llopart en Moscú 1980 y tuvo también los éxitos pasados de Daniel Plaza (oro en Barcelona 1992, en 20 km), Valentí Massana (bronce en Atlanta 1996, en 50 km) y María Vasco (bronce en Sídney 2000, en 20 km).
Quien no logró nunca una medalla olímpica a pesar de haber estado presente en ocho Juegos fue el propio Jesús Ángel García Bragado. Una leyenda del atletismo español que tiene en su haber un campeonato del mundo, tres subcampeonatos y uno más en el Europeo.
El madrileño, que vivió desde su casa la proeza de Álvaro y María, afirmó estar muy contento y emocionado por ellos. "Te sientes parte de lo que consiguen por las circunstancias. Que los hayas podido ayudar te hace sentir parte del éxito, pero los principales causantes del éxito son sus entrenadores Antonio Carrillo y Daniel Jacinto", afirmó Bragado.
Futuro por delante
La marcha española dio un golpe sobre la mesa, pero Bragado siempre ha confiado en el éxito de Álvaro Martín y María Pérez en París: "El año pasado consiguieron cinco medallas y eso te hacer ser optimista. De un año para otro es muy difícil que cambiaran las condiciones de nuestros atletas. Han demostrado con creces su nivel", apunta el histórico atleta español.
Bragados confía en las posibilidades de los deportistas españoles en la disciplina de 20 km marcha y espera que los éxitos sigan llegando a corto y largo plazo: "Todavía queda la prueba de relevos y creo que con lo que hemos visto hoy podemos ser optimistas incluso para la medalla de oro. Esto confirma que la marcha atlética es el caladero de medallas del atletismo español y tenemos que sentirnos orgullosos de ello y saberle darle el valor que tiene".
El tiempo dirá como evoluciona una modalidad que encadenaba cuatro citas olímpicas sin saborear el metal. Lo que está claro es que hay presente para confiar y futuro para seguir soñando. "De cara a 2028 soy muy optimista. Tenemos una generación que viene por detrás que nos hace ser pensar que pueden seguir los éxitos", afirmó Bragado.
Entre todos los candidatos sobresale un nombre, Paul McGrath. "Ya ha competido en sus primeros Juegos Olímpicos, fue medalla en el Europeo de Roma en 2023 y no tengo dudas de que en 2028 estará mucho más cerca de las medallas o incluso consiguiéndolas", concluye Bragado. De momento, el barcelonés finalizó en 17ª posición en París dejando una buena imagen. La marcha tiene presente y futuro, no cabe duda de ello.