Se había augurado un súper jueves en los Juegos Olímpicos de París para España. Los españoles tenían la posibilidad de engrosar el medallero patrio con varios metales después de varios días sin metales. Hasta ahora, solo Francisco Garrigós había sido capaz de colgarse un bronce y los ánimos estaban bajos: el jueves, sin embargo, era el día señalado para celebrar.

La mañana comenzó de manera espectacular. Álvaro Martín se hacía con el bronce en los 20 kilómetros marcha antes de las 10 de la mañana para dar esperanzas al olimpismo español. El extremeño, bicampeón del mundo, abría las puertas a todo un mundo de posibilidades.

Pero aún quedaban más alegrías tempraneras. Su compañera María Pérez también se colgaría un metal. En este caso, la andaluza conseguía la primera plata para la delegación española en París. Pudo ir a por el oro, pero prefirió no arriesgarse, como ella mismo reconoció, y aseguró la segunda plaza de los 20 kilómetros marcha. 

Aleix García y Rodrigo Conde no lograron dar la sorpresa en el doble scull de remo. El quinto puesto no desanimaba a la delegación española, que estaba preparada para cambiar el agua por los guantes y el cuadrilátero.

El turno era para Enmanuel Reyes, que no decepcionaría. El hispano-cubano luchaba en los cuartos de final contra el belga Schelstraete y era el primer púgil en asegurar medalla en París. Mínimo ostentará el bronce (en boxeo se otorga a los perdedores de las semifinales), pero 'El Profeta' opta a todo. 

Además, Reyes Pla rompía una antigua 'maldición'. España lleva 24 años sin conseguir una medalla en boxeo en unos Juegos Olímpicos. El hispano cubano ha abierto el camino que aún tienen por recorrer otros tres púgiles: Lozano, Ghadfa y Quiles lo intentarán entre este viernes y este sábado.

Tres de siete...

Llegaba el turno de tarde y los españoles buscaban seguir sumando medallas. Si las tres primeras estaban claras, la vela tenía casi asegurada sumar su 22 medalla olímpica. Sin embargo, apareció un problema inesperado que lo evitó.

Diego Botín y Florian Trittel durante la carrera final.

El viento provocó que se cancelara la primera manga de la Medal Race de la 49er. En ella, Botín y Trittel habían salido muy bien e iban primeros, asegurándose así la medalla de oro. Todo parecía ir viento en popa, si no hubiera sido porque la fuerza de este era de solo 6 nudos. 

La carrera comenzaría de nuevo una hora después. Los españoles salieron mucho peor que en la primera ocasión, pero estaban en puestos de medalla cuando volvería a sonar la campana: el viento seguía sin soplar lo suficientemente fuerte. 

Al final, la meteorología no cambiaba y la prueba quedaba aplazada hasta el día siguiente. Este viernes, a las 13.30 horas, será el momento para la vela, que por el momento cedía el protagonismo a otros deportes. 

Pasos agigantados

Las posibilidades de medalla no eran las únicas que tenían encima los ojos de los españoles en este Día D. Carlos Alcaraz volvía a la pista tras despedirse del dobles junto a Rafa Nadal y tenía que trabajarse muy mucho su pase a cuartos de final. Finalmente, el murciano lograba la victoria y queda a solo dos partidos del oro, tratando así de igualar al manacorí en Pekín 2008.

Con la raqueta en la mano, no sólo Alcaraz siguió adelante. La pareja Bucsa-Sorribes daba un paso importante en su lucha por la medalla. A pesar de caer ante las gemelas ucranianas en el primer set, las españolas remontarían y se llevarían el partido, eso sí sufriendo, en un súper tie break de lo más interesante. Bucsa y Sorribes llegaron a ir incluso cuatro puntos abajo en el desempate y, aun así, los levantaron con solvencia.

Quien también comenzó perdiendo fue la onubense Carolina Marín. La andaluza perdió el primer set ante la estadounidense Zhang y tuvo que reponerse a la postre. Finalmente, Marín estará en los cuartos de final y queda a solo dos pasos del oro, siendo la gran esperanza española en bádminton.

Niko Shera fue la única decepción. El judo español se quedó solo con el bronce conseguido por Fran Garrigós después de que Shera no lograra hacerse con el mismo metal en la repesca.

Una última sorpresa

Una medalla con la que muchos contaban en España para este jueves era la de Hugo González. El nadador salió muy bien en el 200m espalda tras renunciar a los dos hectómetros de estilo por la mañana, pero no sería suficiente. Tras pasar gran parte de la prueba entre los tres primeros, en los últimos 50 metros acabaría cediendo una pizca de tiempo que evitaría su subida al podio. Al final, sexto.

La gran alegría de la tarde llegó de la mano del piragüismo. En las aguas bravas, Pau Echaniz se coló en último lugar en la final del k1 y no parecía tener demasiadas opciones ante sus rivales. Nada más lejos de la realidad.

El palista vasco salió el primero en la final y marcó un tiempo de 88.87, por debajo de cualquier tiempo de acceso a la fase definitiva. Hacía soñar con el oro a la delegación española y él lo sabía, por eso celebró con rabia sobre el agua.

Pau Echaniz tras conseguir el tiempo de 88.87 segundos

Tenía por delante aún a 11 competidores que lo habían hecho mejor en semifinales por salir. Al final de la manga, solo el francés y el italiano lograrían batir al español en el tiempo. Y lo hicieron gracias a Echaniz tuvo dos penalizaciones, si no habría sido el más rápido en la bajada. 

El primer bronce olímpico de Echaniz igualaba al piragüismo y la vela, con 21 metales, como las dos disciplinas más laureadas en unos Juegos Olímpicos.

Al final, tres medallas, otra más asegurada, una a punto de caramelo en vela y otros tantos avances de cara a seguir engrosando el medallero y seguir soñando con superar los 22 metales de Barcelona 92'. Porque todavía queda.