A todo o nada. Cara o cruz. Y la moneda cayó del lado de Canadá (88-85) que escribe el obituario de España en los Juegos Olímpicos de París. Los de Scariolo finalizan colistas de grupo con dos derrotas -ante Australia y la mencionada Canadá- y una única victoria -sobre Grecia- en sus tres partidos. [Así hemos vivido la derrota de España].
Tras la dureza del bofetón australiano en el debut y la esplendorosa respuesta ante Grecia, a España le quedaba una última bala para perforar la fase de grupos y abrazar los cuartos de final. A Canadá, ya clasificada, el resultado del partido tan solo variaría su hoja de ruta en las eliminatorias, mientras que para España era a vida o muerte.
Una victoria certificaba la clasificación como primeros de grupo. Una derrota sellaba la defunción y el billete de vuelta a Madrid. La tensión del partido se trasladaba al rostro de sus protagonistas, por más que el currículum de los Rudy, Llull y compañía se empeñara en evitar dichas sensaciones.
Importaba lo que sucediera sobre el parqué, en el que la igualdad inicial derivó en sinuosidad antes del descanso. España arrancó con buenas defensas y presionante en el rebote, aunque Shai se movía bien en la media distancia con Dillon Brooks haciéndolo bajo el aro.
España tuvo un conato de siesta con su nulidad desde la línea de triples. Tuvo que ser a la séptima, Abrines mediante, cuando los de Scariolo inauguraron su contador de triples. Llegó a tiempo. Canadá zozobró y España se agrandó hasta igualar al final del primer cuarto.
No obstante, sobre París planearon los fantasmas de Yakarta. Del mismo modo que ocurrió en el Mundial 2023, un cuarto echó por tierra el trabajo realizado. En Indonesia fue el último, mientras que en Francia ocurrió en el tramo final del segundo parcial. El monólogo canadiense fue una losa irremediable para 'La Familia'.
La calidad de los jugadores NBA de Canadá y su superioridad física inclinaron la balanza del lado canadiense. España fue fiel a sí misma, a lo que pide Scariolo. Juego en equipo y competitividad, ingredientes fundamentales para este equipo que no cuenta con el talento individual de antaño.
El equipo nacional sufrió por momento e hizo sufrir a Canadá en otros. Por el camino se echó en falta el liderazgo de Lorenzo Brown en la creación del juego. Brizuela amagó con recibir el testigo en un último cuarto especialmente anotador para él. España se ilusionada. Al que equipo que nunca se rinde le quedaba una última vida.
Hay que someter a golpes para hacer claudicar a los de Scariolo. Lo que ocurre es que Canadá tiene mucho músculo. Shai -20 puntos-, Nembhard -18- y Barret -16- se turnaron para abofetear a España. Un arsenal de golpes que solo tumbó a 'La Familia' en la última jugada, cuando no entró la mandarina de Llull. Adiós a los Juegos y adiós al baloncesto de Rudy, que ha disputado su último partido como profesional. Ya no queda París.
Canadá 88-85 España
Canadá (88): Shai Gilgeous-Alexander (20), Dort (0) Brooks (13), Barrett (16), Powell (9) -cinco inicial- Alexander-Walker (1), Ejim (0), Murray (4), Lyles (3), Olynyk (2), Nembhard (18), Birch (2)
España (85): Lorenzo Brown (4), Abrines (12), López-Aróstegui (2), Aldama (7), Willy Hernangómez (10), -cinco inicial-, Garuba (2), Rudy Fernández (0), Pradilla (10) Juancho Hernangómez (8), Díaz (0), Llull (13) y Brizuela (17).
Árbitros: Ademir Zurapovic (BIH), Julio Anaya (PAN) y Gatis Salins (LAT). Sin eliminados.
Incidencias: Tercer partido del grupo A del torneo de baloncesto de los Juegos de París 2024 disputado este viernes en el estadio Pierre Mauroy de Villeneuve-d'Ascq, en las afueras de Lille, ante 26.133 espectadores.