El revés de Carlos Alcaraz se quedó corto, Novak Djokovic entró en pista para impactar con su derecha y la ejecución se convirtió en el golpe definitivo de los Juegos Olímpicos. Así se proclamó Nole campeón de París 2024 y cerró el círculo de un palmarés fuera de lo común que seguramente apure sus últimos éxitos.
Precisamente todo lo contrario de lo que sucede con Carlos Alcaraz. Ahora mismo la plata le duele, no puede ser de otra manera, pero en unos días lo pondrá todo en perspectiva y verá que conseguir una medalla olímpica con tan sólo 21 años y de la forma en la que lo ha hecho es algo increíble.
"Le he dicho a Carlos al final del partido que muchas gracias por dejarme ganar este oro en los que pueden ser mis últimos Juegos Olímpicos", bromeó Novak Djokovic con su medalla ya colgada al cuello. Alguien como él tiene olfato para saber cuándo alguien tiene madera para hacer cosas a la altura de los mejores, y por eso el serbio tiró unas cuantas flores al murciano: "Es muy joven, y sin duda que no puede ganar una medalla de oro sino más".
El partido dejó esa sensación. Carlos Alcaraz firmó un partido sensacional que se definió por detalles, y tan sólo un nivel todavía superior de Novak Djokovic en un encuentro memorable hizo que los dos tiebreaks cayeran del lado del serbio.
En cualquier caso, los Juegos Olímpicos han sido un torneo soberbio para Carlos Alcaraz, pero también un momento de la temporada en el que ha acumulado mucho desgaste. Por eso, ahora tendrá que centrarse completamente en recuperar y cuidar su físico para afrontar los últimos coletazos del curso con garantías, siempre con la mente puesta en tomarse la revancha con Nole en las pistas.
Un descanso urgente
Carlos Alcaraz va a terminar estos Juegos Olímpicos destrozado. No sólo en el plano físico, donde la exigencia ha sido altísima, sino también en el mental, porque tenía muchas ilusiones puestas en alcanzar lo máximo tanto en el cuadro individual como en el de dobles junto a Rafa Nadal.
El desgaste al que ha estado expuesto ha sido gigantesco, incluso con jornadas en las que tuvo que redoblar los esfuerzos jugando dos partidos al día. Por suerte, todo este cansancio no le pasó factura y se ha visto un nivel altísimo de juego de Carlos Alcaraz en París.
De hecho, llegó a la final siendo el gran favorito pese a la gran figura que tenía enfrente. Incluso parecía que si había alguien que podía acusar problemas físicos iba a ser Novak Djokovic, pero afortunadamente ambos tenistas regalaron un espectáculo de máximo nivel e intensidad en un partido para recordar.
Ya unos días antes de jugar esta final Carlos Alcaraz había anunciado que renunciaba al torneo de Montreal. "Ha sido una temporada larga para mí y debido a la acumulación de partidos y a la fatiga, no podré jugar en Montreal este año", dijo. Sin duda, la decisión más sabia de todas.
Ahora el plan es claro, el murciano necesita tomarse unos días de vacaciones, mirar y observar detalladamente su medalla de plata olímpica para tomar conciencia del éxito que ha conseguido, y sobre todo desconectar de las pistas.
El US Open y una venganza
Alcaraz ya tiene trazado cuál va a ser su calendario más próximo después de los Juegos Olímpicos. Primero se tomará una semana de descanso para recargar las pilas y recobrar fuerzas tras la montaña rusa de emociones vivida en París, así que su reaparición en una pista se dará en el Masters 1.000 de Cincinnati.
La meta es clara, llegar a pleno rendimiento al US Open, el que sin duda es el gran objetivo del tramo final de la temporada. Ahora el murciano tendrá que cambiar el chip completamente, con un nuevo cambio de superficie de por medio con todo lo que ello conlleva. Después de ganar en la tierra batida de Roland Garros, de hacer lo propio en la hierba de Wimbledon y de volver a la arcilla para los Juegos, lo nuevo será la pista rápida de Estados Unidos.
Entre Cincinnati y el último Grand Slam de la temporada habrá tan sólo una semana de recuperación, tiempo que aprovechará Alcaraz para seguir adaptándose a esta superficie que tan buenos recuerdos le trae. No en vano, el US Open fue su primer 'major'.
En definitiva, el tenista murciano ya tiene un plan trazado para asaltar el que sería el quinto Grand Slam de su carrera deportiva y seguir dibujando un palmarés con una proyección que asusta. Y no sólo eso, sino que en Nueva York incluso podría vengarse de Novak Djokovic y lo sucedido en los Juegos Olímpicos. Los alicientes para las próximas semanas siguen siendo considerables.