En el deporte, como en la vida, los detalles pueden ser totalmente condicionantes. Más aún si hablamos de unos Juegos Olímpicos, donde la igualdad es máxima y el nivel de los participantes es de absoluta élite. Una lesión, un golpe que se aleja del objetivo por milímetros, un balón que roza el palo... El hilo que pende entre el triunfo y la derrota es mínimo. Que se lo digan a España que este domingo 4 de agosto vivió una jornada difícil de digerir.

Un día antes, el sexto puesto de Ana Peleteiro en triple salto supuso el primer 'batacazo' de la delegación española en la cita olímpica de París. Sin embargo, las expectativas en las pruebas venideras eran máximas y la ilusión rebosaba con nombres como Carolina Marín, Carlos Alcaraz o Jon Rahm. Lo que iba a ser un día radiante acabó con un sabor agridulce, por no decir trágico.

Y eso que el arranque apuntaba alto. Carolina Marín peleaba por llegar a la final de bádminton y estaba siendo claramente superior a la china He Bing Jiao. Ganó el primer set con contundencia y puso la directa en la segunda manga hasta ponerse 10-6. Sin embargo, todo se torció con una lesión dramática de la jugadora onubense. Un mal gesto en la pierna derecha que provocó el llanto y la retirada del torneo de la española.

Carolina Marín era una clara candidata a ampliar el medallero de España en los Juegos, pero se quedó a las puertas de la forma más trágica. La ilusión de ver tres oros en un día se esfumaba a las primeras de cambio. Y todo empeoró después.

De forma simultánea

Llegaba el turno de Alcaraz y Rahm, dos de los hombres llamados a ser figuras en los Juegos. El primero ya había cumplido alcanzando la final y asegurándose la plata, pero quería culminar su obra perfecta con el oro ante Djokovic. El segundo llegaba a París con ganas de demostrar y quitarse de un plumazo las dudas que volaban sobre él.

De forma paralela, el aficionado español vivió con emoción el desempeñado de sus dos deportistas. Un ojo puesto en los 'passings' de Alcaraz y el otro puesto en los 'birdies' del golfista vasco. Emoción a flor de piel en dos pruebas que estuvieron llenas de emoción hasta el final. Lo malo, acabaron con un sabor muy agridulce.

Alcaraz, con su medalla de plata en los Juegos. REUTERS

Carlos Alcaraz, que mordió metal, acabó llorando después de sucumbir ante Djokovic en una batalla titánica. Un duelo en el que el murciano tuvo en su mano varias bolas de rotura, aunque todas ellas sin éxito. Perdió en dos sets frenéticos que se decidieron en el tie break y se quedó sin ser el tenista más joven en la historia en lograr un oro olímpico.

Mientras tanto, Jon Rahm acariciaba con la yema de sus dedos una medalla. Llegó líder a la última jornada y su comienzo fue inconmensurable. Llegó a situarse 20 bajo par y con cinco golpes sobre el cuarto clasificado, pero echó a perder todo con un segundo tramo de competición para olvidar.

Dos 'bogeys' consecutivos en los hoyos 11 y 12 le hicieron perder toda su renta y el 'doble bogey' del hoy 14 le puso por primera vez en la jornada a contracorriente. Ahora debía mejorar los resultados de sus rivales para lograr colgarse al cuello una medalla. Tuvo sus opciones, pero se quedó a las puertas con dos malos hoyos finales que le relegaron al quinto puesto.

Las alegrías del día

No fue una gran jornada para el deporte español, pero también hubo tiempo para noticias positiva. Ambas llegaron en calidad de medalla de bronce, una en tenis y la otra en boxeo. También llegaron prácticamente de forma simultánea, con Bucsa y Sorribes dando una exhibición y con Enmanuel Reyes cerrando unos Juegos más que notables a pesar de perder en semifinales.

Sara Sorribes y Cristina Bucsa fueron un torbellino en la Philippe Chatrier. La dupla española borró del mapa a las checas Muchova y Noskova para convertirse en la quinta pareja española de la historia en lograr una medalla olímpica. Ya son historia del deporte nacional en los Juegos.

Cristina Bucsa y Sara Sorribes se abrazan tras lograr el bronce en el dobles femenino Reuters

Además de ellas, disciplinas colectivas como el hockey o el balonmano dieron también algo de brillo a un día negativo. Los 'RedSticks' sellaron el pase a semifinales después de vencer a Bélgica, clara favorita al oro. Por su parte, los 'Hispanos' superaron la fase de grupos con un gol en el último segundo para superar a Croacia.

La primera parte de los Juegos Olímpicos ya es historia. España suma nueve medallas y en los próximos días pueden seguir cayendo más. Vela, fútbol, baloncesto, waterpolo, piragüismo, atletismo... Infinidad de oportunidades para seguir engordando el medallero español en París.