Maica García (Sabadell, Barcelona, 1990) está convencida de que a la cuarta irá la vencida. La boya de la selección femenina de waterpolo lo ha vivido todo con España en los Juegos Olímpicos desde su debut en Londres 2012... menos el oro. Tiene que ser en esta, reconoce en una entrevista para EL ESPAÑOL.

La Selección afronta este martes los cuartos de final (14.00 horas) tras haber sido el mejor equipo en la fase de grupos, incluida la todopoderosa Estados Unidos a la que, por fin (después de once años), ganaron. El rival contra el que buscará el pase a las semifinales será Canadá.

Con dos platas olímpicas (Londres 2012 y Tokio 2020) y todo lo que se pueda imaginar en su palmarés, incluyendo un oro mundial y dos europeos, Maica García reconoce sentir cierta obsesión con convertirse en campeona olímpica. Sería la guinda para su carrera, a los 33 años, aunque estos no tienen por qué ser sus últimos JJOO.

Maica García, en los Juegos Olímpicos de París 2024 EFE

P.- Llegáis a cuartos de final. El equipo está invicto y dando un grandísimo nivel. ¿Cómo os encontráis vosotras a nivel de forma y de confianza?

R.- Llegamos en un punto muy bueno tras una preparación de casi dos meses, la verdad. Al final, en España, una condición que tenemos es que el equipo está repartido en diferentes clubes y no podemos concentrarnos tanto como se quisiera para preparar los Juegos Olímpicos. Pero, aún así, creo que hemos llegado a un estado muy bueno de forma. Nos pusimos muy focus.

El trabajo está muy bien hecho y la táctica nos está funcionando, y aún así creo que no hemos sacado todo lo que tenemos. A nivel de confianza, más de lo mismo. Veníamos muy metidas con el objetivo y creyendo en nosotras, y con ganas de estar ahí arriba.

P.- La victoria contra Estados Unidos fue un golpe de efecto. Era la primera vez que las ganabais en 11 años. Aunque fuera en grupos, ¿es un triunfo para sentiros mejores que ellas?

R.- Fue una victoria importante para nosotras, para nuestra cabeza. Mentalmente hablando, creo que era importante dar ese paso. Aunque fuera en grupos, creo que había que darle ese valor al partido. Poder conseguir esa victoria con una potencia como Estados Unidos, como dices después de once años, desde el Mundial de 2013 que ganamos en cuartos de final, era importante.

A nivel mental, sobre todo y a nivel físico, sirvió para ver cómo estábamos en competición, cómo hemos llegado y, de cara a los otros equipos, también plantarnos un poco y decir 'aquí estamos y hemos venido a ganar'.

P.- ¿Os dio moral para quererlas en una final pese a lo ocurrido en Londres, Budapest y Tokio?

R.- Bueno, no pensando en quererlas para la final, pero sí hacer ver que hemos venidos a jugar de tú a tú. Sabíamos que no íbamos a regalarlo, que iba a ser un partido competido y que no nos iban a ganar de mucho como en los últimos partidos. Queríamos llevarnos la victoria y después, ya en una posible final, pues quién sabe. No nos las podemos cruzar ya hasta esa final, así que ya se verá quién llega y ojalá poder volver a disputar esa final.

P.- Son tus cuartos JJOO, supongo que era casi imposible imaginar algo así cuando empezabas en la Selección.

R.- Por supuesto. me siento muy afortunada de poder vivir estos cuartos Juegos Olímpicos. Ni mucho menos cuando empecé en el waterpolo pensaba en llegar tan lejos. Me imaginaba vivir unos, pero no conseguir una medalla, pero ya en Londres pude lograr esa plata que para mí fue un sueño, un premio.

Estoy muy orgullosa de todo el camino que he ido recorriendo junto al equipo. Aún así, con todos los cambios que ha ido sufrido durante todos estos años, que ya van cuatro ciclos olímpicos, seguir aquí y haber adaptado y evolucionado con el deporte es un placer. Es un placer continuar.

P.- Es brutal a nivel individual...

R.- Sigue habiendo cambios, gente que entra y gente que se va, y poder seguir aquí en este equipo que sigue teniendo mucho talento y mucha calidad me hace sentir muy afortunada.

P.- Tras conseguir dos platas, ¿el oro olímpico es una obsesión para ti?

R.- No me gusta mucho decirlo, pero sí (se ríe). Es el único oro que me falta. No puedo decir que sea egoísta, porque es también una ambición que tenemos en el equipo. Sí es algo con lo que sueño y me obsesiono de cierta manera, aunque tampoco vamos a decir que me muero si no lo gano. Ojalá suceda.

P.- ¿Sentís que esta es la mejor oportunidad que habéis tenido, que estáis más listas que nunca, para lograr ese gran oro que le falta al waterpolo femenino?

R.- Creo que sí, creo que el equipo está muy enfocado con el objetivo. El trabajo previo que hemos hecho es muy bueno. Ha sido la preparación más potente que podríamos haber tenido, además, con la temporada que llevamos con un Europeo en enero, haciendo plata, y en febrero el Mundial, con bronce. Haber estado en esas dos competiciones en el podio dice mucho de nosotras, de la ambición, y poder concluir la temporada con unos JJOO y, por qué no, un oro, sería la guinda del pastel. Creemos en ello y vamos a por ello.

P.- ¿Qué significaría para ti?

R.- Pues significaría... No sabría ni decirte (risas). Es lo más grande que podría sucederme en mi carrera... Conseguir la dorada que me falta. Para cualquier deportista olímpico es lo más grande.

P.- Los JJOO son el punto de mayor reconocimiento para muchos deportistas y equipos. ¿Crees que luego a vosotras se os otorga el espacio que merecéis, teniendo en cuenta el gran nivel que ha dado el waterpolo femenino desde hace más de una década?

R.- A nivel olímpico se compensan bastante todos los deportes, y lo veo muy equitativo. De alguna manera, se paraliza el mundo durante estas dos semanas sólo para ver deporte y creo que es algo precioso, que nos iguala a todos. Es cierto que después podemos exigir tener más visibilidad, tener más reconocimiento, porque al final no se reduce todo a esto [a los JJOO]. Hay mucho trabajo detrás, de cuatro a cuatro años. El waterpolo no para e intentamos estar ahí arriba para llegar en las mejores condiciones en el momento indicado. Se tiene que dar mucho valor a otros momentos de la temporada y competiciones que son también muy importantes.

P.- El deporte femenino español está dando un golpe sobre la mesa en estos JJOO. Eso merece su reconocimiento.

R.- Evidentemente. Para mí engloba todo lo que es el deporte. Tanto en hombres como en mujeres, todo el sacrificio y todo el trabajo que hay detrás son muy importante. Es cierto que las mujeres no somos menos. Tiene que ser equitativo e igualitario, y no se tiene que menospreciar por el sexo. Las mujeres hemos llegado para quedarnos, para seguir poniéndonos en valor y querernos, y tener autoestima. Vamos a seguir luchando y, ojalá, que todo acabe siendo equitativo. Que todas ganemos y que todos ganemos.

P.- ¿Cómo estás disfrutando estos JJOO?

R.- Ha sido una temporada muy intensa, con un ojo muy puesto en los Juegos, pero con muchas competiciones a nivel de club y de selección. Llevamos un 2024 muy intento y tenía muy claro que en los JJOO no quería, tampoco, ir con presión. Mi objetivo era llegar en estado óptimo, tanto mental como físico, y disfrutar de los momentos más duros, de los momentos más felices, de la competición y del día a día. 

Creo que esto es muy importante y que, a veces, por X motivos se nos va de la cabeza. Se nos olvida. Es importante disfrutar con tus compañeras y, en este caso, también con las delegaciones y empujarnos entre todos.

P.- La experiencia tiene que ser muy diferente a la última, la de Tokio.

R.- Además, es eso, que como los últimos JJOO fueron un poco agridulces por el tema del contacto con otros deportistas, estos son muy diferentes. Encontrarte con caras conocidas, que te apetece saludar y pasar un rato, poder tomar un café y hablar más es algo maravilloso. En Tokio, pues tuvimos que privarnos en cierta manera porque había ese miedo de coger el Covid y no poder competir o que te echaran. Tener de vuelta todo eso es genial.

P.- ¿Y hay en la cabeza de Maica llegar a unos quintos JJOO?

R.- Esa es la famosa pregunta de este año (se ríe). Soy consciente de la edad que tengo, de lo veterana que soy y que llegar a Los Ángeles sería afrontar mis quintos JJOO. Lo veo a cuatro años y, a día de hoy, pienso más en objetivos a corto-medio plazo. Si mi cuerpo y mi mente me lo permiten, ojalá volver a competir, representar a mi país y vivir otros Juegos Olímpicos. Tiempo al tiempo. Vivo el presente y ya habrá tiempo de mirar al futuro.