La selección femenina de fútbol se blinda para lograr la gesta: el bronce que sellaría un año excepcional

Sídney, Sevilla y Lyon. Mundial, Nations League y medalla olímpica. La ciudad francesa aspira a convertirse en la tercera arista de una corona tan histórica como prematura para el fútbol femenino español. Tendrá que ser, si es, de bronce en lugar del soñado otro después de que Brasil convirtiera en pesadilla el deseo de las de Montse Tomé. 

El combinado sudamericano escribió un obituario que bien pudo escribirse ante Colombia una ronda anterior. Solo una reacción a última hora cargada de pundonor logró sofocar el ímpetu colombiano. Fue el aplazamiento de una muerte anunciada. Las sensaciones así lo barruntaban y su juego lo terminó de certificar ante Brasil. No fue el qué, sino el cómo. 

Las de Montse Tomé se vieron superadas en tiempo y forma por la estrategia sudamericana al contragolpe. No ofrecieron respuesta. Tiritantes en defensa e inoperantes en ataque. El terremoto traspasó el terreno de juego. "Estas jugadoras merecen el máximo respeto por todo lo que nos han dado y nos darán". Montse Tomé fue la primera en adelantarse a todo lo que rodearía la derrota de España ante Brasil en las semifinales de los Juegos Olímpicos de París 2024.

Mariona Caldentey se lamenta ante la celebración de las jugadoras de Brasil. EFE

Las críticas, tanto constructivas como hirientes, han sido compañeras de viaje de la Selección femenina tras la derrota. Por ello, la mayoría de ellas ha optado por aislarse para buscar la reacción en el vestuario, sin el ruido de fuera en su lucha por el bronce. 

"Estamos jodidas. Nos vais a criticar, va a caer todo lo que queráis... pero vamos a ir a por el bronce. Este equipo se merece un respeto y un crédito", decía Mariona en Cope. "Dormiremos poco. Será un día duro, pero España está aquí, España sigue e iremos a por ese bronce. Que nadie dude que lucharemos por ello", advirtió Irene Paredes.

Las jugadoras de la selección española de fútbol femenino celebran el gol de Mariona Caldentey ante Japón. REUTERS.

"Es normal que después del partido estuviéramos canalizando las emociones de dolor, rabia y de pena. Pero ya estamos pensando en lo que podemos hacer contra Alemania, tenemos ganas de pelear por ello y vamos a ir a por todas", reflexiona Tomé. "Hay más de 300 deportistas que no llegan a finales y tenemos que sentirnos unas privilegiadas. Jugar para ganar un bronce es una de las cosas más bonitas que nos pueden pasar", añade Jenni Hermoso. 

España se blinda para conjurarse antes de la pelea por el bronce. Las de Montse Tomé son las vigentes campeonas del mundo, sus futbolistas -Alexia Putellas y Aitana Bonmatí- se han pasado el Balón de Oro de unas manos a otra durante las últimas temporadas. Han brindado el mejor fútbol femenino durante el último año natural. Las críticas recibidas son el precio de sus éxitos.

El 'caso Alexia'

Para seguir repitiéndolos deberán superar a una Alemania a la que nunca han vencido. Viene el coco. Una selección germana a la que España nunca ha ganado. Tres empates y cuatro derrotas, la última, en la fase de grupos de la Eurocopa de 2022. Aunque todo ello antes del gran momento del fútbol femenino español. "Sí o sí, vamos a por la medalla", avisa Alexia Putellas, relegada al banquillo en semifinales ante Brasil. 

Su suplencia fue otra decisión polémica. Tomé apostó por un once sin Alexia, lejos de su mejor forma física, y entregó su ataque a las jóvenes Salma y Navarro junto a Jenni Hermoso y Mariona. En el centro del campo, ni Guijarro ni Putellas. La capitana del Barça no entró al campo hasta el minuto 77, cuando España ya perdía 3-0 en una debacle inesperada.

Ante Alemania el reseteo será absoluto. La atmósfera que respira la selección femenina no deja espacio a lo sucedido ante Brasil. Ni ellas ni el tiempo, ya tiene ante sí la oportunidad de lograr una medalla en su debut en unos Juegos. El Mundial y la Nations League ya han dejado espacio en la vitrina.