Rachael 'Raygun' Gunn, la bailarina australiana de breakdance que se hizo viral en los Juegos Olímpicos de París 2024, ha vuelto a estar en el centro de la polémica tras ser coronada como la número 1 del ranking mundial de las Word Dance Sport Federation (WDSF).
Su liderato en esta clasificación ha generado tanta polémica que el organismo federativo ha tenido que explicar cómo se realizar la elaboración del ranking. Según indican en un comunicado se han tenido en cuenta las cuatro mejores actuaciones de cada atleta en los últimos 12 meses. Además, no cuentan ni los clasificatorios a los Juegos Olímpicos ni los propios Juegos debido a "las cuotas limitadas de deportistas".
Gunn se alzó con el Campeonato de Oceanía de la WDSF en octubre de 2023, en el que se llevó los 1.000 puntos de la Federación Mundial de Dancesports. Un botín con el que esta profesora universitaria ha escalado hasta lo más alto, tal y como refleja el propio organismo en su página web oficial, empatada a puntos con la japonesa Riko y por delante de las mujeres que se subieron al podio en París.
Raygun se transformó en una sensación viral tras su debut olímpico, con su rutina peculiar que incluía movimientos como el "salto del canguro" y el "balanceo de serpiente".
Sin embargo, la clasificación de Raygun como la mejor bailarina a nivel mundial es un contraste drástico con su rendimiento en París, donde perdió en todas sus rondas contra oponentes de Estados Unidos, Francia y Lituania, con puntajes de 0-18.
El futuro de Raygun y del breaking
A pesar de la controversia, Raygun continúa liderando el ranking mundial, y la WDSF ha prometido ajustes en las clasificaciones tras más eventos, comenzando con la Serie Mundial Breaking for Gold en Shanghái.
Sin embargo, el futuro del breaking en los Juegos Olímpicos parece incierto. El breaking no formará parte de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, una decisión que, según algunos, se tomó mucho antes de que Raygun pisara el escenario olímpico en París.
Mientras tanto, Raygun continúa lidiando con las secuelas emocionales de su experiencia olímpica, apoyada por la comunidad australiana de breaking y la Federación Olímpica Australiana, quienes han pedido respeto hacia ella y su familia en medio de la tormenta mediática.
Aunque su ascenso al número uno del mundo ha sido visto con escepticismo, Raygun sigue siendo una figura central en la conversación sobre la evolución del breaking como deporte competitivo y su relación con la cultura hip hop.