En la carrera de resistencia más prestigiosa del mundo, que se celebra desde 1923 en el circuito francés de La Sarthe, se dan cita ex pilotos de Fórmula 1 como es el caso de Mark Webber y celebridades como Fabien Barthez, ex portero de la selección francesa de fútbol. Pero también hay hueco para pilotos amateurs, algunos con una tremenda historia de superación a sus espaldas. Ese es el caso de Frédéric Sausset (13 de febrero de 1969, Blois, Francia), que se convertirá este fin de semana en el primer cuádruple amputado que correrá las 24 Horas de Le Mans gracias a los avances de la tecnología.
Fue hace cuatro años cuando su vida cambio de forma radical. A finales de julio de 2012, durante unas vacaciones en Las Landas, un inofensivo rasguño en un dedo derivó en una grave infección provocada por una bacteria. Tras un mes en coma, primero en el Hospital de Bayona y después en el Universitario Regional de Tours, los médicos tomaron la decisión de recurrir a la amputación para controlar la septicemia necrosante que le devoraba el cuerpo.
Lograron salvar su vida y con las piernas amputadas por encima de las rodillas y sus brazos en distintos niveles (el derecho a la altura de la mano y el izquierdo por debajo del codo), Sausset se enfrentó a siete meses de rehabilitación en el centro Bel Air en La Membrolle-sur-Choisille, cerca de Tours. Cuando en mayo de 2013 recibe el alta médica, toma la decisión de crear el Sausset Racing Team 41 (SRT41) con el firme propósito de correr algún día las 24 Horas de Le Mans.
Un sueño que cumplirá este fin de semana en la mítica carrera de resistencia después de presentar su proyecto y convertirse en el ganador del Garaje 56, la invitación que la organización reserva para un equipo que representa un desafío tecnológico o humano excepcional, incluso si no cumple las reglas técnicas.
Para ello, el expiloto Christophe Tinseau se encargó de preparar un Morgan-Nissan de la categoría LMP2 adaptado a las necesidades del que será su compañero de competición junto con Jean-Bernard Bouvet. Con la ayuda de los miembros de su equipo y de una grúa de la que se cuelga para instalarse dentro del prototipo, Sausset inserta la extremidad superior derecha en una prótesis que le permite girar hacia la izquierda y la derecha.
El cambio es automático, mientras que el acelerador y el freno los maneja con los muslos desde el asiento. El piloto francés, de 46 años, se ha preparado haciendo varios test y ha participado en carreras como las 6 Horas de Barcelona y las 6 Horas de MotorLand.
“Cuatro años después de mi enfermedad, estoy en las 24 Horas de Le Mans. Para mí, el reto ya está ganado pero mi objetivo es ver ondear la bandera de cuadros”, confiesa Sausset, que después volverá a la rutina de su tienda de ropa, en la que emplea a 16 personas.