Gelete y Pablo Nieto han regresado a su rutina después del fallecimiento de su padre el pasado día 3. Los hermanos están de vuelta en el campeonato del mundo, que este fin de semana hace parada en el Red Bull Ring austriaco. Ambos han vuelto a su trabajo lo antes posible para tratar de aliviar el dolor y la incredulidad que deja su pérdida. “No me lo creo y tampoco me puedo explicar que mi padre ya no esté aquí, porque siempre he pensado que mi padre era eterno. Para mí sigue siendo eterno pero, desgraciadamente, ya no está aquí con nosotros”, concede Pablo Nieto, team manager del Sky VR46 de Moto2 y Moto3, mientras que su hermano Gelete desempeña el papel de director deportivo del equipo Reale Avintia de MotoGP.
Los hermanos Nieto preparan estos días un homenaje a su padre en Madrid. Les gustaría que se celebrase el próximo 2 de septiembre y que esté abierto a todo el mundo que desee dar el último adiós al 12+1 veces campeón del mundo, cuyas cenizas también descansarán en la capital de España en un campito que posee la familia Nieto.
“Queremos que el homenaje a mi padre en Madrid sea el día 2 de septiembre, que es el fin de semana después de Silverstone. Si no, ya tendríamos que ir a una fecha mucho más posterior, porque luego vienen Misano y MotorLand. Nos iríamos a finales de septiembre. Se va a hacer un evento bastante grande y tiene que estar muy bien organizado, con lo que no sabemos si estamos en tiempo", comentó Pablo.
"Nos gustaría que todo esto estuviera arropado por el Gobierno, que nos ha dicho que nos va a ayudar en todo lo que sea posible, y eso es importantísimo por la magnitud de lo que pueda llegar a suceder. Hay que hacer algo bien hecho con el apoyo y la ayuda de todo el mundo. Queremos que sea un homenaje muy bonito para que él, desde donde esté, lo pueda ver y se sienta orgulloso. Queremos hacer una despedida para todo el mundo que quiera dar el último adiós a mi padre. Él se merece algo así”, explica el mediano de los hermanos Nieto, al que le han impresionado las muestras de cariño de todo tipo de gente y condición.
“Siempre he pensado que mi padre era único e increíble, pero lo de estos días nos ha superado. Lo que hizo mi padre por este deporte a nivel mundial es algo increíble y creo que la gente realmente ha sentido su fallecimiento. La gente me ha parado por la calle y me he dado cuenta de que lo que me decían era realmente de corazón. Mi padre llegaba a todo tipo de público, a todo el mundo, y eso es lo que ha marcado la diferencia. Mi padre se retiró en 1986 y todavía seguía siendo un personaje público increíble, porque le conocían hasta los chavales de ocho años. Ahí es donde realmente te das cuenta de la magnitud de lo que ha hecho mi padre y de la persona que era”, narra emocionado, y recuerda cómo se agotaron las flores en Ibiza o cómo la Guardia Civil mostró sus respetos a su padre en su último adiós.
“Me llamaron de un sitio y me dijeron ‘Pablo, lo sentimos, pero no podemos mandaros más flores porque se han acabado en Ibiza’. Se me puso la piel de gallina. Luego, desde el tanatorio a la iglesia, nos escoltó la Guardia Civil y pararon Ibiza. Después nos escoltaron 500 motos porque se presentaron allí y nos dijeron que querían escoltar a mi padre. Después, en la primera rotonda, toda la Guardia Civil se cuadró y nos hizo un saludo militar. ¡No nos lo podíamos creer! Queremos agradecérselo a ellos y a todo el mundo que hizo que fuera algo especial”, concluye.