Marc Márquez (Repsol Honda), segundo en la carrera de MotoGP del Gran Premio de Austria, reconoció "honesto" que "a mitad de carrera sabía que no era el día" y que acostumbrado como está a ganar ser segundo "sabe a poco".
"Ha bajado la temperatura y hemos elegido mal el neumático trasero, lo cual no quita ningún mérito a Dovizioso, que ha hecho la estrategia perfecta y nos ha ganado y en las siete últimas vueltas iba casi jugando con nosotros, porque tenía algo más y no lo ha utilizado hasta la última vuelta", asegura Márquez.
Al referirse al adelantamiento final, el piloto de Repsol Honda comentó que había decidido "entrar en un punto intermedio, pero con la mala suerte de que se me ha enganchado la protección del freno delantero en alguna parte de su moto y me ha llevado con él".
"Cuando yo he querido frenar fuerte para recortar hacia dentro como hizo él en 2017, esta pieza estaba enganchada y por un momento pensé que me caería, pero por suerte ha saltado y se ha roto, con lo que he podido parar la moto y hacer segundo, que no está nada mal puesto que son veinte puntos", afirmó Márquez.
"La Ducati se me ponía en paralelo en la recta y no porque corriera más sino porque mi moto patinaba pero en lo que a motor se refiere estamos bastante parecidos, pero mi moto patinaba más por el error en la elección del neumático trasero", reconoció.
Al hablar en clave de campeonato, una vez más Marc Márquez aseguró que "nunca he dicho que sea fácil, pero lo que destaco más es que cuando sufrimos nos quedamos a un segundo de la victoria, salvo Holanda".
"Siempre hemos estado ahí y es lo que hay que destacar, pero también que los rivales no se rinden y que vienen circuitos como Silverstone en el que las Yamaha no se van a rendir y nosotros tenemos que seguir nuestro plan para ganar el campeonato, que es el objetivo", insistió el líder del equipo Repsol Honda.
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