Tras un estreno muy positivo, Fernando Alonso se encontró con la cara más desagradable del Dakar. El rally más duro del mundo se ha ganado su fama por días como el de hoy para el asturiano. El dos veces campeón del mundo de Fórmula 1 y su copiloto, Marc Coma, consiguieron reparar el Toyota Hilux, con el que compiten para poder seguir en carrera, aunque alejados de la cabeza tras perder dos horas y media durante la reparación.
Al llegar al campamento, Alonso explicó que a mitad de etapa chocó contra algo que no pudo identificar porque estaba rodando "en el polvo más increíble" durante más de 120 kilómetros, a rueda del automóvil del holandés Erik Van de Loon. "No sabemos ni lo que era. No se veía nada. Hemos hecho 48 kilómetros muy rápidos hasta que hemos cogido a Van de Loon, que estaba delante nuestro", relató Alonso sobre el incidente que provocó la rotura y la suspensión de la rueda delantera izquierda.
El asturiano añadió que él y Coma decidieron esperar al camión de asistencia, una de las unidades que compite en la categoría de camiones que lleva piezas de repuestos del Toyota. "Como llegaría en cuatro o cinco horas, nos hemos puesto a repararlo, con calma pero manos a la obra. Quitamos las partes que podíamos desmontar y como teníamos contacto con el equipo, íbamos informando de nuestros progresos", indicó Alonso.
Luego le quedaban 120 kilómetros hasta el final de la etapa, una distancia que han completado "con cuidado", a un ritmo más lento porque iban sin freno delantero, ya que se habían visto obligados a cortar la suspensión y el brazo de la dirección. "Se trata de una experiencia más. Hay que vivir el Dakar con todos los extras, y esto es una parte más de la carrera", apuntó Alonso.
"En general las sensaciones de hoy son buenas. Estoy contento de seguir aquí porque el objetivo es acabar el Dakar y vivir toda la experiencia de principio a fin. El resultado de hoy es la parte negativa", agregó. Alonso comentó que el percance ocurrido en esta etapa es igual de fastidioso que otro incidente similar por el que pasó hace poco en el Rally de Marruecos, donde también rompieron la estructura de una rueda delantera. "Ha sido un buen día aunque solo 48 kilómetros. Creo que estábamos entre los dos o tres primeros. La navegación estaba siendo perfecta y luego pasó esto", lamentó.
No todo está perdido
En el momento del accidente Alonso estaba haciendo el cuarto mejor tiempo de la etapa, un resultado que de mantenerlo lo hubiese hecho meterse dentro de los diez primeros de la clasificación general.
Por mucho que todas las miradas estuvieran puestas en él desde que anunció oficialmente que disputaría esta edición del Dakar, Alonso siempre fue realista con respecto a sus opciones. El único objetivo que se impuso el asturiano fue el de disfrutar de la experiencia y lograr llegar a la meta el 17 de enero.
El duro revés que han sufrido Alonso y Coma en esta segunda jornada no es sino una experiencia más en el Dakar. Los campeones más grandes de esta prueba también han saboreado el amargor de un accidente o una avería mecánica que les ha dejado sin opciones.
El trabajo de Alonso para los próximos once días de competición, y diez etapas, se debe centrar en seguir siendo rápido, aprender y llevar su Toyota Hilux hasta la meta en Al-Qiddiya.
[Más información: Fernando Alonso se queda tirado, pierde casi tres horas y sus opciones al Dakar 2020]