El 24 de julio de 1991, nacía en Burgos Cristina Gutiérrez Herrero, en el seno de una familia dedicada a la medicina. Según cuenta ella misma, desde pequeña, su padre le inculcó la pasión por el mundo del motor a través de historias que este le contaba sobre pilotos, coches y motos. En 1997, cuando apenas tenía 6 años, sus padres le regalaron su primera moto. Fue ese día, seguramente, cuando se empezó a forjar la historia de la que hoy es leyenda viva del deporte femenino de motor.

En 2010, con 19 años, confirmó que lo que hasta entonces había sido un simple hobby, se había convertido en su gran pasión. Fue en la prueba 'Históricos Baja Tierras del Cid', en su Burgos natal donde, además, contó con su hermano como copiloto. Sin ella saberlo, su carrera como piloto acababa de comenzar.

Mientras compaginaba sus estudios de odontología con el mundo del motor, en 2012 llegó su primer gran triunfo. Fue Campeona de España absoluta femenina CERTT, título que ganaría durante seis años consecutivos. Aunque su confirmación como piloto profesional llegaría en 2015. Ese año, llegó su primer patrocinador y se proclamó subcampeona de España, siendo la primera mujer en quedar tan alto en la clasificación nacional. A partir de ahí, el resto es historia. 

Cristina Gutiérrez, de pequeña, al volante de un coche. cristinagutierrezpiloto.com

Desde que participara, en 2017, en su primer Rally Dakar su carrera creció como la espuma, logrando, incluso, un título histórico en el mundo del motor que nadie podrá arrebatarle: se convirtió en la primera mujer española en finalizar el Dakar. Desde entonces, ha participado en cuatro ediciones más, siendo 'finisher' en todas ellas. Actualmente compagina sus dos grandes pasiones: odontología y pilotaje. 

Si ahora te preguntase cuál es tu profesión, ¿qué me dirías?

Pues ahora mismo te respondería que piloto y dentista (risas). Las dos.

¿Cómo es posible que una persona tenga dos profesiones tan dispares, de dónde te viene?

Desde que nací mi padre tenía una afición muy grande por el mundo del motor y yo, desde muy pequeñita, me veía atraída por esta profesión, por esta pasión. Al final, durante años y años fui practicando, fui cogiendo coches y demás.

La pasión del motor fue antes de la odontología, obviamente. Ha sido la vida que, un poco por inercia, me ha llevado a estas dos profesiones y sí que es posible, en cualquier caso, tenerlas aunque hay que compartir el tiempo con las dos, claro. Por eso, al final fui haciendo lo que me iba gustando.

¿Cómo es el día a día de Cristina Gutiérrez? 

Es un día muy lleno de cosas que hacer. Entrenamos por la mañana y a la clínica voy por las tardes. Algún día a la semana lo dedico a venir a Madrid para organizar un poco la semana, los eventos y demás. Y lo compagino, también, con los entrenamientos. Es una vida un poco intensa, pero al final todo se lleva bien. Yo soy una persona muy activa y si no tuviese esto, probablemente, buscaría otra alternativa.

¿Es un lujo poder dedicarte a las dos profesiones que te apasionan?

Sí, claro. Estoy muy agradecida a la vida y a lo que me va surgiendo. Al final hay que tener un poquito de suerte, también, para entrar en el mundo del motor y que los sponsors se fijen en ti y tú puedas correr. Sí que es verdad que nos lo hemos trabajado mucho y que nada sin trabajo puede ser casual.

Si lo vas trabajando todo mucho y pensando cada año en mejorar, al final te mantienes. Todo sin trabajo no se podría hacer, pero sí considero que hay un poco de factor suerte y factor trabajo. Estoy agradecida a la vida pero también esto lleva un trabajo detrás.

Cristina Gutiérrez finaliza su cuarto Rally Dakar

¿Te consideras, en ese sentido, un ejemplo a segur? 

Hay gente que se podrá fijar en mí, no solo mujeres sino hombres también. Si te gusta algo y quieres algo de verdad, no hay ningún límite que te lo impida. Al final yo creo que es un poco actitud y voluntad, y si la tienes puedes hacer lo que quieras. Como ejemplo a seguir, imagino que igual alguna persona pueda ver que su camino es un poco parecido al mío y si alguna vez he podido servir de ejemplo a alguien pues encantadísima.



¿Cómo una burgalesa acaba en un desierto corriendo el Dakar? 

Pues no lo sé ni yo (risas). El Dakar, realmente, nunca me lo plantee cuando empecé. Sabía de la carrera y demás pero jamás me lo imaginaba porque ni de broma lo veía cercano. Un poco lo que ha sido la evolución de mi carrera deportiva durante estos años y los pequeños objetivos que me iba marcando con el tiempo, pues al final la inercia te lleva un poco a buscar esos límites del sector donde corría y, en este caso, es el Dakar.

Es una disciplina que me encanta porque no solo es competir sino también es una parte mental, de maduración y de vivencia personal que me atrae y, al final, acabé en el desierto como dices (risas). 

Has participado en cuatro y los has acabado todos… ¡Que se dice pronto!

Sí, he acabado los cuatro. Lleva mucho trabajo. Es verdad que siempre hemos intentado ir lo mejor armados posible y con la mejor preparación. Al principio el objetivo siempre ha sido acabar -en los cuatro- pero cada año intentando mejorar la posición del año anterior, mejorando la estructura y mejorando un poco cada año.

Poquito a poquito pero tratando de evolucionar algo más. Me siento muy afortunada de haber acabado los cuatro porque si es muy complicado acabar uno, tener cuatro seguidos es súper bonito. 



¿Cuál ha sido el más especial?

El más especial fue el primero, lógicamente, porque todo para mí era nuevo. Pero el que más recuerdo fue el segundo porque fue el más duro. Cuando hay dificultades, en el momento lo pasas fatal pero luego es el recuerdo que más se te queda y del que más aprendes. Fue en el que peor lo pasé. 

Cristina Gutiérrez durante el Rally Dakar 2020. Cristina Gutiérrez

¿Cómo es el hecho de ser mujer en un mundo en el que, tradicionalmente, se ha etiquetado como 'un mundo de hombres'?

La verdad es que me siento muy bien. Es una disciplina muy masculina pero cada vez se ve a más chicas y somos muy bien recibidas. Nos animan un montón a que empecemos y a que sigamos.

Es verdad que somos muy pocas, solo el 2% de toda la carrera, pero se está trabajando mucho en que las mujeres vean más accesible el mundo del motor. España es el país que más está haciendo por introducir a la mujer en el sector del automóvil o del motociclismo.

¿Cómo se explica que en esta última edición del Dakar solo haya habido 12 mujeres entre los 572 participantes, es decir, solo un 2% de participantes? 

Creo que porque al final es lo que digo. Es un deporte que, por probabilidad, siempre ha sido muy masculino imagino que por los gustos de las niñas. Lo que está claro es que ahora sí tenemos la libertad para elegir lo que a cada uno le gusta y creo que a cualquier persona, sea chica o chico, si le gusta algo tiene esa libertad de poder hacerlo sin que nadie le diga que no puede.

Eso es lo bueno. Al final estamos abriendo el camino entre todas, ya no solo pilotos, también copilotos, ingenieras, periodistas... Todo el mundo que se mueve en este entorno al final es pionero y hace más fácil que veamos más mujeres. 

¿Crees entonces que se están rompiendo los tabús que hay en el mundo del motor?

Sí que es verdad que dentro del mundillo es como que cuesta creer que una mujer pueda entrar y ser competitiva. Cuesta creerlo pero a base de resultados se está haciendo. Por ejemplo, Laia Sanz, en motos, está rompiendo esas barreras. Una mujer, físicamente, lo tiene muy complicado. Pero ella, como el Dakar no es solamente algo físico, está quedando entre los 10 primeros en la general.

El motor es una disciplina que, a diferencia de otras, es inclusiva, es decir, corremos todos juntos. No hay disciplina de mujeres y de hombres. Estamos todos corriendo bajo la misma vara de medir, competimos todos a la vez. No es un deporte en el que el físico marque la diferencia. Vas subida dentro de un coche entonces depende de muchas más cosas que el físico.

Está la cabeza, la máquina, el equipo... Muchísimas cosas. Eso lo hace ser un deporte muy bonito en ese sentido y es lo que más me gusta, que estamos siendo muy competitivas. Es un deporte de los más inclusivos que hay hoy en día, aunque parezca mentira.

"Estamos abriendo el camino entre todas. No solo pilotos, también copilotos, ingenieras, periodistas..."

Cristina Gutiérrez, piloto

¿Has vivido algún episodio en el que se te ha menospreciado o desprestigiado por el hecho de ser mujer?

No, directamente hacia mí no. Lo que sí que es verdad es que cuando empecé a buscar patrocinios, la gente te toma menos en serio. No es por nada en especial sino porque es raro. Es como que no están acostumbrados o no lo estaban, entonces romper esa barrera de desconfianza cuesta. Pero comentarios directamente hacia mí no he escuchado nunca. 



¿Cómo fue, como mujer, correr en un país como Arabia Saudí en el que la mujer no tiene reconocidos ciertos derechos?

Al principio, cuando me entrevistaban, no sabía muy bien qué contestar porque no lo había vivido pero estaba con mucha tranquilidad porque desde la organización nos dijeron que todo estaba bien, que no iba a haber ningún problema y siempre he sido muy cauta con lo que decía.

Una vez que he estado allí, lo he visto y he visto cómo actúa la gente dentro de un país tan restrictivo como es Arabia, la verdad es que estoy encantada. Nos han tratado genial, la gente es súper amable y no tengo nada que decir en contra. Al final son culturas muy diferentes y hay que adaptarse. 



Incluso os dieron un dossier con normas a seguir...

Sí, pero era para todos, para hombres y para mujeres. Tienes que tener un cierto decoro a la hora de vestir y demostrar poco tus sentimientos. Es un país bastante cerrado pero para todos, no solamente para la mujer.

Al final intentas adaptarte porque como en todos los países hay unas normas que, imagino que para ellos, hay que cumplir. Lo bueno es que el país se está abriendo mucho al turismo, están cambiando muchas cosas muy rápido y creo que hay que darles tiempo también. 

Fuiste la primera mujer española en acabar un Rally Dakar. Ese dato siempre va a estar ahí por mucho que pasen los años y se te va a recordar como una pionera. ¿Qué sientes cuando lo piensas?

Es de las cosas más bonitas que tengo en el palmarés. El poder haberlo conseguido y que ya nadie más lo puede volver a hacer es una cosa que está ahí. Antes de hacerlo no lo pensé porque me metían mucha presión y yo me dije 'mira, si es, es y si no pues bien'. Pero la verdad es que el haberlo conseguido y el haberlo hecho siempre lo voy a tener ahí. Es como un pedacito de la historia que me quedo para mí.

Cristina Gutiérrez durante una prueba del Rally Dakar. cristinagutierrezpiloto.com

Hay mucha gente que cuando escucha la palabra 'Dakar' se le viene tu nombre a la cabeza. ¿Qué se siente, como mujer piloto, haber conseguido posicionarse en el mapa en una profesión en la que no hay apenas mujeres?

Mucha felicidad. Era mi objetivo cuando empecé. Cuando acabé mi primer Dakar mi objetivo era mantenerme en la carrera. No sabía ni por cuántos años iba a ser, pero sí quería hacerme un pequeño hueco y poco a poco se está cumpliendo. Intentaremos seguir haciéndolo y mejorando. Me siento muy bien y muy agradecida. Hay mucho trabajo detrás pero la recompensa es muy bonita. 



Este domingo es el Día Internacional de la Mujer, no sé si tú, como mujer pionera en el deporte de motor, quieres lanzar algún mensaje motivacional para todas ellas.

El mensaje va a ser para todos. Creo que, al final, somos una sociedad de personas y todos tenemos derecho a hacer lo que nos gusta y lo que nos llena y nadie te tiene que limitar a nada, ni hombres ni mujeres. Hay que luchar por lo que uno quiere, con nuestras sus fuerzas, y sobre todo que la gente que está a nuestro alrededor nos apoye. Sobre todo eso.

Imagino que el sueño de cualquier piloto es poder competir al lado de grandes referentes del motor como Fernando Alonso o Carlos Sainz. ¿Qué ha supuesto para ti?

Ha sido increíble. Alonso siempre ha sido mi ídolo, desde muy pequeñita, y que te digan que va a correr contigo contra ti en la misma carrera... Al principio no te lo crees pero luego cuando le ves allí y además hemos estado en contacto, es como surrealista. Luego te das cuenta de que son humanos, que son personas y que te tratan de tú a tú súper normal. Los humanizas bastante y es increíble. Es como un sueño. Este mundo, al final, me ha hecho cumplir sueños que jamás pensé. 

¿Estás lista para que, dentro de unos años, a otra futura piloto le hagan esta misma pregunta pero con tu nombre?

No sé si estaré preparada pero si es así significará que han ido bien las cosas, que hemos trabajado muy bien y que el trabajo ha dado sus frutos así que espero que sí que pase. 

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