El holandés Max Verstappen (Red Bull), que abandonó el pasado domingo, pero ganó los dos años anteriores en el circuito propiedad de su escudería, anunció contraataque al liderar este viernes los entrenamientos libres del Gran Premio de Estiria, el segundo del Mundial de Fórmula Uno, en el mismo escenario y con idénticas características que el de Austria del pasado domingo.
Verstappen, de 22 años, que aún podría convertirse este año en el ganador del certamen más joven de la historia -si logra destronar al séxtuple campeón mundial inglés Lewis Hamilton (Mercedes)- fue el mejor en los ensayos para el Gran Premio de Estiria, la región austriaca en la que se encuentra el Red Bull Ring de Spielberg. Donde el mexicano Sergio Pérez (Racing Point) marcó el tercer tiempo; y el español Carlos Sainz (McLaren), el quinto.
'Mad Max' marcó la vuelta rápida en la segunda sesión, en la que se marcaron los mejores cronos, todos con neumático blando y en la primera hora de los 90 minutos de la sesión, antes de probar tandas largas. El neerlandés lo logró al cubrir, en la mejor de sus 27 vueltas vespertinas, los 4.318 metros del circuito en un minuto, tres segundos y 660 milésimas, 43 menos que el finés Valtteri Bottas (Mercedes), primer líder del Mundial tras ganar el pasado domingo.
Los ensayos discurrieron con buen tiempo -la sesión vespertina concluyó con 31 grados centígrados ambientales y 44 en el asfalto-, pero las previsiones meteorológicas amenazan fuertes tormentas para el sábado; y podría aplazarse al domingo una calificación tampoco segura del todo durante las primeras horas de la jornada dominical, en las que también podría diluviar sobre el Red Bull Ring.
Si así fuera -que se cancelase la calificación-, los tiempos de este viernes acabarían determinando la parrilla de salida de la segunda carrera del año. Por lo que el mexicano 'Checo' Pérez, sexto el pasado domingo, saldría tercero, en una segunda fila que ocuparía junto a su compañero en Racing Point, el canadiense Lance Stroll.
Sainz, contento
Sainz, "un poco más contento" con su coche que el pasado fin de semana, que advirtió de que la posibilidad de que se cancele la calificación es real, acabó con el quinto tiempo. El talentoso piloto madrileño -que el año próximo correrá en Ferrari- arrancaría desde una hipotética tercera hilera al lado del otro Mercedes, el de Hamilton, que apunta este curso a igualar el récord histórico de siete Mundiales del alemán Michael Schumacher, convaleciente aún del grave accidente de esquí que sufrió a finales de 2013.
Pero sin anticiparse a los acontecimientos, de nuevo a puerta cerrada y con fuertes medidas de seguridad sanitarias, lo único cierto es que arrancaron los ensayos de la segunda prueba del Mundial de la pandemia. Que, de momento, será la segunda de las 10 primeras, ya que este viernes la FIA (Federación Internacional del Automóvil), que prevé un torneo de entre 15 y 18, anunció el Gran Premio de la Toscana -en Mugello-, el 13 de septiembre y una semana después del de Italia, como es habitual, en Monza; y el de Rusia, en el anillo olímpico de Sochi, el 27 de ese mes.
Italia será, de momento, el tercer país que repita prueba, aunque en distinto circuito, en este Mundial de F1. Lo será después de Austria, que alberga su segundo Gran Premio; y de Inglaterra, que, tras el Gran Premio de Hungría del próximo fin de semana, organizará dos en agosto y en Silverstone: el tradicional Gran Premio de Gran Bretaña y, siete días más tarde -el día 9-, el del 70 Aniversario, en homenaje a la primera carrera de la historia de la F1.
'Checo', que ya brilló durante el pasado fin de semana con su "Mercedes rosa" -no son pocos los que afirman que su monoplaza, con ese motor alemán, es un calco de las 'flechas de plata' de 2019- había sido el más rápido en el primer libre, en el que Sainz fue séptimo. El bravo piloto tapatío mejoró en 96 milésimas a Verstappen, retirado el pasado domingo, por una avería eléctrica, en la undécima de las 71 vueltas: las mismas que están previstas este domingo, para completar un recorrido de 306 kilómetros y medio.
La principal incidencia de esa sesión, en la que los Mercedes de Bottas y Hamilton marcaron el tercer y el cuarto tiempo -con medio, a diferencia del resto, que lo hizo con neumático blando- fue la bandera roja para que la grúa sacase de pista el Williams del debutante canadiense Nicholas Latifi. Ésa y la penalización del joven inglés Lando Norris, compañero de Sainz en McLaren, que el domingo firmo su primer podio en F1, al acabar tercero.
Lando, octavo en los libres de este viernes, perderá tres plazas en parrilla, por adelantar con banderas amarillas durante la sesión matinal. El segundo ensayo también estuvo parado unos minutos a causa de otra bandera roja: la que provocó el australiano Daniel Ricciardo, tras estrellar -sin mayores consecuencias- su Renault en la novena de las diez curvas de la pista austriaca.
Tras Alonso
El asiento de Ricciardo, que reemplazará a Sainz en McLaren, lo ocupará el año próximo, en la escudería del rombo, otro español: Fernando Alonso. El doble campeón del mundo asturiano (2005 y 2006), que regresa a la escudería con la que festejó sus dos títulos, protagonizó el miércoles, con el anuncio de su retorno a la categoría reina, en la que firmó las 32 victorias que cuenta España a lo largo de toda su historia en la F1, el gran bombazo informativo del arranque del Mundial.
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