El piloto del equipo Ferrari Charles Leclerc ha querido salir al paso de los rumores y las acusaciones que lo han tildado de racista en las últimas fechas por no querer hacer el gesto de poner una rodilla en el suelo durante los actos conjuntos que llevan a cabo los pilotos antes de las carreras.
Este gesto, que se hizo muy popular y viral tras la muerte de George Floyd, fue introducido de alguna en la Fórmula 1 por Lewis Hamilton en su cruzada particular contra el racismo en la que apenas ha dejado opinar o manifestarse a sus compañeros. El inglés ha aprovechado su protagonismo, su figura y su poder para casi imponer al resto de pilotos cómo deben actuar y comportarse a la hora de condenar este tipo de actos.
Casi todos han acatado las sugerencias del seis veces campeón del mundo, aunque ha habido alguno que ha sacado los pies del tiesto del inglés y que ha preferido expresarse a su propio manera y con su propia forma de entender el conflicto. Algunos que no han seguido los preceptos del pilotos han sido los que formarán pareja de equipo el próximo año en Ferrari, Carlos Sainz y Charles Leclerc.
El monegasco ha sido uno de los que más ha sufrido en sus carnes la cierta tiranía que ha mostrado Hamilton con el resto de sus compañeros, amparado también por la defensa de algunos medios que han querido seguir el cuento para no enfadar al líder del equipo de Toto Wolf y que han cargado las tintas contra un Leclerc que se ha visto obligado a defenderse a través de su perfil de Twitter.
Palabra de Leclerc
"Es muy triste ver cómo algunas personas manipulan mis palabras para hacer titulares haciéndome parecer racista. No soy racista y odio absolutamente el racismo. El racismo es repugnante", así comenzaba el piloto del equipo Ferrari, harto de los rumores.
"Dejen de ponerme en el mismo grupo que estas personas desagradables, que discriminan a otros por su color de piel, religión o género. No soy parte de ellos y nunca lo seré. Siempre he sido respetuoso con todos y ese debería ser el estándar en el mundo de hoy".
"Y a quienquiera que quieran usar mi imagen para promover sus ideas equivocadas, por favor, deténgase. No me gusta la política y no quiero involucrarme en eso". Leclerc se mostraba muy contundente con aquellos que han querido manchar su nombre con un tema tan delicado como es el racismo y que tan de actualidad ha estado en los últimos meses.
"Simplemente ya no quiero ser juzgado. Como he dicho muchas veces antes, soy bastante activo en las redes sociales y simplemente no acepto que me llamen más como me han llamado en las últimas semanas, obviamente negativamente, solo por no arrodillarme".
"Eso es todo. Solo quería hacer un tuit sencillo para expresar mis sentimientos y eso es todo". De esta forma finalizaba Charles Leclerc sus mensajes a través de su perfil oficial de Twitter, con la intención de zanjar de una vez por todas cualquier rumor acerca de su visión sobre el racismo.
[Más información: Ferrari rompe las esperanzas del debut de Sainz: "Hasta 2022 no seremos competitivos"]