Fernando Alonso ya ha vuelto a sentir el gusanillo de la velocidad de la Indy en sus propias carnes. El piloto asturiano se ha vuelto a subir a un monoplaza de competición y ya ha comenzado su preparación exprés para atacar el sueño de las 500 Millas de Indianápolis y de la Triple Corona, y no ha quedado descontento con las sensaciones.
El español ha firmado un quinto puesto en las primeras sesiones de entrenamientos, aunque afirma que quedan muchas cosas por pulir y comprobar el rendimiento del resto de favoritos para ver exactamente dónde están, así como probar al coche en otro tipo de formatos y reglajes para llegar con garantías a los momentos importantes.
El asturiano se montó muy pronto en su Arrow McLaren SP con el dorsal 66 para dar sus primeras vueltas y superar, casi sin esfuerzo, el rutinario refresher test que le obliga a pasar la organización de la carrera para poder estar en la clasificación del sábado. El piloto español completó las 30 primeras vueltas por encima de las 215 millas por horas necesarias. En sus primeras 47 vueltas al óvalo de Indianápolis, su media fue de 219.052 millas por hora, la quinta más rápida al final de la sesión entre los pilotos que tuvieron que pasar el refresher test y los rookies.
Por ello, Fernando no se mostraba descontento con el rendimiento inicial: "No está mal el inicio, pero ahora cuando rodemos con los demás podremos ver mejor dónde estamos. Hay que trabajar en más escenarios que rodando solos para ir mejorando el coche durante la semana", aseguraba el nuevo corredor del equipo Renault de Fórmula 1 en la NBC.
Alonso se mostró contento con el estado de un McLaren que promete dar mucha más guerra que el año pasado, y se mostraba agradecido de no haber sufrido ningún accidente ni contratiempo: "Ha sido un arranque limpio. La velocidad está ahí y el coche va a estar en un lugar razonable dada la experiencia del equipo. El ritmo de trabajo es más relajado, no tenemos que caer en el estrés porque estaremos en una posición más competitiva. Estoy contento".
Sensaciones positivas
Fernando se consolidó como el mejor de los motores Cheverolet, incluso por encima de los temidos Penske, a pesar de que se trata del inicio de un largo camino que concluirá el día 23 de agosto con el todo o nada de la carrera. Fernando terminó completando una positiva tanda de 11 vueltas a una velocidad media de 223,238 millas por hora, o lo que es lo mismo, 359,267 km/h.
Al final, Fernando se marchaba satisfecho con su rendimiento y con el coche tras una primera sesión en la que completó casi 80 vueltas y en la que no estuvo en una mala disposición para poder soñar con la hazaña de competir contras las bestias de Andretti o Ganasi.
Alonso pudo probar también por primera vez las sensaciones de conducción del aeroscreen, el nuevo sistema de 'parabrisas' a modo de pantalla que estrenan la mayoría de los pilotos, y cuál parece ser hasta el momento el punto más débil del monoplaza, las tandas de vueltas sin rebufo, indicativo del rendimiento que puede dar el coche en la clasificación, y donde el Arrow Mercedes SP solo firmó el 22º mejor registro con una mejor vuelta a 218,523 millas por horas. El nuevo coche de Fernando deja motivos para la ilusión, pero también para el trabajo.
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