La situación de Ferrari es cada vez más dantesca. Cada fin de semana, sus resultados son peores, pero, sobre todo, lo que denota una decadencia extrema es el ritmo que tiene el SF1000 esta temporada, que le dan igual los circuitos y las condiciones climatológicas. Además, cada vez aparecen más ataques internos. El último comentario negativo hacia la escudería italiana llegó por parte de su CEO, Louis Camilleri.
La temporada del equipo está siendo realmente mala y solo es capaz de puntuar en carreras como la de Mugello, en el GP de la Toscana donde reinó el caos tras un accidente en una se las salidas relanzadas tras un Safety Car y que provocó una bandera roja. Ferrari, que celebraba su Gran Premio número 1000, consiguió esquivar el caos y gracias a eso fue subiendo posiciones.
Sin embargo, se pudo comprobar una vez más como la decadencia del equipo es absoluta cuando Charles Leclerc, que llegó a rodar en tercera posición en un momento de la carrera, vio como todos los coches, uno a uno, le fueron adelantando por la alarmante falta de ritmo del Ferrari. Una verdadera desgracia para el piloto monegasco que se desesperaba desde el interior de su monoplaza.
Finalmente, consiguió terminar la carrera en octava posición, mientras que su compañero Sebastian Vettel fue décimo. Un resultado que no hubiera sido del todo malo si no hubieran abandonado pilotos como Carlos Sainz, Lance Stroll, Esteban Ocon o Max Verstappen, pilotos todos ellos con mayor ritmo de carrera. Tal es así que Ferrari no solo está a años luz de Mercedes o de ser el mejor equipo del resto, posición que ocupa RedBull, sino que también está lejos de la pelea de la clase media en la que están inmersos Renault, McLaren y Racing Point.
Por eso, el CEO de la Scuderia, Louis Camilleri, no ha querido esconder la profunda decepción que les invade: "Sabemos que estamos en un hoyo. Es una confluencia de factores, pero cualquier cosa que diga se verá como excusa. Y no nos gustan las excusas. Así que lo que importa es centrarnos en los problemas que tenemos y trabajar duro con determinación para volver al que consideramos que es nuestro lugar legítimo".
Así de apesadumbrado se mostraba en unas declaraciones recogidas por el medio Motorsport. Además, lo más duro no está siendo la caída del equipo, sino que todos son conscientes de que la reconstrucción no será de la noche a la mañana y que llevará su tiempo, un tiempo donde los fracasos se sucederán.
Ferrari ni siquiera piensa en 2021
"De manera realista, va a ser difícil. En la F1 siempre estamos luchando contra el tiempo, tanto en la pista como en el desarrollo, y no hay una fórmula mágica. Así que nos llevará un tiempo. Espero que con un poco más de flexibilidad en las reglas el año que viene podamos al menos dar un paso adelante desde donde estamos".
La resignación del equipo es total y por eso ha querido mandar un curioso mensaje de felicitación a Mercedes, obviando el año 2021, temporada en la que, entre otras cosas, estrenarán pareja de pilotos con la llegada de Carlos Sainz, y ya se entregó por completo al año 2022 con más súplicas que esperanzas: "Felicidades a Mercedes, han hecho un trabajo increíble y veremos en 2022 con las nuevas reglas, si empieza un nuevo ciclo. Esa es nuestra esperanza".
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