Carlos Sainz sufrió un importante accidente en el Gran Premio de Rusia al golpearse contra un muro y destrozar la parte delantera de su coche, lo que le impidió continuar en carrera. Al contrario de lo que sucedió en Mugello, esta vez la responsabilidad fue del piloto español, pero de igual forma supuso otro fin de semana decepcionante para McLaren.
El madrileño no hizo una buena salida, ya que su McLaren no salió con igual fuerza que sus rivales y rápidamente perdió posiciones. Eso le obligó a intentar sacar partido de la recta principal para poder llegar con posibilidades de recuperar puestos a las curvas 1 y 2.
Sin embargo, el corredor del equipo McLaren demoró demasiado su frenada y se pasó largo en la primera curva, teniendo que salirse del circuito para no colisionar con ningún rival. Al intentar retornar a pista, esquivó los bolardos existentes en la escapatoria entre las dos primeras curvas del trazado y se quedó sin ángulo suficiente para pasar entre los propios bolardos y el muro, golpeándose de manera violenta contra la pared que delimitaba la zona de paso.
Este error en la salida, el exceso de velocidad y su trayectoria, que no le permitió poder maniobrar para pasar entre los bolardos y el muro como sí hizo Verstappen, dieron al traste con sus opciones en una carrera en la que había demostrado que podía llevar un buen ritmo para pelear por un puesto del Top5. Sin embargo, terminó suponiendo otro cero en un casillero que acumula ya demasiadas citas en blanco.
Cuando no han sido los fallos de equipo han sido los accidentes, y ahora ha llegado también un error humano del piloto que, aunque ha sido entendido en la escudería, no ha recibido todo el respaldo que cabía esperar por parte de la casa de Woking. El propio Carlos reconoció y asumió su error, pero desde el equipo no intentaron echarle un cable para hacer más llevadera la situación.
Muchas personas relacionadas con el universo de la Fórmula 1 han asegurado durante todo el fin de semana que esa curva y esa situación del trazado de Sochi están mal diseñadas porque no permiten a los pilotos mucho margen de maniobra. En la propia carrera, Romain Grosejan decidió llevarse los bolardos por delante tras una salida de pista para evitar chocar contra el muro.
Sin embargo, Andreas Seidl, director del equipo McLaren, ha asegurado que todo fue error de Carlos y que no es correcto apuntar hacia otro lado: "Al final, Carlos lo reconoció él mismo. Simplemente calculó mal el ángulo para entrar en el hueco y tocó la barrera. Fue culpa suya. Yo no le daría más vueltas. Sería un error culpar a alguien más".
Estas sorprendentes palabras han creado algo de controversia en el entorno del equipo, ya que McLaren ha cometido muchos errores este año ante los que Carlos ha aguantado pacientemente, mientras que en el primer fallo del piloto, Seidl no ha intentado contenerlo de alguna forma teniendo motivos para hacerlo.
Una carrera de aprendizaje
El director de la escudería aseguró que el madrileño se encontraba bien, aunque con el pie un poco magullado, y que los daños del coche podrían ser preocupantes: "Carlos informó que está bien, creo que su pie está un poco magullado pero no parece nada importante. En primer lugar, todavía tenemos que evaluar el monocasco y ver lo grande que es el daño".
Para concluir, Seidl lamentó que en esa maldita curva se terminara la carrera para ellos ya que Norris tuvo que detenerse en seco para evitar así un accidente y eso le hizo quedarse el último, y aseguró que es algo de lo que deben aprender: "Es importante pasar página, y que todos aprendan de ello, los pilotos, el equipo, y volver a intentarlo en Nürburgring".
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