Mick Schumacher, hijo del siete veces campeón del mundo de Fórmula 1 Michael Schumacher, conducirá por primera vez un Fórmula 1 durante un Gran Premio en esta temporada. Tanto Ferrari como Alfa Romeo, el coche que conducirá, han hecho oficial que durante la prueba que se disputará en el circuito de Nurburgring en Alemania el fin de semana del 11 de octubre que el actual piloto de Fórmula 2 disputará los Libres 1.
Según informó la Academia de Pilotos de Ferrari (FDA), Mick Schumacher, que lidera el campeonato de Fórmula 2 participará el viernes 9 en dicha sesión, otro joven valor como Callum Ilott lo hará con un Haas, en tanto que Robert Shwartzman participará en los entrenamientos de la última prueba de la presente edición en Abu Dhabi. Estos pilotos prepararán dicha participación este mismo miércoles en el circuito de Fiorano con el coche con el que Ferrari participó en la temporada 2018.
"Queríamos organizar esta sesión de pruebas para que nuestros mejores jóvenes estuvieran lo mejor preparados posible para afrontar un evento que siempre será un momento especial para ellos", ha detallado el director deportivo de Ferrari, Laurent Mekies. "Será una oportunidad para familiarizarse con un monoplaza de Fórmula 1, que es mucho más complicado que el monoplaza que están acostumbrados a conducir actualmente", sentencia.
Será el tercer Schumacher que debuta en la Fórmula 1 después de su padre Michael y de su tío Ralf. Estas pruebas en Nurburgring pueden ser el preámbulo de la confirmación oficial de lo que por ahora sigue siendo solo un rumor: que el año que viene debutará en el Mundial con. Además, el campeón de la F2 no puede repetir en esta competición, por lo que su salto podría ser un hecho más pronto que tarde. Todo el mundo estará atento a lo que pueda hacer con el Alfa Romeo.
Alma de campeón
Parece inevitable que Mick, el hijo del 'Kaiser', se estrene en la Fórmula 1 en 2021 sin haber cumplido todavía los 22 años (los hará en marzo). En la F2 están convenciendo a todos que si se da su ascenso será por méritos y no por llevar en su nombre el apellido más famoso de la Fórmula 1. Su salto ha sido mayúsculo, de quedar duodécimo en la categoría de plata en su primer año a mostrar una gran regularidad y estar a cinco carreras del campeonato en su segundo.
Mick habla así de lo que le podría esperar el año que viene: "Yo sigo haciendo lo mío, claro que es importante ser campeón de Fórmula 2, que llama la atención, pero no te da un asiento en F1 de forma exacta en ese momento". Como si con él no fuera, pero sabiendo que cada vez está más cerca de empezar a recorrer el camino que hizo a su padre leyenda. Es casi poético que su paso a la cima en la F2 haya llegado tras una victoria en Monza y vistiendo en Mugello el mono de Ferrari en la celebración de sus 1.000 Grandes Premios.
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