Cómo le ha cambiado la cara al equipo Renault en tan solo un año. O incluso se podría decir, en tan solo unos meses. La escudería francesa es otra completamente. Renovada, ambiciosa, fiable, en clara línea ascendente. Un proyecto de futuro en el que poder confiar, pero también de presente, ya que por fin ha respaldado con un gran resultado las buenas sensaciones que ha ido mostrando carrera tras carrera en las últimas semanas.
Renault ha regresado al podio gracias a la enorme labor de Daniel Ricciardo, un piloto que se está ganando la admiración y el respeto de todo el equipo como ya hicieron antes otros campeones como Fernando Alonso. El australiano, a pesar de estar en su último año en la marca del rombo, pues el próximo curso pilotará en McLaren y con motor Mercedes, se está dejando la piel demostrando una profesionalidad y un amor por su equipo pocas veces visto.
Pero no solo eso, sino que además está dejando una línea a seguir muy importante por el equipo. Ricciardo es la vía por la que está creciendo el proyecto de Renault hasta convertirse en el tercer coche más potente de la parrilla, el primero de los mortales y el gran candidato a aprovechar los tropiezos de los inalcanzables Mercedes y Red Bull. Daniel demuestra que en esta línea de trabajo, Renault, Alpine y Fernando Alonso pueden soñar con volver al podio ya el próximo año, y que en 2022 las cosas pueden ir realmente bien.
Renault es una realidad
El proyecto del equipo francés hace mucho tiempo que dejó de ser una ilusión, una posibilidad. Con paciencia, con mimo y con mucha inteligencia, la marca del rombo ha sabido encontrar su momento para crecer con una base sólida. Desde Enstone hasta cada uno de los circuitos que recorre el equipo, tienen una idea muy clara. Esto es una carrera de fondo, no un sprint de cada semana.
Por ello, todo su trabajo se centra en ir dando pasos sólidos y certeros, que ninguno suponga un retroceso, porque todo lo que se consiga sumará para el ambicioso proyecto que se prepara para 2021 y 2022. Gracias a esta filosofía y al talento de Daniel Ricciardo para exprimir el RS20, Renault ha dado un golpe en la mesa y un paso hacia delante en el mundial.
El equipo francés comenzó la temporada algo dubitativo, sin conseguir dar con la tecla justa para poder llevar de una forma eficaz su proyecto e incluso sopesando su continuidad en la Fórmula 1. Sin embargo, diferentes cambios en la cúpula de la marca apostaron por el equipo de competición para intentar solucionar la crisis de uno de los gigantes del sector del motor. Tras eso, llegó el fichaje de Alonso y el crecimiento exponencial de un proyecto que nadie sabe hasta donde podría llegar.
El Gran Premio de Eifel en el clásico trazado de Nurburgring ha supuesto además un hito histórico para el equipo Renault que ha llenado de orgullo a todos los integrantes, desde el líder general hasta el último mecánico, ya que hacía casi 10 años que el equipo francés no tenía a uno de sus pilotos en uno de los cajones de honor.
La euforia de Renault
Aquel resultado tan brillante se remonta al año 2011, cuando Nick Heidlfeld acabó tercero en el Gran Premio de Malasia. Demasiado tiempo para un equipo y una marca histórica como Renault, que ha ganado mundiales en este siglo y que sueña con volver hacerlo en un futuro no muy lejano.
La explosión de alegría llegó cuando Daniel Ricciardo cruzó la línea de meta en tercera posición tras Lewis Hamilton, que igualaba el histórico registro de Michael Schumacher y sus 91 victorias, y tras Max Verstappen. Ese tercer puesto, además de tener un valor en puntos y poner el broche de oro a un buen fin de semana, significaba la culminación de una etapa y la confirmación de que las cosas se estaban haciendo por el buen camino.
Este gran resultado ha traído unos instantes de euforia que no han podido esconderse, ya que se ha tratado de una liberación para el equipo. Por unos momentos, se pudo celebrar algo tangible y no solo buenas sensaciones de cara al futuro. Se pudo tener entre las manos un trofeo y una foto en el podio y no limitarse a imaginar lo que podría hacer Fernando en unos años solo con verle trabajar en Enstone. Tal ha sido la explosión de júbilo que hasta Cyril Abiteboul se hará el tatuaje que Daniel Ricciardo decida para conmemorar este éxito histórico. Eso también prueba el buen rollo del equipo.
El jefe del equipo de Fórmula 1, el propio Abiteboul, y el CEO de la marca, Luca de Meo, quisieron estar presentes en el Gran Premio de Eifel y fueron testigos presenciales de la fiesta de todo un equipo que había estado durante semanas y meses trabajando si descanso. Tal fue la alegría que ambos incluso se permitieron bromear sobre la vuelta de Fernando Alonso y aseguraron que el equipo negocia y trabaja para que la posibilidad de que el asturiano se monte en el RS20 se haga real en los próximos días.
Ricciardo marca el camino
A pesar de que el éxito de Eifel fue un éxito colectivo, lleva principalmente la firma de Daniel Ricciardo, el gran actor que culminó un guion perfecto escrito a base de mucho trabajo. Lo del piloto australiano este año es digno de admiración y además supone una señal muy positiva para los deseos de todos los aficionados españoles que ya sueñan con ver a Fernando Alonso subirse de nuevo a un podio de Fórmula 1.
La temporada de Ricciardo, y en especial las últimas carreras, viene a confirmar las buenas sensaciones que ya un visionario Fernando predijo cuando firmó por la marca del rombo. El asturiano, que maneja mejor información que nadie de todo lo que sucede en Enstone, sabía que el equipo tenía mimbres para crear un proyecto interesante y por eso se decidió a firmar su regreso al 'Gran Circo'.
En estos momentos, tras su enorme resultado obtenido en Alemania, Daniel Ricciardo es cuarto en el mundial de pilotos con 78 puntos, solo superado por los Mercedes Hamilton y Bottas y por el Red Bull de Verstappen. El australiano se sitúa por delante incluso de un coche superior como es el Red Bull de Albon y ahora mismo también por delante de todos sus competidores.
Las últimas cinco carreras han supuesto un vuelco importante en cuanto a las sensaciones del equipo Renault y en cuanto a los resultados. Solo tres pilotos han conseguido no hacer ningún cero o ningún abandono en las últimas cinco carreras, el propio Ricciardo, Hamilton y 'Checo' Pérez. En esas mismas cinco carreras, solo hay dos pilotos que superen los 58 puntos obtenidos por el australiano, el propio Hamilton y su compañero Bottas, de manera que el líder de Renault sería el tercero de la clasificación de esa mini temporada.
Además, este gran rendimiento de Ricciardo ha permitido que el equipo crezca con él. En estos momentos, Renault es quinto en el campeonato de constructores, aventajando a Ferrari en 34 puntos. Sin embargo, sus 114 puntos le hacen estar a tan solo dos de McLaren, que ha perdido la tercera plaza y a tan solo seis de Racing Point, terceros en estos momentos porque recibirán una penalización de 15 puntos cuando termine la temporada. De esta forma, la marca del rombo tiene a tiro esa hipotética tercera plaza tras una remontada épica: en las últimas seis carreras, solo Mercedes ha sumado más puntos que la pareja formada por Ricciardo y Ocon, que han conseguido 78.
La fiabilidad, elemento diferencial
El buen rendimiento de Renault mostrado en las últimas fechas prueba el gran trabajo realizado tanto en la fábrica como en los circuitos. Sin embargo, no se puede detener ahí porque el podio de Ricciardo debería ser el principio de las aspiraciones del equipo, que en un principio había mirado hacia 2022 como el año en el que poder conseguir cosas y que ahora siente que ya puede empezar a obtener triunfos importantes incluso en 2021.
La realidad demuestra que para ello será necesario perseguir un buen fundamental: la fiabilidad. Tener un coche que no sufra averías, que sea fiable y que pueda estar en pista salvo que sufran accidentes será clave para aprovechar las oportunidades y los fallos que comentan los grandes.
Además del buen ritmo de carrera y de una estrategia acertada con los Safety Car, la virtud de Ricciardo estuvo en permanecer en pista para aprovechar los abandonos de pilotos como Bottas, Albon, Norris o incluso su compañero de equipo Ocon. Solo estando siempre en la pomada se pueden aprovechar esas oportunidades, por lo que la fiabilidad se ha convertido también en una meta a perseguir para el equipo Renault en ese camino por buscar el mejor rendimiento para el RS20 y para los monoplazas de los años venideros.
El trabajo del equipo Renault ha conseguido que su monoplaza ahora pueda superior al McLaren y al Racing Point, coches que habían sido más rápidos durante buena parte de la temporada. Sin embargo, la marca francesa no solo ha conseguido igualar su ritmo, sino que ahora, especialmente en las manos de Ricciardo que exprime su máquina como nadie, el Renault es incluso unas décimas superior, lo que marcará la diferencia a largo plazo, especialmente si los equipos de arriba siguen haciendo ceros y abriendo la puerta del podio.
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