Max Verstappen lo tiene todo para marcar una época en la Fórmula 1. Bueno, todo menos coche, ya que ahora mismo el Red Bull no le permite competir de tú a tú con los Mercedes de Hamilton y Bottas. Mientras eso llega, el neerlandés hace lo que puede para intentar sumar el mayor número de puntos posibles y estar casi siempre en el podio.
Tanto el equipo como el piloto tienen las esperanzas de que el próximo año, ese coche competitivo y que pueda luchar por ganar el mundial llegue de verdad. Esa era la promesa que le hicieron a Max para renovar a principios del curso y, desde luego, no se ha cumplido. Sin embargo, la familia Verstappen ha dado un voto de confianza más.
Esta situación tiene al piloto un tanto preocupado y asqueado, ya que no consigue los resultados que le gustaría y le cuesta mucho trabajo incluso quedar tercero, porque a lo largo de una carrera pueden suceder imprevistos, choques, averías y demás impedimentos, tal y como vivió en Portimao.
El piloto holandés tuvo una mala salida en el Gran Premio de Portugal y fue superado por pilotos como Carlos Sainz, que consiguió ponerse primero en las primeras vueltas, aunque finalmente terminó sexto. En esa salida, mientras el madrileño volaba, Verstappen se pegaba, primero con sus neumáticos, y después con los Racing Point, con quien llegó a tener sus más y sus menos.
La disputa de Verstappen con 'Checo' Pérez y Lance Stroll no solo se limitó a la carrera del domingo, sino que también tuvieron algunos encontronazos durante el resto del fin de semana. En uno de ellos, Verstappen tuvo un toque bastante fuerte con el canadiense, lo que provocó la ira del holandés, que no dudó en insultar a su rival.
No es extraño que los pilotos se digan de todo a través de la radio. Sin embargo, Verstappen acostumbra a llevar eso al límite, tal y como hizo con Stroll en Portugal: "¿Este cabrón está ciego? ¿Qué coño le pasa? Jesucristo. Es un retrasado, un mongol. Tengo daños en el coche". Antes, Verstappen ya había llamado a Carlos Sainz "gilipollas", y todo, en los entrenamientos libres del viernes.
Verstappen, ni corto ni perezoso, afirmó que no le importaba lo que había dicho en la radio y lo que pudiesen pensar sus compañeros, por lo que no tenía pensado disculparse. Sin embargo, Max ha tenido su merecida reprimenda, que ha llegado desde un sector que ni siquiera imaginaba y que ha sorprendido a toda la Fórmula 1.
La reprimenda a Verstappen
Se trata de una asociación escocesa conocida como 'Mongol Identity', que pretende proteger la identidad de los mongoles y desterrar el uso de esta palabra en forma de insulto. Mongol es una palabra muy utilizada en Holanda como calificativo despectivo, por lo que es habitual escuchar al piloto de Red Bull utilizarla en contextos similares.
Por ello, esta asociación ha decidido enviar una carta Max Verstappen recriminándole su acción y dándole un tirón de orejas por su comportamiento: "Queremos expresar nuestro disgusto y profunda preocupación por el uso del término 'mongol' como parte de un discurso de odio. Estamos impactados y decepcionados con que la Fórmula 1 no haya mostrado su oposición a esta etiqueta pese a su valor histórico y vamos a hablar de esto directamente con órgano rector".
"Te pedimos que ofrezcas una disculpa pública por respeto, bondad y compasión hacia aquellos miembros vulnerables de la sociedad, así como a la comunidad internacional mongola por tu falta de consideración de las complejidades y sensibilidades que rodean al uso de palabras basadas en el término 'mongol'. Por favor, usa esa palabra de nuevo y en alto con su significado original y auténtico".
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