La Fórmula 1 también se adaptará a la crisis económica provocada por el coronavirus. La gran competición automovilística ha acordado, aunque todavía tiene que ser ratificado, aplicar un control salarial entre sus pilotos y líderes de cada equipo a partir de 2023. Una decisión que llega tras los recortes aplicados en los presupuestos para 2021, los cuales tiene incluidas las excepciones que se quieren introducir a partir de 2023.
La medida se ha acordado en una reunión celebrada el pasado lunes en el seno de la Comisión de la Fórmula 1, donde todas las escuderías están representadas con los jefes de equipo. El objetivo no es otro que anticiparse al duro varapalo económico que sufrirá la competición en los próximos meses como consecuencia de la Covid-19. Al igual que otras disciplinas deportivas, la Fórmula 1 también sabe que verá reducidos sus ingresos.
Para que la decisión entre en vigor, primero debe ser aprobada por el Consejo Mundial. Sin embargo, no parece que vaya a haber ningún impedimento y desde 2023 los pilotos tendrán ciertos límites para negociar sus contratos. De hecho, una vez sea aprobada la medida, cualquier contrato firmado previo al 2023, pero que entre en vigor en ese año, deberá cumplir los requisitos. Solo quedarían exentos los que ya están firmados previamente a la aplicación de la medida.
La idea a la que han llegado los líderes de las escuderías es que, para evitar un mal económico mayor que el que va a provocar la pandemia, desde 2023 cada escudería tendrá un límite salarial de 30 millones de dólares -unos 25 millones en euros- para sus dos pilotos. Este podrá ser repartido de la manera en que cada equipo determine, por lo que uno de los componentes podría cobrar 25 'kilos' y el otro tan solo cinco.
Únicamente se podrá exceder ese límite si se aplica una reducción en el presupuesto. Algo que, sin embargo, no se tendrá en cuenta para los directivos de cada equipo. Es decir: con los pilotos se podrán superar los 30 millones de dólares si se reduce posteriormente en el presupuesto. Sin embargo, los directivos o miembros de las escuderías con buenos salarios, que también tendrán que ajustar sus sueldos, no tendrán esa ventaja. Quedan fuera de los salarios contratos publicitarios que cada piloto pueda cerrar por su cuenta.
Hamilton, con prisa
El piloto de Mercedes termina contrato con la escudería y como líder del Mundial es de lo más codiciado. Sin embargo, todo lo que respecta a su futuro es una incógnita absoluta. No se sabe con quién competirá y todo apunta a que el factor económico es el que está retrasando la decisión.
Según algunas informaciones, el británico quiere percibir cerca de 44 millones de euros. Una cifra que, siguiendo las restricciones impuestas para 2023, estaría muy lejos del límite salarial para dos pilotos juntos. Es por ello que Hamilton tendrá que acelerar sus movimientos contractuales para cerrar un contrato antes de que el Consejo Mundial apruebe la rebaja salarial para todos los pilotos del circuito.
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