Ferrari es uno de los grandes protagonistas de la temporada. El equipo italiano ha estado en boca de todos por el esperpento de año que están realizando tanto a nivel deportivo como a nivel institucional. La marca más prestigiosa de la historia de la Fórmula 1 ha quedado herida y señalada de tal forma que solo los triunfos y el tiempo podrán borrar este dantesco curso. Sin embargo, queda mucho aún para eso.
La filosofía de la Scuderia marca que debe estar siempre al frente de todo. Son un icono único en el automovilismo y que debe marcar la línea a seguir, la vanguardia, sinónimo de éxito. Por ello, esta temporada que está hundiendo en la miseria a sus seguidores y que está hiriendo profundamente su orgullo no se va a olvidar tan fácilmente. Ni siquiera la línea ascendente de las últimas semanas puede eclipsar lo vivido hasta el momento.
Además, unido a los pésimos resultados deportivos, se encuentra la terrible imagen que da al exterior la relación entre Ferrari y Sebastian Vettel, el supuesto líder de la escudería en la pista. El tetracampeón del mundo de Fórmula 1 con Red Bull está destruyendo poco a poco su leyenda en los últimos años. Carrera tras carrera, se pelea con un coche difícil de conducir y con un equipo del que está muy distanciado en lo deportivo y en lo anímico. Vettel está completamente perdido, es una sombra de sí mismo y es vapuleado cada fin de semana por su compañero Leclerc.
A Ferrari, e incluso al propio Vettel, solo les queda contar los días y tachar las hojas en el calendario hasta que el fin de su acuerdo llegue, y que el camino sea lo más llevadero posible. Algo que cada gran premio parece más difícil. Sin embargo, al menos en el equipo italiano, el futuro ya empieza a mostrar los primeros rayos de luz que incluso iluminan tímidamente un presente oscuro. Carlos Sainz y la evolución que está alcanzando Leclerc del SF1000, son esas buenas noticias que tanto necesitan en Maranello.
Las críticas de Vettel
El piloto alemán está muy quedamo, y cada vez más. En estos momentos es la viva imagen de la frustración. Ha perdido su esencia, su magia. El Ferrari ha ido apagando poco a poco la llama de un corredor que llegó a la Fórmula 1 para hacer historia. El gran talento de los últimos años junto a Fernando Alonso y Lewis Hamilton, los últimos tres grandes campeones. Sin embargo, ahora no es ni el reflejo de aquel genio.
Su mal rendimiento está siendo en cierto modo ridículo, porque no es a lo que tenía acostumbrado un campeón de su talla. En temporadas anteriores, Vettel podía pelear por subcampeonatos, por podios, por un puesto de privilegio en el Top5. Eso ya era caer bajo, ser el peor de los buenos, pero lo de esta temporada es algo que nadie podía esperar.
El alemán suplica por cada punto que consigue. Comete errores de principiante en casi cada carrera. Le falta ritmo, continuidad, no es capaz de adaptarse al coche y nunca consigue colarse en la Q3 para obtener un puesto de privilegio en las salidas. Es más, es frecuente verle caer incluso en la Q1. Algo que ni Ferrari ni él mismo se pueden permitir.
Por todo ello, su renovación con el Cavallino Rampante nunca fue una opción. Su relación puede continuar ni una temporada más. Es tan mala, que incluso se ha sopesado la posibilidad de que se baje del Ferrari antes de tiempo, pero el orgullo y la poca imagen que les queda se lo impide a ambos. Y por si esto fuera poco, Vettel ni siquiera es capaz de moderse la lengua y carga las tintas contra su propia casa.
Los ataques del campeón se centran en la falta de grip, es decir, de agarre del coche. Un problema que el alemán califica de muy grave y que le lleva a asegurar que el SF1000 e inconducible y que, incluso, llega a poner en peligro su integridad, ya que llevarlo al límite puede ser un riesgo demasiado grande que el propio monoplaza no puede resistir con la seguridad necesaria como para no provocar una catástrofe. Estas son algunas de las quejas que Vettel lleva manifestando toda la temporada, algo que ha hartado a los dirigentes de la Scuderia, los cuales están dolidos por la imagen en la que queda el equipo.
La envidia hacia Leclerc
Las críticas que Vettel hace públicas una y otra vez no se reducen solo al monoplaza o a la escudería, sino que también afectan a su compañero de equipo, Charles Leclerc. El piloto alemán está siendo vapuleado en el Mundial por el monegasco y el tetracampeón del mundo no lo lleva del todo bien. Por ello, cuando se le acaban sus excusas por sus propios fallos, señala al otro lado del box, donde según él está todo lo bueno que tiene el SF1000 y que le permite lograr unos resultados con algo de dignidad.
Hasta el momento, Leclerc no ha respondido a las insinuaciones de su compañeros, las cuales en la última semana se han convertido en acusaciones directas. Vettel, para aumentar todavía un poquito más el mal rollo existente en el equipo, ha transmitido directa y abiertamente que su propio equipo le ningunea.
Esa ha sido la conclusión a la que ha llegado el nuevo piloto de Aston Martin para el próximo curso. Así es como explica la diferencia de rendimiento de uno y otro. Vettel asegura que su coche nunca avanza, nunca evoluciona, sigue yendo igual de mal que el primer día y eso es porque todas las mejoras positivas se equipan solo en el monoplaza de Leclerc.
El excorredor de Red Bull solo así se explica que no haya conseguido sacar nada positivo del coche y que su compañero ya se haya subido varias veces en el podio y que se haya instalado cerca del Top5 en las últimas carreras. En lugar de intentar mejorar y estudiar los datos de su compañero para encontrar sus propios fallos, aunque solo fuera por puro egoísmo para empezar el nuevo curso con ilusiones renovadas y mejores sensaciones, Vettel intenta crear nuevos incendios y disparar hacia su propio tejado.
Las declaraciones de Vettel en este aspecto han sido tan salvajes que incluso ha obligado a Mattia Binotto, máximo responsable del equipo de Fórmula 1, a tomar cartas en el asunto y a salir al paso de los rumores, afirmando que los coches de los dos integrantes del equipo son iguales, solo que uno se esfuerza en mejorar y otro en cumplir con el expediente. Ferrari afirma que, en su idea de regresar a lo más alto en 2021 y, sobre todo, en 2022, necesitan datos e información, por lo que sería disparar contra ellos mismos si solo intentaran sacar partido a uno de los dos monoplazas.
Una relación rota
La relación entre Sebastian Vettel y Ferrari está completamente rota. Nada positivo se puede obtener de ahí más que el paso de tiempo que traiga el fin de su contrato e intentar despedir al que todavía es una leyenda con los ciertos honores que su trayectoria merece, a pesar de que la situación sea casi apocalíptica.
Al Mundial todavía le restan algunas carreras y ese será el tiempo en el que Ferrari y Vettel tengan que guardar las formas, o al menos intentarlo, por lo que lo que comenten una vez termine su relación puede traer mucha cola. Mientras tanto, el piloto alemán debería seguir intentando maquillar unos números que dan verdadero miedo.
La situación real de Vettel, que no hay que olvidar que tiene cuatro Mundiales de Fórmula 1 en sus vitrinas, es que ha vuelto a ser superado por su compañero de equipo, Charles Leclerc. La diferencia es que este año la distancia entre ambos es humillante. Vettel es 13º en el campeonato, mientras que Leclerc ya ha ascendido a la 5ª plaza. 8 puestos de diferencia y 57 puntos a favor del joven monegasco, que le ha dado una enorme paliza a toda una leyenda de este deporte.
Por este motivo, en Ferrari creen que Vettel debería mantener silencio e intentar sacar algo positivo en lo que queda de curso para intentar ser despedido de la mejor forma, porque la diferencia entre ambos ha sido abismal. Además, la cúpula de la escudería italiana se siente muy decepcionada con un corredor que llegó como el mejor piloto del mundo y que se marchará como uno de los peores de la temporada.
El rendimiento de Vettel ha sido tan deprimente este año que ha pasado dificultades para encontrar un asiento en la Fórmula 1 que le permitiera luchar por algo positivo el próximo año. Ha tenido que ser Bernie Ecclestone, antiguo mandamás del 'Gran Circo', quien le echara una mano convenciendo a Stroll, propietario de Racing Point, para que le hiciera un hueco en Aston Martin el próximo curso, prescidiendo así de uno de los mejores pilotos de la parrila, el mexicano 'Checo' Pérez, que se encuentra en las quinielas para sustituir a Albon en Red Bull.
Sainz, ilusión en Ferrari
Vettel pronto será historia para Ferrari y la vida continuará hacia un horizonte mejor que este pasado reciente tan negro. La realidad es que, después de muchos meses, el Ferrari está demostrando poco a poco su valía. Los resultados están empezando a llegar de la mano de Leclerc y todos los avances que surgen de Maranello hablan de un rendimiento muy superior ya para 2021. El título quedará lejano, pero los podios son una posibilidad.
Ahí es donde han situado el objetivo en la escudería del Cavallino Rampante, ya que quieren ver a Charles Leclerc y Carlos Sainz peleando por los puesto de privilegio y quedando con asiduidad entre los cinco primeros. Esta es la ilusión de Binotto y con esa realidad esperan comenzar la próxima temporada.
Además, en el equipo italiano están encantados con el nivel que están viendo de Carlos, al que esperan entregar un coche netamente superior el próximo curso. Las vueltas que el madrileño dio en cabeza en el Gran Premio de Portugal en el trazado de Portimao no solo fueron un orgullo para él y para McLaren, sino que lo fueron también para Ferrari, ya que esperan darle el próximo año un coche que le permite hacerlo con mayor regularidad y no como una anécdota.
La parte trasera, que será totalmente reformada, y el nuevo motor que asegurará una mayor potencia, parecen ser los grandes valores que le da a sus pilotos Ferrari en 2021. Además, están dispuestos a gastar sus monedas de mejoras, los llamados tokens, algo así como unas fichas que utilizan para poder mejorar el monoplaza, en la aerodinámica, un aspecto en el que esperan sacar un gran rendimiento.
De esta forma, la ilusión del equipo italiano es total de cara al próximo curso. Con los pies en el suelo, la salida de Vettel y la llegada de Carlos ya supondrá un nuevo horizonte, algo de paz y competitividad sana, necesarias para que un equipo prospere. Además, el coche tendrá un rendimiento mucho mayor y podría ser la antesala del regreso de la escudería más laureada de la historia, la que quiere pasar de los líos con Vettel a los resultados con Sainz y Leclerc.
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