La Fórmula 1 sigue su curso mientras convive con la Covid-19, el virus que tiene atemorizado a la sociedad y en particular al mundo del deporte. La realidad es que, hasta ahora, el 'Gran Circo' está siendo uno de los espectáculos menos afectados, ya que han sido contados con una mano los casos que se han producido a lo largo de esta temporada.
Sin embargo, existen algunos que lo siguen temiendo como el primer día a pesar de la seguridad contrastada que ha mostrado el universo de la Fórmula 1. Uno de ellos es Lewis Hamilton, que considera al coronavirus su mayor rival en la lucha por el título. Lo cierto es que solo una desgracia podría apartar al inglés de su séptimo entorchado de campeón del mundo.
Fue precisamente en Mercedes donde se diagnosticó uno de los poquitos casos que se han vivido en la Fórmula 1. Un miembro del equipo de Hamilton dio positivo y rápidamente encendió todas las alarmas. Sin embargo, la situación fue finalmente controlada y no pasó a mayores, ya que el miembro del equipo pasó la pertinente cuarentena y no hubo que lamentar más contagios.
Sin embargo, el otro equipo que ha vivido la enfermedad de cerca y que no ha tenido tanta suerte como Mercedes ha sido precisamente una escudería muy cercana a las 'flechas plateadas'. Se trata de Racing Point, conocido este año como el 'Mercedes rosa' por las enormes influencias del coche campeón de 2019 en el monoplaza de la escudería propiedad del empresario Lawrence Stroll.
En Racing Point han tenido que vivir como sus dos pilotos, primero 'Checo' Pérez y después Lance Stroll, hijo del dueño, han dado positivo y además se perdían varias carreras por culpa del virus. Nico Hülkenberg fue el encargado de sustituirles. El piloto mexicano ya se encuentra perfectamente recuperado de todo, pero Stroll no ha tenido la misma suerte.
El piloto canadiense no ha pasado la enfermedad de la mejor manera y arrastra secuelas que están entorpeciendo su rendimiento, tal y como ha confirmado su propio equipo: "Creo que el virus le ha noqueado y no lo habíamos previsto. Hemos investigado sobre el tiempo que tardas en recuperarte del virus y creo que le está llevando un tiempo". Estas eran palabras de Andrew Green, director de la escudería.
El bajón de rendimiento de Stroll tras pasar la enfermedad es alarmante, lo que ha provocado la total preocupación por parte del equipo, que ya investiga cuál podría ser el proceso de recuperación del canadiense y cuáles pueden llegar a ser las consecuencias si este estado se prolonga.
"Es obvio que no está donde solía estar. De subir al podio en Monza en septiembre a la posición en la que está ahora... Hay una falta de confianza evidente en la que vamos a tener que trabajar durante la próxima semana para intentar traer su mejor versión de vuelta".
Números preocupantes
Los números son claros con la situación de Stroll. Su compañero 'Checo' Pérez le ha superado en puntos de forma abismal, 82 a 57, después de que Stroll acumule cinco carreras consecutivas sin puntuar, algunas de ellas con fallos y errores impropios para un piloto de su nivel, como el que tuvo en Imola, donde se pasó un metro de su lugar de frenada en un 'pito stop' y se llevó por delante a un mecánico.
En este deporte hay poco margen, hay que estar en todo en el coche, en las gomas... porque si no puedes parecer un idiota. Es evidente que ha recibido una buena paliza física y mental. El accidente en Mugello fue muy fuerte, así que creo que es probable que haya mermado su confianza y no haya podido estar en forma en el par de carreras siguiente. Necesita ganar confianza de nuevo, creer en sí mismo y volverá a ser el Lance que tuvimos durante los dos primeros tercios de la temporada".
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