El campeonato de MotoGP ha sido una sorpresa durante todo el año. La ausencia de Marc Márquez provocó que muchos candidatos levantaran la mano creyéndose merecedores de reemplazar al campeón español, dignos herederos de su corona. Finalmente, ninguno de ellos tuvo la constancia suficiente en un mundial que ha tenido absolutamente de todo y que ha dejado a un campeón que casi no entraba en ninguna quiniela: Joan Mir. Él ha sido el encargado de continuar el legado español en MotoGP.
El español, montado en su Suzuki, ha conseguido hacer una remontada increíble y se ha convertido en el absoluto rey de la regularidad. Precisamente, esa regularidad y esa constancia que han perdido todos los aspirantes al título, ha sido lo que ha llevado a Mir hasta lo más alto de la clasificación y a ganar un título que nadie parecía querer.
A lo largo del campeonato han sonado nombres como los de Quartararo, Maverick Viñales o Andrea Dovizioso, pero nadie ha sabido estar a la altura ni dar la talla como lo ha hecho el piloto del equipo Suzuki, una escuadra que sin duda no estaba llamada a grandes celebraciones teniendo por delante a otras como Honda, Yamaha o Ducati. Sin embargo, ahora mismo, la gloria es suya.
Mir se ha mostrado muy feliz tras su triunfo, tan feliz que tan solo unos minutos después de proclamarse campeón del mundo por primera vez en MotoGP, ya estaba exhausto de celebrar después de tanta tensión contenida: "No me lo creo todavía. Ya casi no me quedan fuerzas para celebrar porque estoy muy cansado", así lo aseguraba el propio Joan, que ha conseguido un hito histórico para su carrera.
Además, lo ha logrado en un Gran Premio celebrado en el circuito Ricardo Tormo de Cheste en el que ha sufrido muchísimo: "Ha sido una carrera que he sufrido muchísimo. Menos mal que esta carrera no ha llegado antes porque en todo el año no había sufrido tanto, la verdad. Pero nos ha bastado".
Agradecido a Suzuki
El de Suzuki estaba muy orgulloso de todo el trabajo realizado: "Todo el trabajo del año ha sido muy bueno y nos ha bastado para ser campeones. No tengo palabras. Puedo empezar a agradecer a gente, pero no voy a acabar nunca. Hay mucha gente que me ha ayudado a estar donde estoy ahora mismo. Campeón del mundo de MotoGP. Se me hace muy largo de decir. Es brutal".
"Agradecer, sobre todo, a Suzuki por la oportunidad que me ha dado. Era el objetivo que teníamos, como siempre he dicho, a largo plazo. Que haya llegado el segundo año, es que no tengo palabras. Ahora mismo sólo estoy pensando en celebrarlo con ellos porque se lo merecen. También, a toda mi familia, la gente que está en casa y está sufriendo con todo esto de la Covid. Espero que hayan disfrutado esta temporada. Lo he dado todo, al final, he podido ganar y espero que a toda esa gente que lo está pasando mal le haya alegrado la vida un poquito".
Mir ha asegurado además que para él, ganar con Suzuki después de la oportunidad tan grande que le han dado, ha sido lo máximo: "Es brutal. Yo, cuando firmé con Suzuki, esta oportunidad tan bonita de ganar con esta gente, no me esperaba para nada que fuera ahora, tan rápido. Suzuki es una familia más pequeña que las otras fábricas, como ya sabemos. Ganar con Suzuki, siempre lo he dicho, tiene un mérito extra. No puedo estar más agradecido".
Una carrera complicada
Así ha vivido Joan un día que ha sido histórico para él en una de las carreras más difíciles: "Se me ha hecho eterna porque iba sufriendo mucho encima de la moto. He tenido algún que otro susto. Arriesgando, pero intentaba tener todo bajo control. Iba con un susto detrás de otro. No sabía, era muy impredecible. Menos mal que, al final, ha salido bien la cosa".
"Desde el principio ya era campeón, pero yo hasta que no veía ese 'OK' en la pizarra no estaba tranquilo. Me han enseñado el 'OK' y he empezado a respirar. Sabía que 'Dovi' venía por detrás, pero creo que aún así no habría variado mucho. Aún así iba apretando todo lo que podía, sufriendo, con la lengua fuera. Aunque no haya ganado hoy, ni he hecho podio, que era el objetivo, estoy muy contento porque he dado el cien por cien".
El más constante
Mir ha valorado profundamente su constancia en una temporada muy complicada, lejos de su entorno cercano en los momentos de sus primeros éxitos: "Ha sido muy difícil porque no poder celebrar con mi familia, con la gente que se come la parte difícil, ni mi primer podio ni mi primera victoria, esto ha sido muy duro. También, volver a casa e intentar no contagiarse para no perdernos ninguna carrera. Era una presión, que está claro que la hemos sabido llevar muy bien. Ha sido una presión extra que también era para nuestros rivales y ha hecho que pudiéramos marcar la diferencia".
"La definición es muy difícil. Nos hemos llevado este título, hemos hecho las cosas bien. Seguramente, no he sido el más rápido en todas las carreras, pero sí he sido el más constante en el podio y eso, al final, ha hecho que sea el más rápido. Hemos acabado la temporada, porque, para mí, ya la hemos acabado porque he cumplido el objetivo, en Portimao iré a divertirme, pero ya estoy pensando en la siguiente. Esto es un no acabar".
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