Sebastian Vettel ha sido uno de los nombres propios de la Fórmula 1 esta temporada. El tetracampeón del mundo estaba llamado a liderar el equipo Ferrari, pero su año ha sido un completo desastre. En la última carrera en el Gran Premio de Turquía en el Istanbul Park consiguió un tercer puesto que ha sido, hasta el momento, el único podio del curso y casi su único buen resultado.
Sin embargo, las pésimas sensaciones que ha dado el alemán han ido más allá de sus horribles logros. No solo no ha sabido adaptarse a un coche que ya de por sí era lento e irregular, sino que además ha vivido inmerso en mil batallas con su propio equipo mientras su compañero Charles Leclerc le humillaba, deportivamente hablando, carrera tras carrera. La paliza del monegasco ha sido de órdago.
Finalmente, Ferrari y Vettel romperán su relación y separarán sus caminos en busca de algo mejor para los dos. La escudería italiana se cansó de esperar al piloto que volaba en Red Bull y por ello no decidió ofrecerle una renovación, y se lanzó a por el fichaje de Carlos Sainz casi sin decir nada.
Los problemas han sido continuos durante todo el año y el podio conseguido en el circuito otomano no ha servido para que el viento se llevase todo el polvo y la suciedad que ha surgido entre un piloto histórico y la escudería más legendaria. Sin embargo, aun quedan carreras para que, por lo menos, la ruptura sea más dulce que el tormentoso matrimonio que les ha unido.
Ahora, en una íntima entrevista concedida al medio Die Zeit, Vettel ha abierto su corazón roto por el desamor que ha sufrido con los italianos este año. Con mucho dolor y sin pelos en la lengua, el bávaro ha reconocido los enormes problemas que han existido y que incluso le han hecho dudar de sus capacidades y de sus habilidades, como si un cuatro veces campeón del mundo no supiera conducir, sensación que se ha podido ver en algunos momentos de la temporada.
Vettel se confiesa
"La temporada de este año está siendo muy difícil y admito que incluso tenía dudas acerca de mis propias habilidades. No he conseguido nada esta temporada y las relaciones con el equipo tampoco son fáciles. La historia de amor terminó, pero todavía estoy motivado".
Vettel asegura que confía en su nuevo proyecto en Aston Martin, actual Racing Point, y en que los aires nuevos le traigan también ilusiones renovadas y un coche competitivo en el que se sienta cómodo y a gusto desde el principio para volver a dar guerra, ser el piloto peligroso y rápido que era antes de este último año.
"Todavía espero mucho de las carreras que faltan, pero creo que el nuevo proyecto con Aston Martin abre muchas posibilidades. No podremos lograr el éxito rápidamente, pero estoy seguro de que será un estado de ánimo completamente diferente y una nueva meta: ayudar al equipo a progresar".
En Aston Martin compartirá equipo con Lance Stroll, hijo del dueño Lawrence Stroll, dueño de la escudería y que ha prescindido de los servicios de uno de los pilotos más en forma de la parrilla, Sergio 'Checo' Pérez. Por su parte, Vettel, que sabe que no es eterno, vislumbra ya el final de su camino. "Tengo 33 ahora, estaré en la pista otros tres años, y realmente no quiero correr a los 40. Entonces, si realmente lo evalúas, me quedan de tres a siete años en la Fórmula 1".
[Más información: Vettel: "Hamilton es el más grande de nuestra era, pero Schumacher siempre será el mejor"]