Carlos Sainz se ha marchado muy cabreado de una clasificación del Gran Premio de Bahréin en la que ha terminado decimoquinto. El resultado ha sido nefasto, pero más le ha dolido en la forma que ha llegado. Sin poder pelearlo y condenando su trabajo de cara al domingo, que tendrá que ser buscar la heroica, pero sin grandes opciones para forzar una estrategia agresiva que le dé buenos resultados. Por ello, casi nada podía haber salido peor.
El español estaba haciendo un fin de semana sensacional. Ya desde la primera sesión de libres se había colado en los primeros puestos de la tabla, siempre merodeando el Top5, lo que hacía augurar un buen fin de semana en la lucha por los puntos y, quien sabe si con alguna carambola, incluso el podio.
Sin embargo, llegó el sábado y todo se torció de nuevo. Y otra vez por un problema mecánico. El madrileño había conseguido pasar a la Q2 usando un solo juego de neumáticos, lo que había sido realmente positivo y dejaba un panorama totalmente esperanzador.
Pero, de repente, en una curva a derechas tras superar una larga recta, el McLaren trompeaba, Carlos perdía el control del monoplaza y se observaba como uno de los controles de seguridad se activaba avisando una de avería mecánica. El español no pudo volver a mover su coche y la bandera roja apareció en pista mandado a todos al box y cambiando por completo el panorama de la Q2. Sin embargo, él acaba de perder todas sus opciones.
Las impresiones de Sainz
"Es un fallo mecánico, no es mala suerte, pasa en la competición a menudo, pero si hay un día que no podía pasar era hoy, porque había pasado con uno solo set la Q1 e iba a pasar con la goma media a la Q3, que parecía fácil... pero ese problema en el sistema de freno trasero, no sé que es exactamente... no se ha podido". Así se lamentaba el corredor madrileño que sabía que un problema así le podía arruinar una carrera que parecía muy beneficiosa para sus intereses.
A partir de ese momento, Carlos ya tenía la obligación en las pocas opciones que le quedan para el domingo y en buscar el lado positivo. El hecho de que le hubiera pasado en la Q2 y no en la Q1 le permite avanzar posiciones, así como estar en un circuito que, al menos, permite la posibilidad de adelantar: "Se puede adelantar sí, pero se ha complicado mucho ya que el Top10 sale con el medio y los de detrás no tenemos ventaja respecto a ellos".
"Los que me he guardado no lo puedo ni usar lo que me complica la carrera, he guardado gomas duras y uno tendrá planos tras el bloqueo del eje trasero, así que es lo peor que podía pasar, me compromete la carrera, las opciones estratégicas, por eso estoy muy enfadado". El desconsuelo de Carlos era total al ver la situación que se le ha quedado tras una clasificación nefasta y después de un fin de semana que apuntaba a ser muy positivo, con esperanzas de un gran resultado.
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