Victoria de Lewis Hamilton en el Gran Premio de Bahréin. El británico fue el más rápido de todo el fin de semana y culminó su domingo soñado con una victoria aplastante con dominio desde la primera vuelta. El británico no vio peligrar su éxito en ningún momento y mantuvo a raya al joven Max Verstappen que fue segundo.
En el podio se subió también Alexander Albon tras el abandono de 'Checo' Pérez, que rompió motor a tres vueltas del final. Y por detrás de ellos, gran resultado para los dos McLaren, que finalizaron cuarto y quinto. Exhibición de Carlos Sainz que salió en 15ª posición y dejó adelantamientos de todos los colores. Lo mejor, que Grosjean y Stroll salieron ilesos de sus accidentes.
El Gran Premio de Bahréin ha sido un auténtico thriller. Por momentos, miedo y mucho terror, después, un verdadero espectáculo, especialmente con la enorme actuación de Carlos Sainz que le puso la cara buena a una carrera que pudo terminar en tragedia en las primeras vueltas hasta en dos ocasiones.
La carrera comenzó de manera puntual a las 15:10 hora española, sin embargo, se alargó eternamente debido a dos desgracias. Hamilton salió raudo y veloz desde la primera posición mientras que Valtteri Bottas arrancaba mal, tenía problemas y perdía la posición con Verstappen y Pérez. De nuevo, el finlandés dando motivos a aquellos que ponen en valor los triunfos de Hamilton porque él, con el Mercedes tampoco va. Sin embargo, el drama llegó por detrás.
Mientras Carlos Sainz ganaba puestos y Lando Norris sufría un pequeño problema con la parte izquierda de su alerón delantero, Grosjean dejó el accidente del año y seguramente de la próxima década. Tras recibir un toque, perdió el control de su monoplaza, cruzó toda la pista en diagonal y tras pasar por delante de su compañero Magnusen se empotró contra las protecciones. En décimas de segundo, a la violencia del golpe se unió un tremendo incendio y la explosión del motor y del depósito de combustible. Unos segundos después, Grosjean aparecía entre las llamas intentando salvar su vida de forma desesperada. La tragedia le tocó muy cerca, pero el francés, algo aturdido, conseguía salir ileso mientras su Haas quedaba destrozado en dos partes. Todo quedó en un susto de los que hacen época, pero lo importante es que el galo estaba bien.
En carrera, bandera roja inmediata y todos a boxes. Había que reparar las vallas de protección que habían quedado destrozadas por la violencia del impacto, así como retirar los enormes fragmentos del monoplaza completamente calcinado. Más de una hora después, los comisarios dieron luz verde a la reanudación y los pilotos volvieron a la parrilla de salida. Carlos ya salía undécimo.
Sin embargo, de nuev en la primera vuelta del relanzamiento de la carrera, accidente importante. Lance Stroll se colaba por el exterior de Kvyat que le golpeaba con violencia. El impacto provocó que el Racing Point se levantara de la pista y tras romper el equilibrio de fuerzas 'G' y de aerodinámica, su monoplaza volcaba, quedando completamente boca abajo en la pista. Nuevo parón, esta vez con Safety Car para retirar el coche del canadiense y todos los fragmentos existentes en la pista.
Regresa la emoción
Una vez superados los dos sustos fue momento para la exhibición de Carlos Sainz que fue ganando posiciones una tras otra, superando incluso los problemas originados por su equipo. En tan solo 10 vueltas, el madrileño ya era octavo después de haber salido en decimoquinta posición. Quien había arruinado todas sus opciones en la carrera era Bottas, que tuvo que entrar a cambiar neumáticos y se instaló en la parte trasera de la parrilla después de haber salido segundo.
Mientras tanto, Carlos seguía a lo suyo y batía a su próximo compañero de equipo, Charles Leclerc, con un adelantamiento marca de la casa. El madrileño se estaba gustand y estaba poniendo sobre la pista todo su talento. También, confirmaba las buenas sensaciones que le había dado el McLaren durante todo el fin de semana, siempre más fiables en carrera que a una vuelta.
Tras colocarse séptimo, Carlos tuvo que entrar a cambiar neumáticos eligiendo los medios para la segunda parte de la carrera. Una vez normalizada la parrilla se lanzó al ataque a por los dos Renault, a los cuales superó en sendas maniobras geniales. Estaba desatado el español. En la parte alta de la clasificación, todo seguía muy estable con Hamilton primero, Verstappen segundo y 'Checo' Pérez tercero.
Empujón final
El madrileño volvió a entrar para su último cambio de ruedas en la vuelta 40, a 17 para el final. Sin embargo, la parada fue mala, malísima, y su equipo le hizo perder posiciones que tuvo que recuperar en pista. Carlos se apretó los machos y le volvió a mostrar a Leclerc que él también puede mandar en Ferrari el próximo año. De nuevo era séptimo. Pero quería más. Se lanzó a la caza de Gasly y lo superó poniéndose sexto en carrera, lo que parecía que sería su posición final. Mientras tanto, Norris era quinto. Buen botín para el equipo.
Pero a tres vueltas para el final, 'Checo' Pérez rompió motor y tuvo que abandonar cuando tenía un gran podio en su mano después de haber salido en quinta posición. El mexicano veía como su Racing Point decía basta y consumaba el cero de la escudería en Bahréin. De esta forma, Albon subió al podio, Norris fue cuarto y Carlos escaló al quinto puesto. Por delante, Hamilton levantó los brazos por undécima vez este año y Verstappen sumó un nuevo podio a su colección.
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