Romain Grosjean ha vuelto a nacer hoy en el circuito de Sakhir, en Bahrein. El piloto francés afrontaba una carrera más de las muchas que ha realizado a lo largo de su dilata trayectoria en la Fórmula 1 ajeno a lo que iba a suceder. A pesar de partir desde la decimonovena posición en la parrilla y de no completar ni media vuelta, ha sido el piloto del día.
El galo, una persona querida por todos debido a su amplia carrera en el 'Gran Circo', ha puesto el corazón en puño a pilotos, mecánicos y operarios que estaban presentes en trazado del Gran Premio de Bahrein. Su terrible accidente, que ya es historia de la Fórmula 1, ha podido ser la tragedia más grande vivida en los últimos años.
La salida del Gran Premio de Bahrein había sido relativamente normal para todos. Solo Bottas, que perdía una posición tras otra, parecía ser el gran damnificado. El piloto de Mercedes partía en segunda posición y en los primeros metros era sobrepasado por Verstappen y 'Checo' Pérez. Sin embargo, el peligro llegaría después.
Lando Norris, con un problema en la parte izquierda de su alerón delantero, relevaba a Bottas como el corredor con peor mala suerte de los primeros metros de la carrera. No obstante, unos segundos más tarde llegaría el drama. Grosjean se tocaba con otro piloto en pista y cruzaba el asfalto en diagonal a más de 200 kilómetros por hora. El francés no pudo hacerse con el control de su Haas y salía despedido hasta empotrarse contra las protecciones que no pudieron soportar la brutalidad del golpe.
La forma en punta del morro del monoplaza provocaron que se creara un efecto submarino entre las vallas y parte del coche pasó al otro lado de unas protecciones que quedaron destrozadas. La parte de atrás del monoplaza, en cambio, se quedaba junto a la pista. El golpe había sido una violencia tan grande que el coche se había partido en dos.
Grosjean en llamas
Sin embargo, esa no fue la situación que alertó a todos, ya que décima de segundo después del impacto se originó un brutal incendio en el lugar del accidente. El choque y el hecho de que el monoplaza de Grosjean fuese cargado de combustible al máximo provocaron que todo explotara y que las llamas calcinaran el Haas del corredor galo. La pregunta en esos primeros segundos era saber dónde y cómo estaba Grosjean y que, por favor, saliera inmediatamente.
Sin saber de donde había sacado fuerzas, Grosjean aparecía entre las llamas para salir del lugar de los hechos mientras uno de los operarios tiraba de su brazo desesperadamente. Parecía que estaba a salvo. Efectivamente, las primeras exploraciones no mostraban grades daños aunque el piloto parecía algo aturdido y con dificultad para andar. Era increíble que hubiese salido vivo e ileso de un suceso tan brutal.
La carrera se detuvo de inmediato con una bandera roja que mandó a los pilotos a boxes durante más de una hora. Era momento para que los operarios arreglaran a toda prisa y con la máxima eficacia las vallas que había destrozado Grosjean en su terrible accidente. Tardó en regresar el ruido de los motores, pero volvieron para ver la victoria de Hamilton y la exhibición de Carlos y su quinto puesto.
Poco a poco se fueron conociendo más noticias del estado de Grosjean que, aparentemente, era bueno. Solo sufría unas quemaduras en las manos y brazos y un poco en un tobillo. Una de sus botas se había quedado dentro del coche fruto de las altas temperaturas ocasionadas por las llamas. Pero todo bajo control.
Sus primeras palabras
Más tarde, ya en el hospital donde pasará la noche en observación por seguridad, Grosjean ha querido mandar un mensaje a todos sus fans de tranquilidad, a los médicos de agradecimiento y a poner en valor una vez más el halo, ese elemento del coche que protege el habitáculo en el que van metidos los pilotos y que se había doblado, pero había aguantado el impacto salvando la vida del francés como él mismo reconocía.
Grosjean, de buen humor, saludaba a todos con sus manos vendadas: "Hola a todos. Solo puedo decir que estoy bien, más o menos bien". Después, agradecía la cantidad de mensajes recibidos: "Muchas gracias a todos por los mensajes".
Además, el corredor del equipo Haas reconocía la suerte que había tenido y la función del halo: "Hace unos años no estaba el halo, creo que es algo muy bueno que tenemos en la Fórmula 1. Sin él, no estaría hoy hablando aquí".
Por último, reiteró su agradecimiento al personal médico que le atendió y que le había socorrido en un momento dramático: "Gracias a todo el staff médico en el circuito y en el hospital. Espero poder escribiros algunos mensajes en unos días, así que seguimos".
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