Romain Grosjean se encuentra bien y tranquilo en el Hospital de las Fuerzas de Defensa de Bahrein a donde fue trasladado en helicóptero tras su brutal accidente. El piloto francés no solo se estrelló contras las vallas de protección a más de 220 kilómetros por horas, sino que se vio envuelto en un terrible incendio durante más de 20 segundos.
Sin embargo, como si de una película se tratase, Grosjean consiguió salir de aquel infierno en el que se había convertido su monoplaza, el cual quedó destrozado y partido por la mitad. Afortunadamente, todo quedó en un susto, unas cuantas quemaduras sin demasiada importancia y una bota perdida, calcinada entre los restos del coche.
Si todo va según lo esperado, el francés será dado de alta este martes 1 de diciembre para continuar con su recuperación lejos de Bahrein, lugar que se ha convertido en maldito para él. Nunca olvidará lo que le pasó este fin de semana de noviembre del 2020 cuando la temporada ya agonizaba. Seguramente no esperaba ser el piloto del día en el circuito de Sakhir, pero hubiera firmado no recibir ese reconocimiento si implicaba estar al borde de la muerte.
Al menos, Grosjean obró el milagro y pudo salir de aquella bola de fuego que amenazaba seriamente con devorarle. Quien tampoco lo ha pasado nada bien en las últimas horas ha sido su mujer, que ha querido contar todo lo que vio, pensó, imaginó y lloró después de ver como su pareja volvía a nacer en aquel punto del trazado que quedó destrozado. Así explica Marion Grosjean cómo funcionó el "escudo de amor".
El mensaje de Marion
"Gracias a nuestros hijos que lo sacaron del incendio y crearon un escudo de amor. Gracias a su coraje, su implacabilidad, su fuerza, su amor, su entrenamiento físico que probablemente también lo mantuvo con vida (Kim, Dan, os quiero chicos). No se necesitó un milagro, se necesitaron varios ayer. Te beso". Este era el sentido mensaje hacia su esposo y hacia su familia.
Sin embargo, Marion Grosjean, periodista, contó también su experiencia personal: "Obviamente, no dormí anoche. Y para ser honesta, no estoy segura de qué escribir. Solo sé que está bien escribir. Siempre me ha ayudado. De todos modos... Esta mañana no os voy a mentir, las palabras no salen fácilmente. Romain se reirá, seguro, él que sabe lo habladora que soy. Él, a quien siempre he escrito tanto, precisamente".
"Tampoco sabía qué foto publicar. ¿Qué imagen guardar de ayer? ¿La de las llamas? ¿En la que sus salvadores le sostienen de las manos? ¿Los restos de su coche? Puse ésta. Es algo estúpida porque ambos llevamos la misma camiseta del título de GP2 con la que todavía duermo a veces. Hubiera preferido que tuviera la palabra 'superhéroe' en lugar de 'campeón', pero si es necesario, haremos otra con otro mensaje. Para los niños, porque así explicamos lo inexplicable".
"En Twitter mencioné las palabras útiles, las palabras urgentes, para protegerlos, sobre todo. Mencioné el 'escudo del amor' que lo había protegido. Hoy habrá que buscar otras fórmulas, inventar otras frases sensibles, expresar los sentimientos. Las encontraremos juntos".
"Agradecimiento para los hombres del coche médico. Amistad para Jean Todt y su humanidad inagotable. Agradecimiento para todos ustedes, que han mostrado un apoyo, un afecto y una amabilidad que apreciamos tanto. Gracias a la familia de Jules Bianchi y a su padre Philippe, en quien sigo pensando. Al propio Jules. A Kevin Magnussen por sus palabras. A los equipos de Canal+ por su delicadeza. Seguramente me vaya a olvidar de alguien, que me perdonen".
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