Carlos Sainz ha terminado en octava posición la sesión de clasificación del Gran Premio de Sakhir, en el nuevo circuito de Bahrein creado con parte del trazado habitual y en el que se corrió el pasado fin de semana. A pesar de no parecer una posición muy positiva, el español se marchó contento con el trabajo realizado y con las sensaciones de cara a la carrera del domingo.
Tras dos fines de semanas consecutivos saliendo desde la decimoquinta plaza y terminando en quinto lugar en la carrera, Carlos espera una carrera más tranquila, aunque irá con la misma ambición para intentar ganar puestos y pelear por el Top5 de nuevo. Sin embargo, parece que este fin de semana habrá más rivales que optarán a los puestos de cabeza, a pesar de que Hamilton es baja tras su positivo por coronavirus.
Así de satisfecho se marchó el corredor de McLaren: "Si me dices antes de la 'cuali' que iba a pasar a la Q3, que iba a acabar octavo y que me iba a guardar dos sets de medios para la carrera, firmo enseguida", aseguraba el madrileño tras lo vivido en una clasificación en la que la pole position fue para Valtteri Bottas.
"Honestamente, hoy hemos sacado lo máximo posible. Es un día muy bueno para nosotros, porque después del tercer entrenamiento libre nos veíamos en el puesto doce o el trece". Sainz se mostró orgulloso de la inteligencia que mostraron este sábado en su estrategia y en como eligieron las ruedas que debían montar también de cara al domingo, para usar el menor número de juegos de neumáticos posibles.
"Para lo lentos que hemos ido durante todo el fin de semana, en la 'cuali' con un poco de intuición, y también para ver cómo reaccionaba el coche con respecto al viento y otras cosas, he decidido poner un juego de duras, para asegurarme que pasaba a la Q2 con sólo un juego de blandas usadas".
La pillería de Sainz
El talento y la sabiduría del español no solo se demuestran en la pista ganando posiciones y adelantando pilotos, sino también decisiones como estas que pueden ser claves, no solo para el sábado, sino también para la carrera del domingo. Los McLaren están acostumbrados a sacrificar su rendimiento en clasificación y apostarlo todo a la carrera, donde su ritmo suele ser mucho mejor.
"De esa manera, me garantizaba tener dos juegos de blandas para la Q2, que luego no me hicieron falta, porque cogí un rebufo muy bueno de George Russell y eso me permitió pasar directo a la Q3". Una prueba más de que todo lo salió rodado al piloto madrileño, que afronta sus últimas carreras con la escudería de Woking.
"En la Q3 me he encontrado con dos juegos seminuevos de blandas para intentar hacer el tiempo; pero ya sin rebufos y sin nada se demostró un poco más dónde está el coche". Carlos marcó el récord absoluto del primer parcial, aunque afirmó que realmente "el coche no está para récords. Hoy tiramos de picaresca y de truquillos".
Sobre la carrera, Carlos quiso ser cauto: "La carrera se va a complicar. Ha sido un muy buen día y al final no estamos tan mal. Aunque mañana las posiciones igual cambian. Habrá que mirar más al retrovisor que hacia adelante por una vez. Pero es lo que hay. Y tendremos que lucharlo". McLaren sigue inmerso en la lucha por la tercera plaza del mundial de constructores, puesto que tendrá que defender con uñas y dientes en las últimas dos carreras de la temporada.
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