Fernando tiene ya muchas ganas de subirse al RS20, algo que hará en ese famoso test del día 15, pero antes se está gustando y mucho con el monoplaza que un día le hizo grande entre los grandes. "Cuando me subí fue un momento muy especial, y al meterme además vi el mapa del circuito de China pegado en la cabina y les pregunté: ¿qué hace esto aquí?. Y me respondieron: bueno, es que es el coche de la carrera de China; el que gané la última carrera del campeonato, ha sido un momento muy, muy especial, reconfortante", explicó el asturiano.