Mal día de nuevo para Carlos Sainz en el Rally Dakar. El español ha vuelto a tener una pérdida considerable de tiempo con sus grandes rivales, Stéphane Peterhansel y Nasser Al-Attiyah, debido a problemas en la navegación, uno de los puntos fuertes en la pareja que forma junto a su copiloto Lucas Cruz. El madrileño cedió 13 minutos con el francés y 11 con el catarí. El triunfo de etapa fue para De Villiers.
La quinta etapa del Rally Dakar se presentaba como una opción inmejorable para Carlos Sainz, que viaja a marchas forzadas entre las dunas y las piedras de Arabia Saudí. A pesar de que el español comenzó muy bien ganando la primera etapa, los problemas que está padeciendo de navegación le han hecho perder casi todas las opciones de victoria. No obstante, el Dakar es largo y hay que mantener la esperanza y la ilusión hasta el final.
Esta jornada, marcada en rojo por la organización como una de las más largas y complicadas, era una ocasión propicia para el madrileño de recortar distancias, debido a que sus rivales directos, Nasser Al-Attiyah y Peterhansel abrían pista. Sin embargo, quien más sufrió fue 'el matador' que, como ya le ha sucedido en etapas anteriores, volvió a perder el rumbo al comienzo de la jornada y acumuló pérdidas cercanas a los treinta minutos, lo que le hacían despedirse de forma segura del triunfo.
Sin embargo, tanto Carlos como Lucas se pusieron manos a la obra para intentar recortar las diferencias y en cada uno de los waypoints fueron reduciendo esa diferencia hasta quedarse en pérdidas grandes, pero consideradas normales dentro de una carrera tan complicada como esta. No obstante, ya son muchos días acumulando errores importantes y tiempo en la clasificación.
Por su parte, Al-Attiyah y Peterhansel llevaron un ritmo de crucero durante todo el día e incluso estuvieron peleando un tiempo por la etapa. Finalmente, el francés, que está haciendo gala de una regularidad increíble, terminó llevándose el gato al agua en su duelo contra el catarí, aunque no pudo celebrar la victoria.
El triunfo de etapa fue para Giniel De Villiers, ganador de la carrera en el año 2009 a los mandos de su Volkswagen Race Touareg 2. El sudafricano completó el recorrido en un tiempo total de 5 horas, 9 minutos y 25 segundos, aventajando en menos de un minuto al segundo clasificado, Baragwanath. Tercer fue Peterhansel y cuarto Al-Attiyah. De Villiers dominó la especial durante casi todo el día y retuvo su triunfo en una parte final muy lenta, marcada por la gran presencia de piedras y la dificultad.
Bien Nani Roma
Mejor suerte que Carlos Sainz tuvo el otro español inmerso en la lucha por el Top10, Nani Roma, que sigue avanzando en la carrera sin problemas mecánicos a pesar de estar trabajando y evolucionando su BRX T1, un coche totalmente nuevo del equipo Bahrain Raid Xtreme, escuadra fundada por Prodrive. Concluyó en séptima posición provisional a 10 minutos del vencedor, por lo que se quedó a menos de 8 minutos del ritmo de los más fuertes del Dakar.
Quien tuvo peor suerte fue Sébastien Loeb, que como Carlos, tuvo problemas al comienzo de la especial, pero sus pérdidas fueron abismales, despidiéndose defintivamente de sus sueños de podio. Tampoco fue el día del novato Lategan, del equipo Toyota, que tuvo un aparatoso accidente en el inicio de la etapa y se fracturó la clavícula, teniendo que abandonar en su primer Dakar.
De esta forma, Peterhansel sigue al frente de la clasifiación con Al-Attiyah a algo más de 6 minutos, por lo que la diferencia entre ambos es realmente pequeña y el título sigue muy en juego. Sainz completa el podio, aunque se sitúa ya a 48 minutos. Nani Roma escala posiciones y séptimo provisional a un poco más de 1 hora y 24 minutos.
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