El Rally Dakar 2021 sigue agotando sus fechas y el final de la carrera está cada vez más cerca. Por ello, los pilotos deben ir perfilando sus estrategias para intentar alcanzar sus objetivos. Unos intentará ganar puestos, otros mantener su posición y todos arrancarán esta traca final de etapas con la clara intención de llegar hasta el final.
Una de las clasificaciones que más en disputa se encuentra es la de la categoría de coches, donde Stéphane Peterhansel y Nasser Al-Attiyah son los claros candidatos al triunfo, separados por menos de 8 minutos en la clasificación general. Por detrás se encuentra Carlos Sainz que ya no tiene casi nada que perder y que, lejos de mantener su tercera plaza, intentará hacer todo lo posible para reducir la desventaja y soñar con el triunfo.
El madrileño, que sabe que si no pasa nada la victoria en la general será imposible, se encuentra a 41 minutos tras sufrir graves problemas de navegación al comienzo del rally. No obstante, tras la séptima etapa, celebrada entre Ha'il y Sakaka, después de la jornada de descanso, no se mostró descontento con su tercera posición. El español terminó por delante de Al-Attiyah, aunque por detrás de Peterhansel.
"Para ir abriendo pista la etapa no fue del todo mal. "Tuvimos un pinchazo y luego en un sitio tuvimos que dar un par de vueltas para encontrar el camino". El madrileño salía en primera posición tras su victoria en la sexta etapa. Ahora, asegura que el objetivo es "hacer buenas etapas y tratar de recuperar lo que se pueda".
Peterhansel - Al-Attiyah
Por su parte, 'Monsieur Dakar' volvió a firmar otra etapa espectacular, manteniendo muy buen nivel con su Mini durante toda la especial y rozando la victoria, lo que le permitirá no tener que abrir pista en la jornada de este lunes. Aún así, estuvo a punto de rozar la tragedia tras tener un problema muy importante en la suspensión de su Mini y que le podría haber costado un abandono o una enorme pérdida de tiempo. Al final, solo fueron unos minutos y pudo recuperarse en la recta final de la jornada.
"A falta de 40 kilómetros tuvimos un fuerte impacto contra una roca. La llanta se destrozó y fue complicado sustituirla porque se bloqueó con la pinza de freno. Lo que normalmente te lleva dos o tres minutos nos costó creo que unos siete u ocho. Después de eso pudimos seguir, pero a 20 kilómetros de meta notamos el coche muy extraño, llegamos a la meta despacio y aquí hemos visto que un brazo estaba roto. Hemos tenido suerte de acabar". El líder salvó su día más complicado y además aumentó su renta.
Quien se mostró menos contento con el resultado de la etapa fue Nasser Al-Attiyah, que volvió a sufrir con sus neumáticos BF Goodrich y con la suspensión de su Toyota Hillux. El catarí volvió a pinchar y por eso tuvo que levantar un poco el pie del acelerador para no sufrir males mayores. Su compañero De Villiers, ganador de la quinta etapa, tuvo hasta cuatro pinchazos, sumando ya 13 en toda la carrera.
"Hemos tenido un pinchazo así que tuvimos que cuidar del coche y no dañarlo. Parece que está va bien y veremos mañana lo que podemos hacer. Es difícil batir al buggy, no es sencillo, me gustaría que todos corrieran con un 4x4". A pesar de todo, la pérdida de Nasser fue de tan solo dos minutos y en la octava etapa tendrá una posición de salida inmejorable incluso para atacar el liderato. Está muy apretado con Stéphane, aun queda mucho camino por delante".
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