Carlos Sainz está ante un momento muy importante de su carrera deportiva. Esta misma semana se subirá por primera vez a un monoplaza de la escudería Ferrari y dará sus primeras vueltas a un circuito vestido de rojo. Con ello, habrá cumplido un sueño de la infancia, el deseo que todos los aficionados a la Fórmula 1 tienen desde que son pequeños, ser algún día parte de la Scuderia.
Sin embargo, también supondrá un paso esencial en su trayectoria, ya que ser piloto de Ferrari implica ser mirado de otro forma, con la máxima exigencia, con la obligación de estar cada día en la parte alta de la clasificación, sin respiro y sin posibilidad de fallo. Ser parte de Ferrari significa lo máximo en todos los aspectos, algo que muchas veces no se puede controlar. Se trata de cruzar una línea que puede llevarte a lo más alto o devorarte por completo, y el pasado reciente de Ferrari no invita al optimismo.
El test de Fiorano
A mediados del mes de mayo del año pasado se hacía oficial la gran noticia que muchos estaban esperando. Un piloto español regresaba a la élite de la Fórmula 1, al olimpo de los campeones del 'Gran Circo', a la escudería Ferrari, la más laureada, exigente, glamurosa y fiel a este espectáculo de todos los tiempos. Era Carlos Sainz quien había conseguido dar el gran salto que en su día ya había dado Fernando Alonso, formar parte de la familia más importante de este deporte.
Tras hacerse oficial el fichaje, Carlos concluyó de manera brillante la temporada con el equipo McLaren aupando a los de Woking hasta la tercera posición en el Mundial de Constructores. Meses más tarde, en el mes de diciembre y con la temporada terminada, Carlos Sainz pudo vestirse de rojo por primera vez y ante las cámaras, haciendo su presentación de gala junto a Mattia Binotto y Charles Leclerc. Además, pudo probarse su nuevo mono y hasta enfundó un casco que le dejó Marc Gené.
Después de haber cumplido estos pasos rutinarios y de haber pasado unas semanas trabajando en la fábrica de Maranello, este miércoles y este jueves tendrá por fin la oportunidad de subirse por primera vez a un Ferrari. Será en un test no oficial, respetando la reglamentación de la FIA, pero no considerado dentro de las pruebas de la pretemporada oficiales, con un monoplaza del año 2018. Tendrá lugar en el trazado de Fiorano, circuito privado de Ferrari situado muy cerca de la fábrica ferrarista.
Carlos Sainz se pondrá a los mandos de un SF71H, un modelo presente en la fábrica de Maranello y disponible para sacar al circuito con el que ya rodaron Leclerc y Vettel la pasada temporada. Además, se trata de un coche muy especial para la escudería y para el piloto alemán, ya que con él sumó cinco victorias que se unieron a la también lograda por Kimi Raikkonen. La prueba concluirá el jueves y durará alrededor de un día y medio, siendo la primera toma de contacto del español con el Cavallino Rampante.
Una prueba de piloto
Así es como califican en Ferrari al test que va a realizar Carlos Sainz y para el que Charles Leclerc también estaba citado, aunque su positivo por Covid-19 puso en duda su presencia. No se trata de una prueba que vaya a servir a Ferrari para implementar su monoplaza ya que, el SF21, no se probará hasta los test oficiales de Bahrein. Sin embargo, sí será la primera toma de contacto de Carlos antes de subirse al monoplaza con el que competirá este año.
Carlos no ha vuelto a subirse a un Fórmula 1 desde que la temporada 2020 echara el telón ya que la FIA no le permitió participar en la prueba de jóvenes pilotos de Abu Dhabi con Ferrari, tal y como el piloto español y el equipo italiano habían solicitado. La Federación Internacional de Automovilismo no se movió de su punto de partida y no permitió participar a pilotos con contrato en la actual parrilla. Por ello, otros como Fernando Alonso sí pudieron acudir.
Este test de Fiorano será la única vez que Carlos ruede con un monoplaza de Ferrari antes de afrontar la trascendental prueba de principios de marzo en Bahrein, único periodo de pretemporada este año en la Fórmula 1. Allí tendrá solo día y medio para poner a punto el SF21, ya que el otro día y medio le corresponderá a Leclerc. Antes, había tres días por piloto, es decir, el doble, pero la F1 se ha propuesto reducir gastos a un ritmo imparable.
En esta prueba que llevará a cabo en el circuito de Fiorano, Sainz tendrá la oportunidad de trabajar con el equipo la comunicación, empaparse de aspectos universales del coche, realizar trabajos de radio con sus ingenieros y ponerse también un poco a prueba para comprobar que todo va perfecto y que el trabajo realizado en el simulador durante estos días va por buen camino. Carlos ha pasado alrededor de unas dos semanas trabajando en la fábrica ferrarista para intentar que su adaptación sea máxima en el menor tiempo posible.
El futuro de Carlos
Esta primera toma de contacto, aunque sea con el SF71H del año 2018, marca el incio de la aventura de Carlos Sainz en Ferrari, sin duda un paso trascendental en su carrera deportiva y que puede marcar el resto de su trayectoria como piloto. Desde el punto de vista histórico, el madrileño llega a la élite. Sin embargo, la actualidad de la Fórmula 1 marca una realidad bien distinta y es que el piloto español llega a un equipo que ha coleccionado fracasos en los últimos años y que en esta última temporada ha caído completamente hasta límites inesperados.
La idea principal de Carlos, como la de muchos pilotos, pasa por el próximo año, el 2022, momento en el que la reglamentación de la Fórmula 1 cambiará y los nuevos motores entrarán en juego. Ese cambio, programado para este año, pero retrasado por la pandemia, marcará el inicio de una nueva era en el 'Gran Circo' y ahí es a donde quiere llegar Sainz en plenas facultades.
De esta forma, se marcará este primer año de adaptación, pero también de dura pelea con su compañero de equipo Leclerc, quien parte con ventaja al conocer el coche y a la casa, para ser tomado como el primer piloto de la escudería en el año que de verdad pueden pelear por hacer algo importante.
Ya después de su presentación Carlos Sainz afirmaba saber a donde había llegado, a un equipo deprimido, en horas bajas y con un piloto consolidado. No obstante, en su contrato y en su acuerdo con Mattia Binotto aparece la idea de la igualdad, y es que en la casa italiana deberán dejar que ambos corredores compitan y que sea la pista quien marque el liderazgo. Sainz sabe que en el principio de la temporada parte con desventaja y que con tan poca preparación será muy difícil llegar a Bahrein, primera cita del mundial, con la posibilidad de pelearle el puesto a Charles.
Sin embargo, los años de Carlos en McLaren le han hecho convertirse en uno de los mejores pilotos de la parrilla, sacando un rendimiento máximo a un coche limitado, algo que también se encontrará este año en Ferrari, demostrando una gran capacidad para adelantar y para hacer buenas salidas y, sobre todo, con una madurez que le hacen ser un piloto especial. Ese Carlos, el mejor, es el que necesita sacar en cada carrera para poder liderar un equipo que, pese a su crisis, sigue teniendo una exigencia máxima.
El nivel de Ferrari
Si algo no preocupa a Ferrari ni a la hinchada española es el nivel de Carlos Sainz, de quien no se duda de su trabajo ni de su talento. Sin embargo, de lo que sí se duda y mucho es de la propia escudería y de su nivel después de muchos años encadenando fracasos. Es menester recordar que en tiempos pasados, hasta que llegó la misteriosa sanción de la FIA en 2019 por los cambios en el motor, para Ferrari un segundo puesto era un fracaso. Así sucedió con Fernando Alonso, con Sebastian Vettel y en menor medida con Raikkonen y Leclerc.
Sin embargo, la debacle vivida el pasado año, especialmente en la primera parte del campeonato, hizo que conseguir algún podio y cuajar buenas carreras dentro del Top5 fuera un motivo de alegría y celebración. No avanzar a la Q3 en clasificación y encadenar carreras fuera de los puntos fue una tónica habitual para Leclerc y sobre todo para Vettel el pasado año, haciendo de Ferrari un equipo vulnerable y en ruinas.
Carlos, y toda la Fórmula 1, esperan desesperadamente un cambio drástico en la tendencia del equipo, que no puede repetir el fracaso del año pasado y que ya ha lanzado mensajes de una supuesta mejoría, la cual podría quedarse en simple humo. Ferrari se encuentra en una situación en la que no se encuentran otros equipos y es que no puede esperar a 2022 para ofrecer su mejor versión. El desastre vivido en este 2020 obliga a la escudería del Cavallino Rampante a demostrar ya que han cambiado la tendencia.
Mattia Binotto y todo el entorno ferrarista han asegurado que la nueva unidad de potencia contará con un incremento de rendimiento extra con el que reducirán esa deficiencia de casi 70CV que han registrado este año respecto al equipo Mercedes. Ese nuevo motor, que está en fases muy avanzadas de su creación, es la gran esperanza del equipo italiano, así como la reestructuración de toda la parte trasera del monoplaza, que también traerá consigo un mayor rendimiento.
Ese nuevo motor de Ferrari contará con importantes cambios en sus propiedades térmicas, el tren de potencia eléctrico y una nueva culata de cilindros 'súper rápida', todo ello como parte de un proyecto de avance liderado por Wolff Zimmermann, Enrico Gualtieri y la empresa AVL, cuya idea principal era conseguir avances a largo plazo, pero que ante la crisis que ha azotado este año el equipo han tenido que quemar ya algunas de sus balas. Se espera que la ganancia total pueda ser de en torno a 50CV de potencia y que el coche también aumente su velocidad punta, para no sufrir en exceso en circuitos con largas rectas como le ha sucedido este año donde era uno de los coches más lentos de la parrilla, incluso por detrás de monoplazas que también usaban motor Ferrari.
Con esas y otras mejoras que están aún por desvelarse y que deberían aparecer antes de la llegada de los test de Bahrein, Ferrari espera ahuyentar los malos espíritus del pasado y borrar las críticas que se han comido la moral de la escudería más laureada de la historia y que incluso puede amenazar con echar por tierra la carrera del mayor talento que ha tenido el automovilismo español desde la salida de Fernando Alonso.
La Fórmula 1 espera a Ferrari y algunos equipos como Red Bull, que intentará ganar el campeonato este año a la desesperada ante el adiós de Honda, empiezan a tener en cuenta a los italianos ya que, de ser reales todos estos avances, podrían estar en disposición de pelear, al menos, por el podio, objetivo que se han marcado en Maranello. Abandonar el desastre vivido con el SF1000 de este año es un mantra grabado a fuego en cada trabajador del equipo italiano, ya que si no será imposible subirse al nuevo tren del año 2022 con garantías de volver a ser los números uno.
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