Ferrari ha vuelto a escena. La escudería italiana ha realizado parte de la presentación planificada para este 2021. El histórico equipo rojo comienza un nuevo proyecto en el que los próximos años marcarán buena parte de su futuro e intentarán borrar un pasado que verdaderamente lamentable. Los italianos han tocado fondo en el 2020 y ahora esperan resurgir de sus cenizas como el Ave Fénix.
Para ello, Mattia Binotto, jefe de la escudería, ha ideado un plan en el que la pareja de pilotos más joven desde el año 1968 serán los máximos exponentes de un crecimiento que esperan lograr ya para la presente temporada y que debería tener una versión mejorada el próximo año. Carlos y Charles, Sainz y Leclerc, sobre sus hombros recaerá la responsabilidad de liderar el nuevo resurgir del gigante dormido de la Fórmula 1.
En esa presentación, en la que no se ha podido ver el nuevo SF21, el cual no verá la luz hasta el próximo 10 de marzo, unos días antes de los test oficial de Bahrein, Binotto ha asegurado que el nuevo monoplaza y, sobre todo, su nueva unidad de potencia tiene signos que ya son alentadores. Territorio ganado para los de Maranello. Sin embargo, la gran sorpresa llegará el próximo curso con un monoplaza totalmente renovado. No obstante, no todo son alegrías en el seno de Ferrari, ya que algunos socios como Haas siguen desconfiando del verdadero rendimiento al que se pueda llegar este año.
El 'nuevo' Ferrari
Desde finales de la temporada pasada, cuando el temporal seguía instalado en el box de Ferrari, pero cuando ya arreciaba con algo menos de fuerza, las previsiones que se ofrecían de cara al 2021 eran bastante halagüeñas. Por un lado, por lógica, pues a peor era muy difícil ir. Por otro, por obligación, ya que aunque el interés de todos es mejorar de cara al 2022, Ferrari ha caído tan bajo que debe ofrecer a su dirigencia y a sus fans al menos algún cambio positivo de cara a esta temporada.
Por ello, desde la fábrica del Cavallino Rampante aunque se han guardado algunas balas, han comenzado a gastar parte de su nueva munición en el SF21, el coche que Leclerc y Sainz pilotarán con el objetivo de volver a instalarse en los puestos de privilegio. No será este año cuando a los italianos se les pidan victorias o podios con demasiada regularidad, pero sí será el momento en el que se deje de permitir que los dos monoplazas no están en la Q3, algo que pasó durante el año pasado con mucha regularidad.
La principal innovación del equipo Ferrari será su nueva unidad de potencia completamente mejorada. La escuadra italiana lleva sumida en una depresión y un desastre continuo desde hace dos años cuando recibieron la penalización de la FIA y no han conseguido volver a ser competitivos dentro de la ley. Ferrari fue el peor motor de la pasada parrilla, algo que no solo sufrió el equipo de Leclerc y Vettel, sino que también lo sufrieron sus hermanos pequeños Haas y Alfa Romeo.
Ahora, la nueva estructura ya confía en la nueva creación ideada para el SF21 que tendrá cerca de 50 CV más de potencia y que promete reducir drásticamente la distancia con Mercedes y Red Bull principalmente. Ellos también crecerán, como todos, pero la distancia será mucho menor que la vista la última temporada. El objetivo principal es no volver a estar a 70 CV de distancia de los mejores como se han visto este 2020 en algunos momentos.
Por si esto fuera poco, Mattia Binotto ha ideado una nueva reestructuración del equipo, especialmente en el departamento de chasis, el cual estará formado por cuatro áreas. Al frente de ellas habrá cuatro nombres que serán los encargados de volver a llevar a Ferrari a lo más alto. Ellos serán David Sánchez, Enrico Cardile, Fabio Montecchi y Diego Ioverno. Se encargarán de gestionar el concepto del vehículo, el rendimiento del chasis y las actividades de ingeniería de pista, la ingeniería de proyectos y las operaciones de vehículos. El líder último de todos ellos será Enrico Cardile, mientras que otro Enrico, Gualtieri, será la cabeza visible del departamento encargado del motor.
Alfa apoya el avance
La guerra de Ferrari en la Fórmula 1 no solo tiene a un damnificado, ya que hay otros equipos que dependen del motor italiano y de su progreso. Sin crecimiento ni avance de la Scuderia, Alfa Romeo lo tiene muy complicado. Por ello, ante el bajón sufrido por la escuadra que dirige Mattia Binotto, el equipo de Vasseur también pagó las consecuencias con una temporada muy decepcionante en cuanto ritmo, sensaciones y resultados.
Sin embargo, este año parece ser diferente. Como clientes de motores Ferrari, Alfa Romeo tiene una información privilegiada para su equipo que se puede extrapolar también para la propia escudería italiana. Si Alfa confía en el nuevo motor es porque el monoplaza de Carlos Sainz y Charles Leclerc están dando buenos resultados y mostrando unas prestaciones con las que se pueden ser optimistas de cara al futuro cercano.
Vasseur afirmó hace pocas horas que las reuniones mantenidas con Ferrari durante todo el invierno han sido muy productivas y que el proyecto va por buen camino y está en buenas manos, a pesar de que la decisión última la tendrá siempre la formación liderada por Mattia Binotto. Sin embargo, todo hace indicar que gran parte de los problemas sufridos con el monoplaza de 2019 y 2020 parecen solucionados.
A pesar de ello, desde Alfa Romeo aseguran que en este 2021 serán menos dependientes de Ferrari que nunca. Quizás la falta de resultados de los últimos años ha provocado que decidan volar un poco más en solitario con el objetivo de recuperar posiciones en la tabla y liderar ese tercer vagón de pilotos donde Alpha Tauri se mantiene intratable, codeándose con esa clase media formada por los Alpine, McLaren y compañía. El nuevo C41 de Alfa, presentado ya con un morro mucho más fino e interesante que ha despertado mucha expectación, confía en ese buen rendimiento de la unidad de potencia ferrarista para comenzar su escalada.
Haas pincha el globo
Si Alfa Romeo es la cara buena del disco, Haas pone la cara amarga y la que rompe los buenos pronósticos. Al igual que la escudería liderada por Vasseur, el equipo propiedad de Gene Haas tiene información privilegiada en el 'caso Ferrari' y en desde su perspectiva, la recuperación necesaria es tan grande que el 2021 volverá a ser una decepción. Por ello, surgen también las dudas respecto a Ferrari.
La opinión de Gene Haas está muy clara y es que su extrema dependencia de Ferrari tiene el rendimiento de su equipo totalmente atado al de la escudería más laureada de su historia. Por su bien y por su supervivencia, espera que Ferrari pueda solucionar sus problemas cuanto antes, ya que la falta de potencia que registraron en 2020 fue terrible. Los problemas con el consumo de combustible tampoco les ayudaron y al final terminaron hundiéndose en una zona de la que habían conseguido salir hace unos años cuando eran mucho más competitivos.
Gene asegura que le duele la situación que vive porque cuando Ferrari va lento, su barca también pierde capacidad sin que puedan hacer mucho al respecto. Esa dependencia, que es mejor que la del equipo Alfa Romeo, les hace padecer aún más la crisis de Ferrari y que sus expectativas sean menos positivas que las de sus rivales. De todas formas, el líder del equipo espera que este déficit pueda tener solución pronto, ya que considera que no es solo problema de la Scuderia, si no también de fabricantes como Honda o Renault. Los japoneses, a pesar de abandonar la Fórmula 1, seguirán estando presentes gracias a Red Bull y Alpha Tauri y a la congelación de motores.
La polémica de 2019
Ferrari ha hecho este viernes su amago de presentación que finalmente ha consistido en unas breves impresiones de Sainz, Leclerc y Binotto, además de un conjunto de experiencias personales que poco han aportado al interés por el presente y el futuro de la escudería. El momento de ver el coche llegará en dos semanas. Antes han rodado en unos test privados especiales para probar los neumáticos Pirelli de 2022 en Jerez con el polémico SF90 y en Fiorano hace unas semanas para ir tomando sensaciones, especialmente el español, que tenía la oportunidad de montarse en un Ferrari por primera vez.
Como se ha podido comprobar en los últimos meses, las expectativas con Ferrari son bastante buenas, sobre todo si se tiene en cuenta que el listón dejado en 2020 está relamente bajo. Ferrari, con Binotto a la cabeza, y Alfa, confían en ver ese crecimiento mientras que Haas y gran parte de la Fórmula 1 se muestran más reticentes. Mejora habrá, eso es un hecho, pero habrá que ver si es suficiente para ser realmente competitivos aunque los grandes objetivos se aplacen al futuro. Carlos ya ha confesado hoy que su objetivo es ser campeón del mundo vestido de rojo y que se da cinco años para ello.
Sin embargo, la situación actual de Ferrari está provocada por un suceso que ocurrió en 2019 y del que nada se ha sabido desde entonces, a pesar de que en las últimas horas Mika Solo, expiloto y comisario de la FIA, ha flirteado con saber el motivo completo de la sanción. Ferrari presentó unas mejores espectaculares a mitad de temporada que trajeron varios triunfos consecutivos y la lucha de lleno por el mundial en 2019 con Lewis Hamilton y Mercedes. Sin embargo, la queja de varios equipos provocó una investigación secreta de la unidad de potencia de los italianos que finalmente fue limitada. A partir de ahí, nunca más se ha vuelto a saber del éxito de Ferrari, que no supo seguir creciendo después de aquellas medidas.
Al parecer, el castigo deslizado por Salo tenía que ver con una reducción del flujo de combustible que podía recibir la unidad de potencia de Ferrari y que también tenía consecuencias para Alfa Romeo y Haas, quienes arrastraron esa penalización en 2020. Horas después, Salo ha reculado y se ha retractado de esta versión asegurando que no conoce los detalles reales de la sanción, pero lo que está claro es que aquel fue el principio del fin de Ferrari, la caída del motor más laureado de todos los tiempos y el inicio de una crisis histórica. Habrá que ver si el SF21 y el proyecto de Ferrari, Sainz y Leclerc sale hacia delante y consigue disipar todas las dudas ganando posiciones en la parrilla con su nuevo motor.
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