Alpine se ha propuesto rizar el rizo en su nuevo proyecto en la Fórmula 1. La marca más deportiva del Grupo Renault será quien ponga imagen y rostro a la intentona del equipo del rombo de regresar a lo más alto, algo que no sucede desde que Fernando Alonso ganara su segundo mundial en el año 2006 o desde que un propulsor francés en el Red Bull de Sebastian Vettel sumara el último de sus cuatro mundiales en el año 2013.
Es precisamente el regreso del asturiano lo que más revuelo y expectación ha levantado, pero harán falta más cosas para que este nuevo proyecto se cuele entre los mejores de la Fórmula 1 en los próximos años. La base es buena, la marcada por el RS20 el pasado curso, que dio un espléndido rendimiento en las manos de Ricciardo y Ocon.
Esteban continuará este curso y pondrá la experiencia, mientras que el australiano ha volado a McLaren para dejar su asiento al bicampeón español. Ha sido el propio Ocon quien en las últimas fechas ha asegurado que el objetivo para este curso es no perder la senda de los buenos resultados que trajeron tres podios llegando incluso a rozar la victoria.
El nuevo Alpine de este curso ya ha sido presentado, con un diseño rompedor donde predomina el azul y donde toma protagonismo la vena más francesa. Ocon incluso ha realizado un filming day para seguir dándole vuelo al nuevo diseño, aunque no será hasta los test de pretemporada de Bahrein cuando el A521 se ponga de verdad a prueba. Todos guardan sus cartas para ese día.
Sin embargo, el diseño no es la única novedad que ha preparado Alpine para este nuevo año, el 2021, una temporada de transición y desarrollo. Quizás por eso han querido probar con una nueva fórmula para la dirección del equipo, las temidas bicefalias. En los últimos años no han garantizado muchos éxitos, pero es la decisión tomada, sin duda de un riesgo muy importante.
No es habitual en la Fórmula 1 encontrar estas composiciones, ya que todos tienen identificados a nombres como Toto Wolff, Mattia Binotto o Chris Horner, dueños y señores de todo lo que pasa en Mercedes, Ferrari o Red Bull respectivamente. Sin embargo, Alpine ha optado por no sustituir a Cyril Abiteboul, antiguo jefe del equipo Renault, y ha creado un nuevo equipo de hasta tres personas.
La nueva estructura
Dos parecen predominar. La primera de ellas es una de las caras nuevas de la compañía, el gran fichaje en el aspecto técnico, Davide Brivio, antiguo líder del equipo Suzuki de MotoGP campeón del mundial con Joan Mir. El italiano aportará conocimiento, talento y energía nueva. También esa aura especial que da ganar, algo perdido en el seno de la estructura gala. Sin embargo, su experiencia en Fórmula 1 es nula y por ello en el Grupo Renault han optado por ponerle alguien a su lado.
Esa otra figura será Marcin Budkowski, que hará las veces de director ejecutivo del equipo. Entre los dos serán los encargados de tomar las decisiones más importantes de la escudería y que guiarán los pasos de este nuevo proyecto. "Marcin se encargará del desarrollo del chasis y del tren motriz, por lo que coordinará todo el desarrollo del coche. Davide será director de carreras. Así que los dos trabajarán en tándem para extraer lo mejor del coche, que ha sido diseñado para ponernos en la mejor posición en el futuro". Así lo explican desde el equipo Alpine.
No es la primera vez que Renault opta por este tipo de organización, ya que probaron suerte en 2016 con la pareja formada por Abiteboul y Vasseur, algo que no terminó nada bien. Sin embargo, este año prometen haber aprendido de los errores y, a priori, tanto Brivio como Budkowski parecen estar encantados con la idea de trabajar en tándem. Junto a ellos también estará el tercero en discordia, Alan Permane, que será el jefe de operaciones en pista. La apuesta de Alpine se arriesga y la suerte está echada.
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