La cuenta atrás llega a su final y este fin de semana España volverá a vibrar con el regreso de Fernando Alonso a la Fórmula 1. El gran momento que esperaba toda la tradicional 'marea azul' que acompañaba en cada circuito al asturiano tendrá una nueva ilusión desde que se apague el semáforo este domingo en Bahrein. De momento tendrán que hacerlo desde casa, pero ojalá la evolución de la pandemia permita volver a ver esa instantánea que conjugaba los colores de la bandera de Asturias con el coche que llevaba el piloto de Alpine.
La nueva escudería cambió completamente su estructura para acomodar la llegada dl asturiano y ponerle las mejores armas a su disposición. Son conscientes de que no pueden darle un coche que pelee por el campeonato, cuestión que es cosa de Mercedes y de Red Bull, aunque estos todavía tienen que confirmar las buenas sensaciones. Aún así, las manos de 'Magic' siguen estando ahí, transformadas según destaca el español por las diferentes experiencias que ha tenido en los últimos años.
Para gestionar esta vuelta y el futuro de la marca francesa llegó Davide Brivio, un hombre de motos que tratará de impulsar a la escudería en el objetivo de estar entre los mejores de la categoría. Este italiano lleva desde el mes de enero en total conexión con Fernando para analizar cada movimiento que daban en el tablero de ajedrez que supone la partida de 2021. Aún así, la mayor parte de la atención se centra en la que se librará en 2022.
Davide Brivio y Marcin Bukowski, durante los test de Bahrein 2021
El tándem que conformen Brivio y Alonso será fundamental para que las aguas lleguen a buen cauce al final de la temporada. El buen trabajo que hizo Renault en su última temporada sirve como base para lo que pueda hacer el asturiano con el volante en la campaña que está a punto de comenzar. El italiano será el responsable de que las carreras vayan como la seda y que todo esté en las mejores condiciones para que las manos del piloto de 39 años hagan el resto.
Experiencia y carácter
Luca de Meo, nuevo hombre fuerte de Renault, coincidió con Brivio en el mundo de MotoGP cuando Yamaha tenía como patrocinador fuerte a FIAT y el italiano era el jefe de la marca que triunfaba gracias a Valentino Rossi. Desde 1990 comenzaba su carrera ligada a las dos ruedas en el campeonato de Superbikes. Desde entonces, su trabajo no pasó desapercibido para la matriz nipona y unió su carrera a la de 'Il Dottore' para empezar con su tiranía desde 2003 en la máxima categoría del campeonato mundial de motociclismo.
Su experiencia gestionando los triunfos de la marca japonesa, así como en el último año con Suzuki, a la que llevó hacia el triunfo final guiando a un gran Joan Mir, y también su trabajo en Ducati son los principales valedores de su llegada a Alpine. Quizá la peor experiencia fue con la marca italiana, donde quiso cambiar una moto que no le dejaron. Con los japoneses sí pudo poner en marcha sus ideas y todo ha desembocado en el éxito de la temporada 2020.
Davide Brivio, con los colores de Alpine
En el paddock de MotoGP siempre se le describió por ser un hombre tranquilo y gestionar los problemas con mano dura, un contraste que llamó la atención a De Meo para llevar adelante este nuevo proyecto. Un hombre ambicioso y para nada conformista que ha querido dar este nuevo paso en su vida. Aunque se hable de altas velocidades, nada tienen que ver las dos con las cuatro ruedas. Su capacidad de adaptación se pondrá a prueba desde la primera carrera.
Mano dura
La gestión de egos es una de las cuestiones que mejor valoran en él. En este caso topará con dos pilotos con muchas ganas de trabajar y cero rencores. Esto facilitará aún más su capacidad para hacer que los coches tengan las mismas opciones desde la primera carrera. Lo dejó claro desde la presentación del coche; aquí no hay un primer y segundo piloto, los dos parten de cero a pesar de que uno tenga dos campeonatos del mundo.
Ha tenido a su mando a pilotos de mucha calidad en el mundo del motociclismo y siempre ha sabido sacar lo mejor de ellos. Esteban Ocon no deja de ser una de las caras llamadas a ser el futuro de la Fórmula 1. Alonso lleva dos años fuera del 'Gran Circo' y toda ayuda será fundamental, aunque su ambición y la de Brivio conjugan a la perfección. No se conformarán en ningún momento con los puntos, aunque son conscientes de que mantenerse en esa posición será un éxito.
Aunque el gran objetivo es ser competitivos y luchar por podios en 2022, no quieren descuidar este 2021 y tratarán de demostrar que la nueva 'A' en el paddock va a lucir en los puestos delanteros. Alonso regresaba para divertirse y Brivio le va a poner las mejores condiciones posibles para que lo haga. El sinónimo de que Fernando se lo pase bien es que tenga grandes batallas por cosas importantes. Eso es lo que desean todos los aficionados de la Fórmula 1, no solo los españoles.
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