Hay una realidad tozuda en la Fórmula 1 actual y es que en Mercedes no saben ser felices. Ni siendo los mejores son capaces de tener una semana tranquila. En la temporada más complicada desde que comenzó la era híbrida, con un Red Bull y un Max Verstappen capaces de competirles el título, siguen estando al frente, pero ni eso les vale.
Si el pasado año fueron las renovaciones de Toto Wolff y de Lewis Hamilton las que empañaban todos sus éxitos, ahora están siendo las críticas y los ataques contra Valtteri Bottas los que han llevado la tensión hasta el box de los de Brackley. El caso es que allí nadie tiene un minuto de respiro ni de descanso.
El Gran Premio de España de Fórmula 1 celebrado en Barcelona ha vuelto a poner de manifiesto las enormes grietas que hay en la escudería alemana, que mira innegablemente por Hamilton y que pone en el punto de mira una y otra vez a su otro piloto, el cual está harto de la situación y harto del ninguneo que está sufriendo carrera tras carrera. Por si esto fuera poco, está la sombra de un posible reemplazo por George Russell amenazando.
En Montmeló, las estrategias de Bottas y Hamilton cruzaron intereses y a punto estuvieron de costarle un disgusto a Mercedes. El británico iba como loco a la caza de Verstappen para intentar llevarse la victoria mientras que Valtteri se defendía de Leclerc para asegurar el podio. Una mala salida de ambos les dejó en una situación complicada que vivió momentos de tensión en la parte final.
Tras la carrera, que terminó siendo un éxito para los alemanes con el triunfo de Hamilton y con un nuevo podio de su compañero, Bottas habló sobre esos momentos de tensión y sobre unas órdenes de equipo que no se pudieron oír por televisión, pero que efectivamente existieron. Sin embargo, el finlandés no está para contentar a nadie, sino para hacer su propio camino tal y como ha transmitido.
Bottas, por su cuenta
Bottas aseguró después del Gran Premio en declaraciones a Sky Sports que, efectivamente, no había dejado pasar a Hamilton, sino que fue el piloto inglés quien consiguió pasarle al llevar más ritmo: "No, definitivamente podría haberlo dejado pasar antes". De esta forma, el piloto finés reconocía que no le puso facilidades a su compañero, el cual peleaba por el triunfo de la carrera.
Sobre esas misteriosas órdenes de equipo que tan poco gustan en la Fórmula 1, Bottas fue tan sincero como claro. Además de mostrar su enfado, confesó al mundo su modo de actuar tanto en la carrera de Barcelona como en el resto de la temporada: "No hubo mucho. Me dijeron que no lo mantuviera demasiado pero, como dije, también estaba haciendo mi carrera. No estoy aquí para dejar pasar a la gente... estoy aquí para correr".
Bottas ya ha dejado claro que no se arruga ni siquiera ante las indicaciones de su propia escudería y que no le importa poner en peligro el título de pilotos, ya que él está decidido a conseguir sus propios logros. Quizás ahora que ha visto peligrar su puesto va a morir por cada punto, aunque sea a costa de entorpecer a Hamilton.
"Estaba haciendo mi propia carrera, así que siempre hay un momento para calcular las cosas y estaba tratando de sacar a Charles Leclerc de la ventana de boxes para poder detenerme de nuevo e intentar conseguir un punto extra. Así que lo principal en mi mente era mi propia carrera.
Finalmente, el finlandés se mostró muy contento por haber podido culminar su batalla con el podio: "Lo que lo hizo todo más complicado fue que perdí una posición ante Charles en la primera vuelta. Eligió una mejor trazada en la curva 3. Eso comprometió un poco la carrera. Es una pena, pero estoy contento de subir al podio".
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