El Gran Premio de Mónaco fue lo mejor que le ha pasado a Ferrari en los últimos dos años. No se sacaron los resultados esperados, pero la realidad es que fueron el coche más rápido y potente sobre la pista durante todo el fin de semana. Por ello, las sensaciones fueron muy buenas, aunque los éxitos no terminaron de acompañar.
Charles Leclerc hizo la pole position, pero con su accidente en los últimos segundos de la clasificación impidió que Carlos Sainz pudiera completar su vuelta y así privó al equipo italiano de haber tenido una primera línea histórica. Para colmo, el monegasco, que soñaba con ganar en casa, no pudo superar sus problemas y ni siquiera pudo tomar la salida.
Carlos Sainz, que al final solo pudo salir en la cuarta posición, fue segundo, rascando el mayor botín posible junto a la pole de su compañero. Sin embargo, una pole y un podio cuando podría haber habido una doble primera línea en clasificación y carrera se antoja un premio demasiado pequeño.
Además, en el equipo italiano son conscientes de que ese salto fue propio de las particularidades del circuito y de que Mónaco se adaptaba de una forma muy especial a las características del SF21. Sin embargo, la vuelta a los circuitos más tradicionales y convencionales les hará caer posiciones en la tabla, aunque confían en mantener una buena línea en Bakú.
Carlos Sainz, en la rueda de prensa oficial de pilotos de antes de la carrera de este fin de semana, ha arrojado luz a la situación del equipo sin perder de vista que lo de Mónaco fue un éxito: "Todo el mundo debe estar orgulloso y contento después de ese fin de semana con alta carga aerodinámica y agarre alto en el que logramos ser los más rápidos. Me siento mejor y con más confianza tras Mónaco, eso seguro. Es una buena sensación conseguir tu primer podio con Ferrari en un lugar como Mónaco".
"Es una confianza buena para seguir empujando, en la fábrica el trabajo duro da sus frutos, pero al mismo tiempo todavía estamos al comienzo de la temporada y creo que Mónaco va a ser una especie de excepción en términos de rendimiento de coche, así que necesitamos bajar un poco nuestras expectativas y saber que probablemente vamos a ir como en Bahréin o Imola".
Bakú, días difíciles
Aún así, Carlos mantiene que el de Bakú es un trazado muy complicado que les exige al máximo y que por ello muchas cosas pueden suceder. La gran diferencia será su nivel, ya que los éxitos que puedan conseguir tendrán que llegar tras una carrera movida o tras algún fallo de los de arriba.
"Bakú es un circuito difícil, diferente a todos los demás. Para los pilotos es uno de los circuitos más difíciles del calendario. Esperamos obviamente no ir tan fuertes como en Mónaco, pero sí intentar seguir con la buena progresión y las buenas sensaciones. Será un fin de semana difícil, pero con muchas ganas después de ese podio de seguir trabajando y de seguir en la buena dirección".
Por último, Sainz ha afirmado que este año no está nada pendiente de la clasificación, sino de adaptarse a su nuevo entorno y a su nuevo monoplaza: "Este año no me estoy fijando tanto en el Mundial por el cambio de equipo. En las primeras carreras he sumado bastantes puntos, pero no he hecho los fines de semana perfectos que puedo hacer con un poco de experiencia".
"No es lo ideal cambiar tanto porque tu cabeza se vuelve loca con estilos de pilotaje y configuraciones, pero intento hacerlo lo mejor posible, trabajar. Desde mis días en las categorías inferiores siempre se me ha dado bien adaptarme a los coches de campeonatos diferentes, es algo de lo que disfruto y que me gusta".
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