Fernando Alonso ha cambiado por unos días su entorno habitual. O mejor dicho, ha retomado uno de su pasado más reciente, ya que ha dejado, en parte, la Fórmula 1 para estar en los compromisos que tiene Renault en las 24 Horas de Le Mans, una prueba que conoce a la perfección y que ha conseguido ganar en dos ocasiones.
Por ello, siempre que se acerca a Le Mans, Fernando disfruta. Y más si lo hace como en esta ocasión, a los mandos de un Fórmula 1 que tendrá el honor y el privilegio de 'profanar' una pista reservada para los prototipos y para los turismos GT. Por este motivo, este retorno es tan especial.
Fernando Alonso participará en una exhibición previa a la gran carrera que harán el Grupo Renault y Alpine con diferentes modelos de competición, dando una vuelta al circuito y generando un gran espectáculo. El asturiano, que formará a los mandos de un RS18, pero con los colores de Alpine y no con los de Renault, sabe que no podrá poner a prueba qué es capaz de hacer el monoplaza en este santuario del motor, pero aún así asegura que será un momento mágico.
"Me habría gustado poder exprimir el coche y ver de lo que es capaz aquí el Fórmula 1, pero no es el plan. Vamos a ir en una vuelta de formación con el resto de coches Alpine durante todo el trazado. Pero será muy especial pilotar el coche aquí, pero no será a fondo".
Alonso ha participado en un encuentro con la prensa antes de su exhibición de y de las 89ª edición de la prueba donde ha recordado cómo fue la ya mítica carrera de Hungría donde la caótica salida le privó de ganar, a pesar de que terminó rozando el podio: "Tras la desafortunada salida no estuvimos en posición de luchar por la victoria. En la primera curva a veces se ganan posiciones y otras se pierden. En esta ocasión las perdimos y eso comprometió mi carrera".
"No tuve suerte esta vez, pero cada resultado que hemos conseguido este año ha sido después de una lucha intensa. No ha sido ningún regalo. Cada punto que tengo ha sido peleado. Estoy orgulloso de eso. Si la suerte se pone de mi lado algún día seguro que el resultado será bueno, pero no estoy preocupado por eso, sino más satisfecho por haber trabajado tan duro cada punto que tengo".
Mirando hacia el futuro
Fernando celebra su gran momento de forma y las buenas sensaciones que ha encontrado tras un periodo inicial difícil, de demasiada aclimatación y adaptación a los nuevos monoplazas. Sin embargo, no pierde de vista el objetivo real: "Vamos mejorando en diversos aspectos y espero que sigamos en esa línea en la segunda parte del año para prepararnos mejor para 2022, que es el objetivo del año".
El futuro más inmediato pasa por la reanudación del campeonato de Fórmula 1 en el circuito belga de SPA. Abriendo un poco más el objetivo, se divisa a lo lejos el año 2022, el marcado como año del cambio en el que Alpine espera estar en la lucha. Y mirando a un absoluto largo plazo, a Fernando se le vuelve a abrir la posibilidad de competir de nuevo en el mundo de la resistencia con Alpine, algo que no descarta.
"En el futuro, no se sabe qué pasará. De momento me han dicho que los coches son algo más lentos, se ve en los tiempos por vueltas, que en ritmo de carrera son 7 o 10 segundos más lentos. Pero estoy seguro de que dentro de dos años serán más veloces. La evolución es buena. Las nuevas reglas están atrayendo a muchos fabricantes. La resistencia tiene un gran futuro y me alegro, porque me encanta esta disciplina del automovilismo".
[Más información: Alpine piensa en Fernando Alonso para su proyecto en las 24 Horas de Le Mans]